CAPÍTULO 1

70 10 0
                                    

#VIVANLOSLATINOS


#VIVANLOSLATINOS

—Con lo que gastas en despertadores nuevos comerías una semana— Me regaña y me ofrece zumo de naranja con tostadas.

—Igual tú con el maquillaje— Ella voltea fulminándome con la mirada y yo le doy una sonrisa inocente.

—Hoy es un gran día, solo por eso te ignoraré— se sienta al otro lado de la mesita que hay en la cocina y vuelve hablar —Hoy es el seminario y tengo que asistir para el proyecto final de este ciclo y luego de eso ¡VACACIONES!

—¿Pasaras vacaciones con James otra vez? — lavamos lo que ensuciamos y nos dirigimos a mi auto.

—No, la familia real requiere la presencia de esta honorable señorita— y lo dice enserio, ella realmente es de la realeza, pero odia con todo su ser todo lo que tiene que ver con eso, se le nota con solo oír el tono sarcástico que usa.

Alisson de tipo victoriana con hermosos ojos miel y un cabello lacio totalmente dorado brillante como el sol, es la sobrina de la tía de la hermana "y bla bla bla" de la realeza de España, pertenece a ella gracias a su mamá, a la que no conozco, pero se evidencia en fotos lo refinada que es en gustos y moda al igual que su hija; sin embargo si conozco a Bill, su adorable padre que viene a comer pizza y a ver maratones de The vampires diaries cada vez que puede.

¿Típico cliché de diferentes clases sociales? Si, solo que no tuvieron un final feliz pues se divorciaron y ahora no se pueden ver ni en pintura, eso es algo que Ali aprendió a sobrellevar. Gracias a su madre estudia leyes y vivimos en una muy cómoda y espaciosa casa que compró para ella en "la latina" ubicada en el corazón de Madrid; su padre el cual ya se superó, tiene una pequeña pero exitosa empresa de vinos y le pasa una cantidad mensual nada despreciable para todos sus gastos aun así ella no el tipo de chica clasista ni obsesionada con los lujos, al igual que Bill.

—Te quiero la última semana para mí, no me importa tu realeza— paro en el semáforo por el cambio de luz.

—Seré toda tuya— me palmea la pierna y me pellizca haciéndome sobresaltar —Ahora acelera si no quieres ser la causante de mi mal humor.

Al llegar aparco en el estacionamiento de la universidad y somos prácticamente arrolladas por jóvenes eufóricos, todos escandalizados con el fin de ciclo y la final del viernes de la liga de futbol universitario.

Recupero el aire al entrar al salón y sentarme con Ali en la tercera fila, pero lo vuelvo a perder al ver al mismísimo Austin Bates el británico de intercambio de una universidad en Manchester y mi crush desde hace dos meses.

—No sé qué hace, pero cada vez se pone más bueno— Digo y desvío la vista al instante que cruzo la mirada con Austin.

—Deberías hablarle, ya llevas dos meses babeando cada vez que lo vez— pensé responder, pero en ese momento entra el profesor con cara de pocos amigos.

—Ya les tengo el proyecto final, como el tema de este ciclo fue literatura griega, quiero el análisis completo de los libros de Rick Riordan que ya pedí— pasea su mirada entre los alumnos deteniéndose en mí.

—Señorita Benett estoy seguro de haberle dicho a su amiga que está prohibido infiltrarse en clases que no le corresponden, si no desea ser reprobada de mi materia le pido cordialmente informarle a su amiga que se retire— escucho un <joder> en susurro por parte de Ali cuando coge su mochila y me lanza una mirada tranquilizante antes de abandonar el salón.

—Como decía quiero el análisis completo de la visita estudiantil que se realizara mañana al museo además de un resumen si consideran que Aquiles* era héroe o villano según su opinión personal, quiero todo para el martes y esa será su nota final— apunta detalles en la pizarra y cuando termina se voltea con una sonrisa —Y no más clase hoy, salgan de mi vista antes que me arrepienta— todos salen antes de contar cinco segundos ¿Quien no quiere una hora libre?, me dirijo a la biblioteca y saco el avance de mi análisis para terminarlo de una bendita vez y me paro a buscar el libro que necesito, lo encuentro luego de dos minutos y regreso a la mesa donde deje mis cosas encontrándome con Austin sentado leyendo un libro, al percatarse de mi presencia levanta la mirada y me sonríe.

—Soy Austin, aunque creo que tú ya sabes quién soy— Me dice con sarcasmo, cualquiera diría que se estaba burlando de mí.

<Lo está haciendo estúpida>

—Y no te equivocas, ahora si te molesta necesito estudiar— parece que no he sido sutil estos dos últimos meses ¡Qué vergüenza! —Así que muévete de mi mesa.

—Chica ruda, me gusta— vuelve a sonreír —Solo vine a decirte que, si tienes los apuntes de la última clase, me los pases por favor.

—¿Ruda? Rudo es mi puño cuando se molesta— si cree que por ser lindo tendrá mi tarea tan fácil, se equivoca —¿Tú que me darás a cambio?

—¿Qué te parece una cita, nena? — alcanza mi mano libre y la acaricia con su pulgar antes de llevársela a la boca para besarle, ese gesto tan tierno y el acento británico claramente marcado me dejo sorprendida, pero la tuvo que joder cuando sonrió con autosuficiencia y burla al notar mi reacción, sin olvidar el guiño típico de mujeriego.

—Bájale a tu intensidad Bates— me suelto y saco la copia de los apuntes de la última clase de mi mochila tendiéndoselo en la mesa. —Me debes una y voy a cobrármela— me giro sobre mis piernas y salgo de la biblioteca con mis cosas, no sin antes registrar con la encargada los libros que me llevaré a casa.

¿Por qué solo es mi crush? Porque lo que tiene de guapo lo tiene de idiota, es el clásico chico de una noche y no es que me moleste pasar una buena noche con él, es más si no estuviera tan cargada con tantos proyectos finales de fin de ciclo otra seria la escena de la biblioteca.

—¿Qué pasó compañera? — Hugo me trae de vuelta a la realidad sentándose a mi costado.

—El idiota de Austin.

—¿Al que te quieres tirar? — levanta las cejas con una mirada pícara.

—¡Joder! Deja de suponer que me quiero coger a cada chico que me parece simpático.

—Acuérdate que lo viví en experiencia propia, me acosabas tanto hasta que te enteraste que era gay.

—¡Aggg! Te odio— suelta una sonora carcajada que me contagia.

—Ni hablar del candente beso que me diste después de meterte al baño de hombres— lo odio porque sabe que ese tema me da vergüenza —Aunque considere por un momento volverme heterosexual— ríe más al decir eso.

—No fue así idiota, yo solo tenía mucha presión por aprobar mi primer ciclo y me volví un poco loca— cubro mi cara con mis manos para ocultar la vergüenza.

—Loca no, zorrita diría yo— y le sigue dando al tema, si no fuera mi amigo gay ya estaría muerto.

Hugo es el Adonis de la universidad, que patética es la vida al ser gay, es muy injusto mandar semejante pedazo de carne que no quiere ser comido, al menos no por una mujer.

Su cabello negro noche que cae sin patrón sobre su frente, sus ojos negros intensos, pómulos y mandíbula cuadrada bien definida son sus principales atractivos, el color canela y su nacionalidad colombiana son un toque extra que posee ¡Vivan los latinos!

—Mira quien viene, la zorrita número dos¬— alzo la mirada y veo a Ali acercarse.

—Cállate pasivo, no me des jaqueca tan temprano— se acerca a Hugo y le tira un zape en la cabeza y después se sienta masajeándose la sien.

—AUCH— Hugo se soba la cabeza —Veo que mis zorritas amanecieron de mal humor hoy, ¿les vino la regla juntas o qué? — Ali y yo le tiramos otra palmada a cada lado de su cabeza.

—Las odio— se vuelve a sobar —¡Uy Bi! príncipe azul a la vista— miro su expresión y una sonrisa maliciosa aparece —Mejor dicho, tu lobo feroz— y alza sus manos simulando garras arañando —Qué esperas caperuza anda a que te coman— me para y me empuja contra Austin que estaba escuchando todo con una mirada divertida. MALDITO MUJERIEGO, SE ESTABA RIENDO DE MI.

Lágrimas de AfroditaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora