Vagar sin rumbo, adicto a esos vapores.
Adicto al desgaste.
Ahogarme en ese mar gris repleto de muertos.
Un faro, no ilumina ya que le quité la luz.
Prefería la soledad oscura a una soledad iluminada.
Luz artificial, ya que la de verdad no atraviesa mi escudo.
Solo dejo entrar a esta maldita adicción, que poco a poco, esta acabando conmigo.
Sé que moriré, no en paz ni en guerra.
Moriré solo, ya que no dejo entrar a nadie en mi cabeza.
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Memorias de un niño roto
ContoMemorias de un niño roto consta de una gran variedad de relatos, cada uno con diferentes significados, la pura realidad, dolor, amor, amistad... Es decir, todo lo que nos rodea. Adéntrate en este mundo, desde el punto de vista de un niño que con el...