Me reí y subí por su pecho para besarle el hoyuelo. —¿Quieres comer la perfecta cena que cociné? ¿Tal vez ver una película conmigo?
—Lees mi mente. —Se sentó conmigo y me tomó la cara entre sus manos cálidas—. Gracias. —Entonces me besó en los labios—. Si puedo volver a casa así todos los días, voy a ser el hombre más feliz del mundo.
Sonreí y lo llevé a la cocina. Nos sentamos, comimos y vimos un reality malo de televisión. Nos burlamos de la gente y reímos. Lo último que recordaba era que me llevó a la cama, y la barbilla desaliñada de Harry frotando mi mejilla antes de ser rodeada con su calidez habitual y volverme a dormir tranquilamente.
—¡Papá! ¡Estamos aquí! —gritó Harry mientras abría la puerta—. ¡Bella! —Ella apareció corriendo por la esquina antes de lanzarse a él. Se arrodilló y le canturreó—. Oh, Dios mío. Mira a mi niña. Eres tan grande.
Lo miré con divertida fascinación. —¿En tu complejo de apartamentos no te permiten tener perros?
—Sí, pero por lo general la dejo aquí porque siempre estoy en la escuela. —Se enderezó—. Y entonces alguien ocupó todo mi tiempo este verano, así que —Sonrió y me atrajo hacia él—. Pero tal vez pronto podrá venir con nosotros.
Me insinuaba sobre la casa. Miré fijamente a sus ojos verdes, pero lo dejé así. Asentí, haciéndole saber que definitivamente quería que Bella estuviera con nosotros. Le rasqué bajo la barbilla antes de seguir a Harry.
—Muy bien —dijo y me detuvo—. Te voy a enseñar el truco con los pasillos. —Señaló el suelo en un rincón—. ¿Ves los azulejos? —Asentí. Se hallaban todos mezclados y diferentes colores de verdes y marrones que no parecían tener ningún patrón—. De acuerdo, ¿ves la esquina, el azulejo de color crema? Y en esa esquina, ¿el verde? Los azulejos crema te llevan a la zona oeste de la casa, a mi habitación y la sala de estar. Los marrones te llevan a la parte de atrás de la casa, como la cocina y el comedor. Los verdes te llevan en círculos.
Me sentía escéptica. No parecía tan complicado. No se veía como si fuera un truco excepto por el hecho de que los pasillos eran sinuosos y parecían estar en todas partes. Parecía confuso, pero bastante elaborado. Así que me llevó en un recorrido por los pasillos de las esquinas de azulejos verdes y para mi sorpresa, terminamos justo donde empezamos. —Pero no me di cuenta que estábamos regresando. Eso es muy raro.
—Sip. Papá es un genio.
—Claro que lo soy —bromeó Peter. Nos dimos la vuelta para encontrarlo riendo de nosotros—. Gracias por notarlo.
—Hola, papá.
—Hola, hijo. —Me sonrió—. ¿Vas a quedarte ahí o le vas a dar un abrazo a tu suegro?
Me eché a reír. —Me gusta cómo suena eso.
—A mí también me gusta, cariño. —Se echó hacia atrás, pero mantuvo su brazo alrededor de mi hombro mientras se abría camino por los pasillos de las esquinas de azulejos crema. Harry nos seguía con Bella a su lado—. Así que, ¿qué es lo que has venido a decirnos?
—Um —Miré a Harry cuando llegamos al estudio. Miró con curiosidad a su padre.
—Ayer me di cuenta de que algo andaba mal, Harry. Supuse que era algo que _______ quería hablar con nosotros. Sobre sus amigos humanos, tal vez. —Era su turno para verse confundido—. Por la mirada de sus caras supongo que no.
—¿Dónde está mamá? —le preguntó Harry suavemente y tomó mi mano para sentarse conmigo en el sofá.
Oí a Peter llamarla en su mente y ella le dijo que estaría allí en un minuto. —Ya viene. ¿Está todo bien?
—Todo está bien. Sólo queremos hablar con ustedes de algo.
Peter asintió y miró pensativo. Había un cuenco de cristal en el final de la mesa. Él movió los dedos de atrás hacia adelante un poco, haciendo que el recipiente se deslizara de un lado a otro, siguiendo los movimientos de su dedo sobre la mesa mientras intentaba averiguar lo que estábamos a punto de decirles. Rachel entró y después de los abrazos y los vasos de té, Harry se puso en marcha. Lo explicó todo, acerca de lo que quería hacer, cómo quería ampliar los centros de tutoría y que no le interesaba formar parte de la firma de arquitectura. Peter escuchó mientras Rachel miraba con recelo entre ellos dos. El silencio de Peter era raro. Era casi como si él no estuviera pensando nada y sus pensamientos se hallaban simplemente en pausa, incapaz de procesar.
Pero entonces comenzó a hacerlo y oí su respuesta antes de que dijera—: Harry, sabes que siempre he admirado tu iniciativa. Empezar solo tu propia empresa fue brillante. —Una pausa intensa—. Pero siempre supuse que sería algo temporal. Siempre he asumido y quería que vinieras a trabajar conmigo en la empresa. Es bastante sorprendente saber que no quieres eso, hijo. Esta es la primera vez que oigo de ello.
—Lo sé —respondió Harry—. Para ser honesto, si _______ no hubiese aparecido, probablemente me habría puesto a trabajar contigo en la empresa. —Se apresuró a explicar—: No es que sea su idea ni su culpa que no lo haga, es sólo que me dio el valor para hacer lo que quiero. Tomar las decisiones ya no se trata sólo de mí y ella tiene fe en que puedo hacerlo.
—Yo también. —Peter se aclaró la garganta—. Tengo fe en que puedes hacerlo. Eso nunca estuvo en duda. Es sólo que trabajar en la empresa es la tradición, y es un honor continuar con el legado que construyó nuestra familia. Sólo pensé que querías ser parte de eso.
—No es que no quiera trabajar contigo, papá. Es que deseo más hacer esto.
Peter pensó. Rachel y yo nos quedamos en silencio. Esto era algo que los chicos tenían que resolver. Al final habló en voz baja—: Eres un hombre, Harry y no puedo decirte qué hacer. Estaría mintiendo si dijera que estoy muy emocionado al respecto, pero te voy a apoyar como siempre lo hago. Nunca me has defraudado. Si esto es lo que quieres, entonces creo que es lo que debes hacer.
Harry suspiró, un peso fue levantado y una carga liberada. — Gracias, papá.
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Atando Cabos (Harry Styles y tu)
RandomUltima Entrega _______ y Harry deberán atar todos los cabos sueltos de sus vidas y buscar una forma de estar completamente juntos y por sus cuentas. Con todo lo que ha pasado con Bish y el padre de _______, ella está casi reluctante a seguir adelant...