Donde mis palabras silenciadas, gritan.🥀

Acá era.

No te acostumbras a mi presencia, y yo estoy tan malditamente acostumbrada a la tuya. 

En este vaivén de ideas, pensamientos, ilusiones y dudas lo único que me queda es la esperanza.

La esperanza de que puedas acoplarte a mí, como yo tanto intento acoplarme a vos. Adaptar mi existencia y entender (por fin) que juntos nos complementamos y aprendemos como nadie nunca lo hizo en mi mundo.

El amor es tan catastrófico como hermoso mi amor, y necesito tu inquietud de no saber sentir ordenadamente para complementarme. 

Se que suena extraño, y lo es, pero tengo tanto miedo de no tenerte que entre corridas me olvido.

En este caos, vaivenes y amor inconcluso yo me pierdo. Y cuando me pierdo, me encuentro. Más fuerte y con muchísimo mas amor para darte. 

Entre corridas me olvido y te disfruto. Te disfruto a pleno y de lleno, con risas e histeriqueos, con besos y abrazos, con llantos y penas. Te disfuto a pleno y me encantas tanto.

Me encantas tanto y sos todo lo contrario a lo que quise una vez creer que era para mi.

Vos sos para mi, lo presiento, lo entiendo, lo asimilo y lo acoplo a mí ser.

Pero vos no te acoplas a mi existencia, no te acostumbras a mí.

Y haces tan bien. El amor tiene la maldita costumbre de acostumbrarnos.

Y vos, con todo y tus locuras, me dejas que te quiera. Con pasión y desenfreno te quiero. Con todo el corazón y el alma, te quiero.

Me acostumbro a tu presencia y te acompaño siempre en la ausencia, desde lejos y desde muy cerca, desde palabras y besos. Te acompaño y te espero, para que te enamores tanto como estoy enamorada.

Aunque me encantas tanto como sos, que aunque no te enamores nunca; se que te voy q seguir esperando.

Por que así soy.

Por que así sos.

Por que así te quiero; con todo y tus dudas.

Por que así me queres; desenfrenada e impulsivamente loca. 

Nos queremos y nos complementamos, así, con amor, locura y libertad; con ausencia, dudas y conflictos.

Así, como cuando por fin podes decir "si, acá era."