Ella estaba completamente enamorada de un chico, él tal vez en algún momento también lo estuvo de ella, probablemente en algún momento los dos se quisieron bastante pero el tiempo pasó, llegaron más personas a sus vidas y ellos se fueron separando poco a poco hasta llegar al punto en el que no podian llegar a verse por la infinita distancia que entre ellos existía, distancia que ellos mismos fueron creando, esa distancia que a ella le partía el alma pero aun así no hacía nada para romperla, para borrarla. ¿por qué? Por miedo a lo que pudiera pasar...
Ese es otro de sus tantos errores, el temor, el miedo que le tenia a lo que pudiera ocurrir, a lo que las personas pudieran decir.
Esta chica se la pasaba en su cuarto, encerrada y sola con solo 4 cosas:
1.- Una libreta.
2.- Un lápiz.
3.- Música... y por supuesto..
4.- Miles de pensamientos y sentimientos dentro.
Le apasionaba escribir ya que era una manera de expresar lo que sentía sin que nadie la criticara.
No estaba sola, se tenía a ella misma y a miles de personas a su alrededor que la apresiaban demasiado por lo que era realmente y no por lo que aparentaba ser, pero claro, ella no se daba cuenta de eso ¿por qué?, no quería verlo, estaba tan entretenida, tan metida en sus problemas, en las cosas malas que le sucedían, viendo todo de color negro, viendo a la tormenta sin un final, viviendo sin esperanzas, durmiendo para obtener más y más sueños pero sin despertar para realizar sus sueños, para actuar, otro de sus defectos...
Tenía tantos sueños pero no se atrevía a hacer algo para hacer de sus sueños una realidad, tenía tantos anhelos, tantos deceos, pero no hacia nada para lograrlos.
Ella sentía tanto amor por él... él solo jugaba con sus sentimientos, probablemente el no lo sabia pero lo hacía, tal vez inconscientemente pero a ella le hacía daño, la mataba por dentro, con sus acciones, con sus palabras, incluso con su mirada, con su presencia.
Había unos cuantos chicos detrás de ella (ninguno era él) pero ella no le hacía caso a ninguno, no se le hacía justo darle la oportunidad a alguien sin sentir nada por ese alguien y queriendo a otra persona pues pensaba que le haría daño a esa persona y por supuesto a ella misma... eso era simplemente lo que no quería.
Los otros chicos lucharon mucho por ella hicieron todo lo posible para conquistarla:
Uno de ellos le escribió cartas, le regalo rosas, la llenó de detalles, le ofreció todo su amor, ese chico solo pedía una oportunidad para demostrarle a ella todo lo que sentía, para hacerla feliz, pero ella se negaba por sencillas razones:
No queria hacerle daño.
No quería ilusionarlo.
No quería volver a sufrir.
Sabía muy bien que no funcionaría.
Estaba pérdidamente enamorada de alguien más.
Entre otras cosas.
Otro chico era demaciado perfecto para ser verdad... era inteligente, lindo, romántico, atento, especial, único, diferente, sincero, le gustaba la lectura, la escritura y la poesía al igual que a ella, pero este chico le falló una vez y ella temía que eso volviera a suceder.
Otro chico que la quería también, llegó al punto de ir a verla, llevarle rosas y cantarle pero ella lo rechazó por las mismas razones.
Esos chicos tenían algo en común: ellos la querían pero a ninguno pudo aceptar.
Ella no podía enamorarse, no otra vez, pues tenía la absurda idea de que enamorarse implicaba volver a sufrir. Muchas personas le decían que le diera una oportunidad a cualquiera de los chicos, que le diera otra oportunidad al amor, que se diera nuevamente la oportunidad de amar pero ella siempre pensó que no se podía llegar a amar en un día ni olvidar en dos.
Ella no podía llegar a enamorarse de ninguno de ellos porque ya estaba enamorada de él, de esa persona que ya no la quería, y que nunca llegaría a luchar por ella de la misma manera que esos chicos y que a pesar de eso ella no dejaría de querer nunca.
Algunos le decían que saliendo con alguien más lograría olvidarlo, pero no era así de simple, por experiencia ella sabía que no era lo correcto y que no lograría nada, al contrario se dañaría aun más.
Todas las mañanas al despertar en lo primero que ella pensaba era en él, en ese chico que la traía como loca, todos se daban cuenta menos él. Estaba tan enamorada que a pesar de todo si él volviera y le dijera tan solo una o dos palabras ella estaría, en menos de un instante, otra vez junto a él, si, a pesar de todo. Aunque ella sabía muy bien que eso nunca pasaría, que él nunca volvería. Otro de sus defectos...
Siempre esperaba cosas que sabía que eran imposibles, esperaba cosas que no irían a pasar pero a pesar de saberlo las esperaba.
A ella le dolía lo que él hacía, que hablara con otras chicas le partía el corazón en mil pedazos aunque ella y él no fueran nada y ella estaba consciente de eso, se escondía para llorar o simplemente decía que no tenía nada cuando tenía de todo.. pues como iba a explicar eso, no podía decir que estaba así porque aún lo amaba, simplemente no podía, sería algo absurdo aunque ya todos lo sabían.
Lo que ella más odiaba era como él actuaba y como ella misma lo interpretaba... Él no tenía la culpa de nada, si estaba así era porque ella quería estar así o tal vez no pero no hacía nada para dejar de estar en esa situación, aunque no había mucho que hacer en este caso, pues no se puede luchar contra el corazón.
Ella le hablaba a él, no mucho pero si, el problema era que con un simple y sencillo "Hola" ella se enamoraba aún más y empezaba a tener ilusiones, ilusiones falsas, incluso con una simple pero mágica mirada ella pensaba que él aún sentía algo por ella y regresaban esas mil ilusiones dentro de su cabeza y de su corazón.
Ella estaba consciente de que debía tomar una decisión, de que tenía que alejarse de él, pero como le iba a hacer si lo veía todos los días, si no dejaba de pensar en él, si lo amaba. Sabía que tenía que alejarse de él pero no lo hacía, no podía, era como intentar cruzar el mar en un minuto, algo absolutamente imposible, pero era "olvidarse de él o seguir sufriendo" lo único que necesitaba para tomar esa difícil decisión era saber con certeza lo que él sentía por ella, lo que él pensaba de ella, para saber eso lo único que necesitaba hacer era acercarse a él y preguntarle lo que ella necesitaba oír era un "te quiero" para quedarse o un "ya te olvide, no te quiero" para resignarse e irse. Algunos pensaban que la última opción le dolería más pero no era así, al contrario lo que más le dolía era la duda, en caso de que fuera la última opción tal vez dolería pero le ayudaría bastante.
Lo mejor para él, según ella, era alejarse porque ella sabía o por lo menos pensaba que mientras ella más lo quería él más se alejaba, más quería a otra persona.
Hay una frase que dice "Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde" muy cierto justamente eso le pasó a esta chica, eso le sucedió, mientras más lejos lo veía más lo necesitaba...
Él pasaba por su mente cada día, cada noche, todo el tiempo, él ni siquiera se acordaba de ella. Él podía ser feliz con otra persona, ella solo era feliz con él.
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Ella
Teen FictionEsta es una historia un poco rara, sobre una chica común como cualquier otra y a la vez como ninguna.