Decimoséptima carta.

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Querida María

Eres tan hermosa.

Tu piel es tan blanca como la nieve.

Y si no fuera por tus cabellos pelirrojos,

 te diría que eres lo más cercano a una Blanca Nieves fuera del cuento, 

una real.

Tus rojizas pecas que adornan tus pómulos y 

aquella mirada de ninfa te hacen ver como un sueño de otoño, 

mi sueño de otoño.

Eras un sueño antes de convertirte en todo lo que ahora eres.

Y ahora eres más que un sueño, ahora eres inalcanzable, casi irreal.

Y ser así, te está robando la vida.

Posdata: ¿Eres feliz con esta decisión? 

Posdatas para María.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora