OCTUBRE

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Llamadas infinitas como el cordel que nos une.

Viejo octubre, frio y ténue,

te conocí de imprevisto,

lo que nos llevó a un sinfín de horas.

Recuerdos de pasados atormentados por el miedo,

los recordamos y nos marchamos lejos de ellos,

para estar más cerca de nuestras almas.

Somos muy parecidos,

llenos de cicatrices idénticas,

llenos de rastros de lagrimas secas.

Viejo octubre, ya te acabaste,

me despido con la cabeza alta,

esperando otro frio invierno.

Memorias de un niño rotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora