DC XII:LA REINA DEL MUNDO √

38 - LOS LIBROS DE LAS SOMBRAS

Christen

—Alucinante la conexión que tiene con la naturaleza —explica Peter —. Creo que incluso más que su madre. ¡Hasta un oso había! Por cierto, ¿desde cuando hay osos aquí?

—Eso es porque no has visto el lametazo que un lobo le ha dado a Draco —le corta Tom —. ¡Ha sido increíble! Una conexión alucinante.

—¿Y de qué os extrañáis? —pregunta Aramís —. La conexión de Cris con la naturaleza es la más fuerte que he visto en mi vida. Es normal que sus hijos también la tengan.

Draco y yo sonreímos orgullosos y, a la vez, halagados. Está claro que a los dos nos alegra el haber heredado eso de nuestra madre.

—Eso es una gran noticia —nos anuncia Lucie —. Pese a que los dieciséis años no son una edad normal, creo que os podremos confirmar a los dos como seres de luz antes de la coronación. Eso os hará más fuertes, creedme.

Ambos le sonreímos. Nos alegra saber que vamos a ser seres de luz. Es lo que nos han inculcado desde pequeños y no queremos decepcionar a nadie y menos a nuestros padres. Según tenemos entendido, nadie brillaba como ellos.

—Y ahora vamos con los libros. Rose... ¡ROSE!

—Perdona. ¿Decías algo?

Todos nos reímos ante la reacción de nuestra abuela. Desde que minidrogo se ha vuelto visible, no ha parado de achucharle y, la verdad, es algo comprensible. Mañana va a enterrar a su hijo y el único consuelo que le queda es su versión en miniatura.

Aunque espero ser capaz de alimentar al bebé de mamá mientras esté en el panteón. Sé que eso sería una alegría añadida para ella.

Ahora que lo pienso... ¿Quién vigila los cuerpos?

—Minidrogo. ¿Hay alguien con nuestros padres? —le pregunto mentalmente.

—Tranquila. Vald está con ellos.

—¿Vlad? ¿Estás seguro?

—¿Del primer vampiro de la historia? ¡Por supuesto que lo estoy! Confía en mí, por favor.

No me queda otra que confiar en él. Aún así, no me quedo tranquila del todo. Vlad no es precisamente santo de mi devoción. Es muy callado y muy raro. Y lo poco que dice... Parece que le guste confundirnos. Pero según el hay una posibilidad de que nuestros padres vuelvan, así que...

—Chicos —nos llama Lucie sacándome de mis pensamientos —. Los libros están preparados. ¿Qué tal si empiezas tú, Draco? Éste es menos potente.

Mi hermano asiente y se acerca a la mesa del despacho.

—¿Qué tengo que hacer? —pregunta mirando a Lucie.

—Sólo deposita la mano en la tapa. El libro te traspasará sus conocimiento, pero no te confíes. Puede ser muy intenso.

Draco asiente y, muy decidido, se acerca al libro. Yo no pierdo detalle. Se supone que lo que voy a hacer yo será más o menos lo mismo. Bueno... Más más que menos. Por lo que han dicho, ese libro tiene mucho poder. Y es tan gordo... Me asusta lo que pueda ver en él.

—¿Estás listo para recibir todo el conocimiento y la sabiduría del clan Osborne? —le pregunta la abuela Rose con voz seria. Draco asiente. —En ese caso, haz el libro tuyo.

Draco coloca su mano sobre la tapa del enorme tomo y, en ese momento, un gran haz de luz emerge de éste subiendo por su brazo hasta apoderarse de todo su cuerpo. Me siento incapaz de dejar de mirarlo. Es tan... intenso.