Canción para ambientar la lectura.
Bajo un cielo gris y la helada lluvia que caía sobre Seúl, un chico corría rápidamente, tratando de esquivar todo a su paso lamentando su situación deplorable; no tenía paraguas ni nada que lo protegiera, estaba solo y asustado.
Vio hacia atrás y ya nadie lo seguía, eso había estado cerca, robar no era una de sus cosas favoritas, pero tenía hambre. A lo lejos veía como personas caminaban bajo un paraguas, unos jugaban sobre los charcos de lluvia y él, él lo odiaba; odiaba esos días en los que llovía por qué no tenía un techo donde refugiarse.
Recordó aquel día en el cual lo dejaron solo, en ese entonces el no entendía nada. Ahora los recuerdos eran lejanos pero el sentimiento de soledad estaba instalado en corazón, sus propios padres lo habían abandonado.
El odiaba recordar lo ingenuo que fue al pensar que volverían por él, sentado en aquel parque donde la primavera lograba florecer los hermosos arboles de cerezos, sin embargo, jamás pasó. Por mas que espero sentado, las horas pasaron y el a su corta edad entendió que no regresarían.
Ahora ese era su diario vivir, robar para comer y a veces dormir en aquellos callejones alrededor de basura y cartón aguantando las noches heladas.
La gente lo miraba con asco, otros simplemente lo ignoraban, él ante la sociedad no existía.
Luego de correr cuadras alejándose de aquel puesto donde había robado, se metió al callejón el cual se había convertido en su estancia los últimos cuatro días.
Sacó su valiosa comida, llevaba dos días sin comer así que ni siquiera sintió por donde le pasó aquel rico pan y aquella leche de fresa que tanto le gustaba y que solo podía obtenerla robando. Sabía que no era correcto, pero la situación lo ameritaba, se sentía débil y no podía dejarse morir o incluso desmayarse pues sabía que nadie le ayudaría y tenía miedo de que eso pasara.
Tiró la basura a uno de los contenedores y se metió a su "elaborado" fuerte hecho a base de cartón. Tenía tanto frío, odiaba la lluvia, pero ¿qué podía él hacer?
Decidió cerrar un momento los ojos, pero unos pasos unidos a la lluvia que caía fuerte lo pusieron alerta. Para él eso representaba peligro.
-Así qué aquí estás - habló un muchacho que identificó como el hijo de aquella señora a la cual hace minutos le había robado.
-Sal de ahí maldito mocoso. - el muchacho con fuerza tomó el brazo del menor y lo arrastró con fuerza provocando quejidos de dolor.
-¡Espera, no me hagas nada, te lo suplico! - el menor ya había comenzado a llorar debido al miedo de lo que pudiera llegar a pasarle.
-Las personas como tu deben aprender a no cometer tales actos - habló molesto el mayor.
De la aflicción que sentía en ese momento no se había dado cuenta que ya estaban saliendo del callejón, trató de pedir ayuda, pero como siempre, no era notado. Miradas indiferentes eran dirigidas hacia él.
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R A I N «KOOKV»
FanfictionEstar sólo era una palabra que Taehyung conocía a la perfección. Había sido abandonado por su propia madre y desde pequeño se dedicó a ver las calles como su lugar para vivir. Siempre habrá un ángel que cuidará de ti y definitivamente Jungkook era...