1-1-2030
Hora: 8:00 Am.
Lugar: Ciudad Vonfreen.Me levanté temprano en la mañana, miré a mi despertador que sonaba ruidosamente a un lado de mi cama para ver la hora «Mierda ¡las ocho!-el maldito despertador había sonado tarde de nuevo -¡mejor me levanto ya!»
Faltando tan solo quince minutos para que las puertas de el centro de entrenamiento abrieran recibiendo a docenas de entrenadores nuevos de toda la región de Johto ¡no podia llegar tarde o no me darían un Pokémon!
Salté de mi cama aun con la sabana encima y corrí hacia el baño, me quité el pijama y tiré la sabana a un lado y me duché rápidamente y salí del baño sin siquiera secarme abrí mi armario y tomé unos jeans sueltos negros una camisa rojo escarlata y me puse un chaleco sin mangas negro encima de esta y luego una versión roja y negra de el gorro de el entrenador legendario Rubí quien usaba uno verde y blanco.
Usualmente un entrenador nuevo se despide de sus padres ya que no los verá en mucho tiempo, pero en mi caso yo no los había visto en mucho tiempo, me crié desde los nueve años con el profesor Andren sucesor del profesor Elm que también desapareció hace mucho, algunos dicen que murió al ser atacado por un Rydhon que investigaba.
En la mesa de la primera planta había dejado mi pokenav, es sorprendente que aun las fabriquen, es mucho mas accesible económicamente que el videomisor y tiene casi las mismas funciones excepto la de videollamada, no tenía ingreso excepto por el dinero que me daba el profesor Andren por cuidar el laboratorio o limpiarlo, agarré el pokenav, abrí la puerta y me dirigí hacia mi nueva vida.
Cerré las puertas de mi casa y corrí lo mas rápido que pude al centro de entrenamiento al otro lado de la ciudad, mientras corría me imaginaba como sería por dentro o si alguien quisiera ser mi rival, esta idea me emocionaba mucho, pero lo mas importante es: ¿Cual sería mi Pokémon?
Llegé extremadamente agotado a la puerta de el centro de entrenamiento y en ese mismo instante suena una estruendosa campanada.
«¿La campana de las siete? -me dije a mi mismo extrañado- ¡no puede ser!».
El reloj despertador estaba en serio dañado.
Me quedé esperando una hora entera mientras veía como llegaban mas y mas personas a la fila, me sentí bien porque había sido el primero en llegar y podía escoger un Pokémon de los tres mas raros de la región.
Cuando esperaba me entró un hambre fatal, como deseaba haber comido algo en casa, pero claro estaba de prisa.
Finalmente dieron las ocho y quince y las puertas de el centro de entrenamiento se abrieron y me dieron paso a mi y a la multitud de entrenadores nuevos detrás mio.
En fila organizada nos dirigió un hombre alto con uniforme de guardia de seguridad hacia una cabina con un computador de escritorio pequeño y un banco, nos dijo: «Bueno jóvenes aquí se registraran para crear sus tarjetas de entrenador que serán su identificación en caso de que un Pokémon salvaje los deje irreconocibles... ¡Jajaja, es broma! Pero enserio... Registrense rápido».
Pasé a registrarme de primero:
Nombre: Erick
Apellido: Forest
Edad: 13
Color De La Tarjeta: Rojo
Al terminar de registrarme el hombre me pidió que saliera de la cabina y me dirigiera hacia una puerta automatica en una esquina del centro.
Caminé hacia la puerta y esta se abrió cuando vi lo que había detrás me sorprendí. Una arena de batalla grande con gradas y todo se ubicaba a la izquierda de un inmenso salón y del otro lado una una mesa plateada larga con unas casi 70 pokebolas colocadas sobre ella en orden estaba contra la pared, al lado de la mesa estaba parado el profesor Andren quien me saludó enseguida.
Prof. Andren: ¡Hola Erick!
Erick: Ho-hola profesor...
Prof. Andren: Veo que llegaste temprano.
Erick: Emmm.... Fue suerte.
Prof. Andren: Si lo que digas...
Erick: ¿Debo esperar a los otros?
Prof. Andren: Solo a dos mas.
Erick: Esta bien.
Después de unos minutos pasó por la puerta una chica de piel blanca y una mirada alegre con unos jeans ajustados azulados y una blusa azul oscuro que decía "oCeAn FlOw" Su cabello era negro y largo casi hasta su cintura y tenía un bolso cruzado de color negro, y detrás un chico un poco moreno de cabello corto rubio con una mirada de pocos amigos y una gorra grande verde y blanca unos auriculares blancos alrededor del cuello y un buso verde con un jean azul claro.
La chica nos saludó a lo lejos a mi y al profesor: «¡Hola soy Maura Rogers!».
Maura caminó hacia el profesor y le estrechó la mano.
Maura: ¿Usted es el profesor Andren cierto? He oído hablar mucho de usted en la televisión.
Prof. Andren: He... Si soy yo... ¿Y quien es el joven que se quedó en la entrada?
El joven mira al profesor y dice: «Soy Mike Crow»
Prof. Andren: Bien chicos, el guardia esta deteniendo a los demás en la entrada ya que ustedes tres llegaron primero recibirán uno de los tres Pokémon mas raros de la región, y estos son...-el profesor toma una pokebola de la esquina derecha de la mesa y presiona el botón en el medio- ¡Chikorita!
Mike: Ese es mio...
Prof. Andren: Esta bien... -el profesor tomó la pokebola que estaba al lado de la anterior y presionó el botón - ¡Totodile!
Maura: ¡Awwwnn que lindo, yo lo quiero¡
Prof. Andren: Bueno... Eso nos deja con... -el profesor toma la pokebola que estaba al lado de la anterior y presiona el boton- ¡Cyndaquil!...
ESTÁS LEYENDO
Pokemon Tales: Balance.
FanfictionErick, entrenador novato, sale de su ciudad natal para adentrarse en el maravilloso mundo que tiene por delante, pero en su aventura... Tanto como amistades y retos encontrará problemas... Un misterio... Una conspiración. Algo más grande que la huma...