Capítulo 29

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Apego a ____________ a mi cuerpo, tratando de transmitirle todo el amor posible. Observo el cofre donde se encuentran las cenizas de su abuela, me estremezco al verlo.

Jamás pensé que esto sucedería tan rápido.

Giro mi cabeza al sentir una mano sobre mi hombro, es Jorge, el tío lejano de ___________. Trato de sonreírle pero no lo logro. Detesto ver a mi preciosa así.

-Gracias por estar aquí.

Me dice.
Sin dejar de mirarme.
Como si estuviese examinándome.

-____________- la llama Jorge, haciendo que ella voltee ante su llamado, sus ojos están muy rojos, y su rostro muy pálido, así estuvo en toda la noche, ni siquiera pudo dormir- ¿Te quedarás a vivir allí?

Le pregunta.
Tendiéndole un vaso de café en la mano, ella lo acepta.

-Sí- suspira.

Me apego a ella, rodeándola con el brazo.

-Puedes quedarte en mi casa- dice de un momento a otro, sacándome de mis casillas- No me gusta saber que estás sola.

Puedo darme cuenta de que ella se ha incomoda, pero no quiere darlo a notar. Y es lógico que se incómode, digo, cuando estábamos en su casa a punto de venir hacia el velorio me dijo que tan solo lo había visto como unas tres veces en toda su vida.

¿Por qué querría quedarse a vivir en la casa de aquel "desconocido"?

-Muchas gracias- susurra- Pero no, no me gustaría dejar la casa en la que vivió mi abuela, además...

-Lo sé cariño- la interrumpe- Tan solo piénsalo, no podré estar tranquilo sabiendo que estas sola allí.

Ella asiente.
Su tío le toca el hombro, en forma de consuelo y se acerca al cofre de cenizas. Seguramente para rezar.

La tomo de la mano y la jalo hasta llegar a la esquina del amplio salón que esta muy solitario.

-No vayas con él- le ordeno lo más sutilmente posible- No quiero que pienses que soy un maldito celoso y justo menos en este momento, lo siento si te parece así pero, no puedes ir con él, ni siquiera lo conoces...

-No iré con él Ross.

Afirma.
Sin mirarme.
Haciéndome recordar que aún no le he pedido disculpas por la discusión que tuvimos en la playa.

-Puedes quedarte en mi casa.

Sugiero, intentando buscar su mirada, y la encuentro, tiene el ceño fruncido. Y aquel aspecto que tiene realmente me preocupa.

Necesita descansar.
Seguir adelante.
Y sé muy bien que no lo haría si es que no me encargo de ello.

-No- susurra, insegura.

La apego hacia mí.
Abrazándola.
Intentando transmitirle todo el amor que siento por ella. Cuando acepte quedarse a dormir en casa, me encargaría de pedirle unas disculpas de rodillas por la escena que hice en la playa.

-Sabes que no hay problema, quiero cuidar de ti.

-Gracias, pero no, tus padres no lo aceptarían... además tu hermana me detesta.

Niego con la cabeza de inmediato.

-Sería una muy buena oportunidad para que conozcas a mis padres, y podrías llevarte mejor con Cassie, tu misma sabes que ni siquiera yo me llevo bien con ella... pero ella no tiene por qué molestarte o algo así- tomo sus manos- Por favor, dí que sí, solo hasta que regresen mis demás hermanos...

Suspira.
Llevando sus manos hacia su cabello, revolviéndolo con la mirada fija en el cofre de las cenizas de su abuela.

No puedo ni imaginarme lo que estará pasando por su mente en este momento, debe estar muy dolida.

-Lo siento- me rectifico antes de que ella conteste- Sólo piénsalo, si no quieres... no me niegues el quedarme en tu casa, necesito estar cerca de ti.

Una sonrisa forzada aparece en su rostro, me busca los labios y me deja un pequeño beso sobre estos. Le doy otro, acariciando sus antebrazo derecho.
Cuando la suelto, sus ojos vuelven a llenarse de lágrimas de inmediato, haciéndome sentir jodidamente mal.

Vuelvo a abrazarla.
Esta vez con más fuerza que las veces anteriores, escuchando sus pequeños y dolorosos sollozos.

-

Observo _____________ acariciar el pequeño cofre lleno de las cenizas, y lo deja sobre una pequeña mesita de cristal, lejos de donde estoy pero en la misma sala principal.

Cuando voltea me mira.
Sin saber que hacer o que decir.
Cruza sus brazos, bajando la cabeza mientras viene a hacia mí.

Cuando se sienta a mi lado, rodeo su cuello con mi brazo, apegandola hacia mí, ella coloca su cabeza sobre mi hombro. Le dejo un beso allí.

-Necesitas dormir un poco.
Susurro.

Ella niega de inmediato, queriendo levantarse pero la vuelvo a atraer hacia mí.

-Por favor, descansa, estaré aquí contigo, ¿sí?- me remuevo un poco sobre el sillón, hasta alcanzar mi teléfono celular- Ordenaré comida, necesitas comer también...

-No es necesario- me interrumpe.

-Claro que lo es- me despego un poco de ella y le doy un beso en los labios, que por cierto, están realmente rojos- Me encargaré de ti hoy, ¿de acuerdo?

______________ suelta una pequeña risita.
Provocando que un mar de alegría suba hasta mi cabeza, invadiendo de olas mi corazón.

-Gracias- susurra- Por estar conmigo.

-No me digas gracias por ello- dejo el teléfono a un lado, para mirarla- Debo pedirte disculpas por la escena que hice en la playa- suspiro- Sé que no es un buen momento para que hablemos de esto pero lo lamento, lamento haberte tratado así, Jason me dijo unas cosas que me hicieron enojar con respecto a Chris, y bueno- bajo la mirada, avergonzado- Exploté en celos al verte tan pegada hacia él, sé que son amigos y está completamente bien pero las cosas que me dijo me hicieron enojar tanto que... lo siento, lo siento tanto- la abrazo, siento como sus brazos rodean mi cuerpo también, haciéndome sentirme más calmado- No merecías que te tratara de esa forma ni tampoco que te sacara de allí de esa forma.

______________ deja un pequeño beso sobre mi frente. La observo, sintiendo de inmediato como mi corazón comienza a agitarse tan solo con verla.

Estoy perdidamente enamorado de ella.
No puedo negarlo ni tampoco lo haría.
La necesito tanto...
Me hace feliz de tantas maneras posibles y siento que yo solo soy un estorbo. No soy suficiente para ella, ni tampoco lo sería, pero quiero llegar a serlo.

Satisfacerla en todo.
Hacerla sentir la mujer más amada y deseada de todo el mundo. Hacerla feliz, llenarla de alegrías y gozos.

De tan solo recordar que la traté mal me hace sentir como una completa basura. ¿Cómo demonios pude tratarla mal? Si ella me hace tan feliz...

-Descuida- susurra ante todas mis palabras- Yo también me hubiese puesto celosa si algo así hubiese pasado.

-No tendrías por qué, jamás te cambiaría preciosa- tomo su rostro entre mis manos, deposito un beso en su pequeña y roja nariz- Jamás te haré sentir insegura, nadie podrá ocupar tu lugar, ni ahora, ni en mil años.

______________ sonríe, y vuelve a abrazarme.
Haciéndome sentir completo.

Vaya,
Jamás había sentido esto antes.

Pero ahora que lo siento, y sabiendo que es ella la que provoca todo esto en mí, no quiero dejar de sentirlo.


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Haré una maratón el día sábado, estén atent@s🥰

-antonella_rosslynch

Ángel negro | Ross Lynch Donde viven las historias. Descúbrelo ahora