Capítulo 233.

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Song Qing siguió caminado y se paró detrás del loto rojo.

"Si el tío no tiene prisa, siéntese por un momento a esperar a que este esclavo desayune antes de servirle."

Aunque las palabras de Hong Lian eran corteses, no miró a Song Qing en ningún momento, se levantó del tocador y se sentó en la mesa bostezando, con una postura casual y perezosa. Song Qing lo siguió en silencio, mirándolo mientras tomaba una cucharada de sopa con una cuchara de plata, la probó un par de veces y la hizo a un lado con una expresión de disgusto, y tomó otro plato de comida. Tenía siete u ocho platos distintos, a los que les dio uno o dos bocados. En el pasado, esta actitud pretensiosa habría disgustado a Song Qing al extremo, pero ahora sólo lo observaba obsesivamente. Esa belleza comía pequeños bocados y desperdiciaba la mayoría de la comida pero su apariencia era agradable en todos los aspectos.

Hong Lian se detuvo y levantó las cejas preguntándole. "¿Acaso el tío Song se sigue sintiendo incómodo con este esclavo? ¿No tienes nada que decir ahora?"

Song Qing le respondió suavemente. "Lo que te guste está bien."

Hong Lian murmuró. "Aburrido."

Se levantó y caminó hacía el cuarto interior que estaba detrás de una cortina de cuentas, cuando regresó, sostenía una delicada caja de madera en sus manos, por sus movimientos complicados se podía suponer que no era ligera. Con un sonido sordo, la caja fue aventada enfrente de Song Qing, Hong Lian la abrió, contenía un lingote de oro con grabados exquisitos.

"Bueno, te lo devuelvo, el total de cuatrocientos." Hong Lian acercó la caja hacía él.

Song Qing la empujó de regreso y le dijo tercamente. "No lo quiero."

"¿No estás aquí para saldar cuentas?" Hong Lian lo miró expectante, sonriendo suavemente. "Este esclavo tomó demasiadas hojas de plata del tío Song con engaños, ¿al tío Song no le importa?"

Después de haber salvado a Shen Yu, Hong Lian hizo a Song Qing responsable de él, Song Qing no podía recordar cuánta plata había obtenido y, cuando finalmente se fue, se llevó seis mil hojas de plata que tenía escondidas en un baúl.

Viendo que Song Qing permanecía en silencio, el loto rojo movió el lingote de oro enfrente de él deliberadamente.

"El tío Song sabe que dar dinero de esta forma es más doloroso para este esclavo que cortar su carne con cuchillos. Este esclavo ha cedido finalmente, ahora tengo un establecimiento que no se compara a los demás, ¿sigues sin tomarme en serio?"

"No lo quiero." Song Qing repitió.

"Olvídalo, anticuado, nunca he visto a alguien tan estúpido. En el futuro no puedes decir que te debo dinero." El loto rojo murmuró y agarró la caja para abrazarla con sus brazos.

Song Qing permaneció sentado, sorprendido, y le preguntó. "¿Todavía te hace falta plata?"

Hong Lian se quedó confundido por su pregunta, no supo cómo contestarle y luego se rio. "Resulta que el tío Song no vino a cobrar deudas sino a darme más dinero." El loto rojo señaló hacía afuera y le dijo. "Pero a este esclavo ya no le hace falta dinero, el negocio de este esclavo es realmente bueno, cada día prospera más. De hecho, a este esclavo nunca le ha faltado dinero, solamente te mintió."

Rara vez Hong Lian decía la verdad, si no tuviera su propio dinero, ¿cómo habría sido capaz de construir semejante establecimiento sólo con el dinero de Song Qing?

"Yo lo sé." Song Qing le contestó, hizo una pausa y dijo. "Puedes seguir engañándome de esa manera, te lo daré."

"Te has vuelto adicto al malhechor, ¿cierto?" El loto rojo le preguntó con enojo.

"Si no te falta dinero, ¿por qué regresaste a un lugar como este?"

Hong Lian entrecerró los ojos y sonrió. "¿Acaso este lugar es malo? El negocio de la carne y el cuerpo también es un negocio, como el tío Song lo desprecia, ¿por qué no voy a ganar lo de un mes en un sólo día?"

"Estoy aquí por ti." Song Qing susurró.

Hong Lian se rio. "El tío Song se está burlando, hay hombres y mujeres en el establecimiento Qing Lian mucho más jóvenes que este esclavo. El tío Song ha venido varias veces, pruébelos, hay algunos que satisfacen sus gustos y olvídese del nombre de este esclavo."

Song Qing lo escuchó y estaba aún más asustado.

"Pero tú me prometiste que no regresarías a un lugar como este."

Hong Lian le contestó con indiferencia. "Las cosas que el tío Song dijo, yo también las creí."

Los ojos de Song Qing se apagaron, inclinó la cabeza y no dijo nada.

"Vete, este esclavo no te atenderá." Hong Lian agitó la mano.

Song Qing no se movió, Hong Lian dejó de ponerle atención, se puso una bata roja y salió.

"¡Lian'er!" Song Qing gritó ansiosamente.

Los pasos de Hong Lian se detuvieron por un momento y su sonrisa ligera se congeló, pero cuando miró hacia atrás aún conservaba un aire primaveral.

"El nombre de este esclavo es Hong Lian, no Lian'er, el tío Song no se puede equivocar la próxima vez. Casi olvido pedirle al tío Song, tú, no vuelvas a venir aquí. Siempre estas sentado en el recibidor y asustas a los clientes de este esclavo, ¿cómo puede hacer negocio este esclavo?"

"Regresaré mañana." Son Qing insistió con una expresión seria.

Hong Lian se talló la frente y habló con un dolor de cabeza. "Si el tío Song viniera a hacer negocio, este esclavo tendría que darle la bienvenida, pero el tío Song no está dispuesto a aceptar a mis empleados e incluso se niega a tomar una copa de vino. Este esclavo te lo ruega, no regreses, este esclavo no volverá a verte."

"Vendré todos los días." Song Qing no no cedió. "A menos que vengas a casa conmigo."

Silent lover (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora