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PASO TRES: El paso dos es el que tomará más tiempo.

Y de verdad, no uses tanga.

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Tamon, se dirige a donde un estático pelirosa se encuentra, su cara podría competir sin problemas para el festival del tomate y se rió, jocoso. —¿Estás bien, Niiyama?—el tono pretencioso de su voz, despertó de su ensoñación al nuevo, quien lo observa mal antes de golpearlo en el brazo.

—¿Por qué nadie me lo dijo y le añadió suspenso? ¿Qué tan difícil es decir que Siki tiene un hermano travesti?

Tamon oculta su carcajada lo más que puede y no, no aguanta llamando así, la atención de todos en el lugar.
—Oye sempai.— dice, tan entusiasmado. O si, iba a hacer sufrir a Niiyama. —Él es Niiyama Koichi, es nuevo en el grupo.

El hombre entangado invade su espacio personal y lo inspecciona, de pies a cabeza. Sus grandes manos colocándose en sus caderas pronunciadas, Koichi no quiso ver más abajo y obligó a sus ojos a permanecer atento al hombre o más bien, a su cara.

—Muy rosa.— es lo que dijo y él apodado bambi abrió la boca, ofendido.—¿Eres primo de este microbio?—señaló a Haruya, ignorando por completo la mirada de odio que le fue enviada del chico de coletas.

Él negó, comenzando a caminar siguiendo a sus amigos hacia la sala donde procedían a sentarse en los enormes sofás que la mansión brindaba. —¡No! Por supuesto que no, me gusta el rosa.

—Ya se me hacia raro que un primo de Haru-chan fuera alto. —rió el hermano de Siki, fuertemente. Haruya volvió a darle una mirada mordaz y para nada amistosa.
—Pero bueno, siéntete en casa. Si eres amigo de mi pequeñito.—sus dedos enseñaron un reducido tamaño. —hermano, eres bienvenido.

Koichi apretó los labios en una fina línea y cuando se vio libre del hombre en tanga _ del cual aún no sabía su nombre _ corrió a uno de los cómodos muebles por que sus plataformas lo estaban matando. Al sentarse, un suspiro de puro alivio involuntario salió desde lo más profundo de su pecho y cerró los ojos. —¿Cuál es el nombre de tú hermano, Siki?

El rubio adolescente sonrió, enseñando esos dientes decorados de ortodoncia.
—¡Kenji, Koichiberta!—el entusiasmo del niño era contagioso, seguramente era debido a las ganas de continuar con ese alocado plan que se trazó días atrás en su casa. La que, comparada a la de del _no yakuza _ sempai Kenji, era una casita de muñecas.

¿Por qué de repente se sintió Barbie?

—¿Soy el único nervioso?—intervino Tomo, cruzado de piernas, una de ellas moviéndose con insistencia. —¿Qué haremos si se niega? ¡¿QUÉ?! GASTE MI ÚLTIMO PASAJE DEL METRO Y MAMÁ ME COMPRO UN PANTALÓN TAN ANCHO QUE SE ME CAE-...

—¡¿Y eso que tiene que ver?!— Eleva la voz, Yoshiatsu contagiado por los nervios de su amigo larguirucho. Koichi guardó silencio, al igual que Haruya. Tomo se colocó de un salto de pie, ocasionando que Siki y Nao se sobresaltaran en sus lugares. El alto adolescente comenzó a caminar de un lado al otro, pasando repetidas veces su gran mano en su cabello, balbuceando por lo bajo.

—¡No lo sé! ¿OK? ¡Digo cosas al azar cuando entro en pánico! ¿OK?—señaló al fanático de los payasos, este tenía una cara aburrida poco después de saber qué estar nervioso no lo llevaría a nada.
Koichi observó a Jojo, Jojo lo miró de vuelta, luego se enfocaron en Kouryu y Siki, el enano rubio estaba dormitando ajeno al ataque de pánico de Tomo, Tamon estaba tieso y sin saber cómo intervenir, Meto a su lado abrazando a Ruana con fuerzas y sonriendo ante el espectáculo. Denle palomitas y estaría feliz como si estuviera en pleno cine.

'Loser's 'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora