capitulo 4.

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El avión privado de Des era una mierda. De privado no había nada ya que tenía que viajar con todos los malditos guardaespaldas, seguido de varios gestores y algunas Omegas que su padre se encargaba de enviar a cada lado donde viajara Harry, ya que pensaba que un Alfa sin Omega nunca sería respetado, mucho menos si aspiraba a capo.

Lo habían enviado a Canadá a causa de varios problemas que Harry había provocado por tratar de defender a la Cosa nostra. Uno de ellos fue cuando asesino a uno de los cabezas de las pandillas del norte. Cuando quisieron engañarlo con un pago de cargamentos de cocaína y armas. Harry no era un hombre que debía ser evitado, mucho menos engañado. Todos conocían la leyenda sobre el, un chico criado en el dolor y en la sombre de su padre quien se encargo de hacer de el una marioneta.

Otro de los motivos por el cual estaba arriba de ese avión era por la vez que llevo a cabo una masacre dentro de Laguna Blu. El motivo de su llegada fue debido al desacuerdo que tuvo su padre con Alessandro Berlusconi, dueño de aquel lugar. Aquella noche el cabaret se encontraba repleto de Alfas gastando hasta el último centavo por hermosas Omegas.

Harry ingreso al club con parsimonia, atravesando el humo azul de los cigarrillos y parándose en medio de la pista guiando su mirada por todos los rincones. Era el único que no bailaba ni reía, el único sin una copa en la mano. Una Omega se acerco y le propuso bailar, este simplemente la corrió con desdén.

Cuando encontró lo que buscaba caminó con decisión hacía una de las mesas que se encontraban en el fondo. Se paro frente Alessandro, quien desprendía feromonas apestadas con miedo al verlo. Fijo su mirada y con un disparo preciso le perforó la frente. El compañero de mesa se encontraba cubierto en sangre salpicada y enceguecido por la furia, se lanzo sobre el. Harry volvió a disparar y otra vez le basto un solo tiro. Padre e hijo muertos.

Una de las Omegas llena de ira le grito e insulto, el ojiverde no dudo en volver a apretar el gatillo. acertando nuevamente. Sangre fría y puntería le sobraban. Uno de los encargados que se encontraba parado detrás de la barra cogió un arma, pero fue lento y Harry se cobro la cuarta muerte. En ese momento la música había cesado y lo único audible eran las pisadas chapoteando en los charcos de sangre originados por el mismo. Antes de cruzar la puerta se dirigió a los testigos que no se animaban a verlo - Non hai visto niente. Non dimenticare, non dimenticare mai che ti ho risparmiato la vita. (Ustedes no vieron nada. No se olviden, nunca se olviden que les perdoné la vida.)

Harry durmió la mayor parte del viaje. Siendo despertado varias veces por las charlas de los Alfas o por las Omegas queriendo llamar su atención. Harry solo con una mirada hacía que se alejasen. Al aterrizar en el aeropuerto privado de la familia pudo divisar a Gemma y a su consigliere Zayn esperándolo, rodeados de un grupo de guardaespaldas.

Una sonrisa se formo en su rostro sin su consentimiento. Realmente extrañaba a Gemma, la última vez que la había visto tenían solamente 14 años y estaban discutiendo quien era mas dominante. Los dos eran Alfas totalmente opuestos, pero se querían aunque habían veces donde su padre tenía que intervenir para separarlos. La causa por la cual fueron separados fue porque la tía de Harry quiso educar a Gemma, darle una vida digna, lejos de ese ambiente. Pero bien sabían todos que ella estaba destinada a eso. Sus ojos eran dignos de una frialdad total haciendo que todo aquel que se cruzará con su mirada se llene de miedo. Tenía facilidad para los negocios y solía hablar antes de disparar como Harry.

Una vez fuera del avión sintió el fuerte abrazo de su hermana. Después de varios segundos se separaron y se miraron. -No cambiaste nada. -Dijo Gemma acariciando su mejilla. Harry recordaba muy poco ese idioma pero podía entenderlo. Decidió dejar de practicarlo cuando mato a su tío, solo le traía malos recuerdos, aparte cada vez que su padre lo escuchaba hablar Español le daba una bofetada.

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