SANGRE DE MI SANGRE

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Qué rabia me das a veces.

Con tus apariencias me intentas engañar,

aunque es en vano.

Tus celos apelan a una batalla interminable entre dos bandos,

es difícil elegir,

pero por lo que veo,

tu ya lo has hecho.

Adoctrinando a los tuyos como si fuesen muñecos de barro inertes.

Te da rabia que no sea como tu.

Te ahogas en gula,

mientras yo, renazco cómo un fénix herido.

Algún dia haremos las paces, espero.

Pero hasta que llegue ese momento,

estaremos en disputa.

Memorias de un niño rotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora