La primera vez que conoció a Cheng Xia fue a principios de otoño. Aunque el viento era
fuerte, la temperatura en Beijing no bajó en absoluto. El joven Li Zekun no quería salir de
casa.
Esa vez, hubo fuertes lluvias durante todo el día y finalmente el ambiente se sentía más fresco
por la noche. Iba a celebrarse el cumpleaños de Li Zekun pronto, y entonces un grupo de
personas llegó hasta su puerta para buscarlo. Li Zekun tuvo que darles buena cara, aunque
era muy perezoso. Primero fueron a un club deportivo a jugar, Zekun disparó algunas flechas
en el campo de tiro, pero debido a que no quería hacer nada más, se sentó y observó a sus
amigos ir a los bolos después. Cuando dieron más de las diez en punto, alguien sugirió ir al
karaoke para hacer un gran barullo alrededor suyo. Li Zekun apagó su cigarrillo.
—Yo me iré a casa.
Song Yu lo detuvo.
—Hoy en día, los amigos no son tan fáciles de reunir. ¿Quieres ser un viejo amargado tan
pronto?
Li Zekun se rio perezosamente.
—¿Intentas hacerme sentir culpable para que me quede aquí toda la madrugada?
Aunque Li Zekun es joven, siempre ha sido muy reservado y sus pasatiempos son similares a
los de los ancianos. Cosas más refinadas como el paracaidismo, golf o los clubes ecuestres. Li
Zekun ha tenido varios amigos a lo largo de su vida. Personas ordinarias, hijos de personas
más ordinarias todavía. Está un poco cansado de la manera en la que ha sido criado y de
convivir con la sociedad de manera voluntariamente obligada. Estaba harto de su casa, de su
padre, y de la gente que no dejaba de molestarlo. Harto desde lo más profundo de su corazón.
Pero hoy, este grupo de jóvenes había dejado en claro que no querían dejar ir a Li Zekun, así
qué mientras reían, le tomaron de los hombros y le preguntaron:
—Hoy, iremos al lugar favorito del joven maestro. ¿Qué te parece eso, hombre?
Li Zekun esperaba que dejaran de seguirlo como si fueran un conjunto de polillas. Su
expresión hastiada no hace ninguna diferencia así que decide afrontar su horrible destino y
llevarlos a todos a un pub. El gerente ya les ha dejado la mejor habitación privada, y Li Zekun
se esfuerza por encontrar un buen lugar —próximo a un enchufe— para sentarse primero.
Jugó con su teléfono móvil y se entretuvo en redes sociales también. Ignoró a sus amigos que
ya habían pedido al gerente que les consiguiera la compañía de algunos niños y niñas
atractivos. El dedo de Li Zekun rozó su Weibo, una plataforma de películas y escuchó de
tanto en tanto a los otros riéndose mientras se compartían una botella de cerveza. Uno de los
chicos, un nuevo rico, estaba muy orgulloso mientras decía que ya había registrado todas sus cuentas a su nombre. Otra persona que tenía buena apariencia, le guiñó un ojo a un recién
llegado, le sonrió y dijo:
—Entonces, ¿nos cantas una canción? Escuché que te vas a ir de Beijing pronto y quiero que
te lleves un lindo recuerdo.
Song Yu le arrebató el micrófono a una chica bonita y luego se lo entregó al niño nuevo para
dejarlo cantar. Esta es la regla que siempre siguen los amigos de Zekun cuando salen a
pasarla bien, la primera canción tiene que ser cantada por el último en ingresar al cuarto. El
niño no sabía lo que estaba pasando porque no escuchó con atención lo que el grupo estaba
diciendo. No podía cantar, él simplemente había sido arrastrado allí por su hiperactivo
acompañante. El micrófono estaba metido en su mano y solo pudo pensar en las canciones
que cantaba cuando era un chiquillo.
La atmósfera en la habitación privada se estaba animando con las canciones infantiles para
cuando Li Zekun dejó su teléfono móvil, levantó la vista hacía el niño y se echó a reír. Sonrió
y saludó al niño.
—Déjame ver si entiendo. Fuiste obligado a venir, ¿verdad? —La posición de Li Zekun es la
más alta —social y económicamente—, y Song Yu no alcanza más que a empujar al niño.
—Ve. El gran maestro rara vez está interesado en alguien.
Las luces del club nocturno son demasiado confusas, las personas parecen estar
absolutamente mareadas debido al alcohol y a las luces láser y Li Zekun, no ha dejado de ver
al joven que tiene enfrente. Descubrió que esta persona es realmente menor, tiene 17 años.
Sus ojos son del color del cielo, especialmente raros y absolutamente especiales. Su mirada se
mueve con ligereza y la forma de sus labios también es del tipo de sonrisa que hace que las
personas se sientan bien. Algún amigo de Zekun le entregó un encendedor al niño.
—Muévete y dale un cigarrillo al señor Li.
Li Zekun sonrió, negó con la cabeza, pero realmente terminó por fumarse un cigarrillo. Lo
pellizcaba entre sus dedos cada que se aproximaba a él, pero el niño no se movió. Parecía
vacilante, un poco confundido, y muy asustado. Li Zekun no se califica como una mala
persona, solo es un hombre aburrido... Un hombre aburrido que ahora tiene un punto de
interés. La mirada de Li Zekun cambió gradualmente de la perezosa del comienzo hasta una
intimidante similar a la de una bestia que busca comida. No tuvo pelos en la lengua cuando
preguntó:
—¿En cuánto te vendes?
La cara del niño pareció tener un momento de rigidez y otro momento de vergüenza, pero
aun así suspiró un poco y arrojó una palabra.
—¿Vender?
Li Zekun se levantó y agarró su muñeca, mirando alrededor y observando cómo sus
acompañantes miraban interesados el desarrollo de las cosas. Sus amigos reían.
—Voy a dártelo todo, lo que quieras... Así que ven conmigo.
Era extraño que Li Zekun se llevara a una persona casualmente durante una reunión, y ahora
que iban rumbo al hotel recordó que había una frase importante que se supone debes
preguntar para tener una buena sesión de sexo.
—¿Cómo te llamas? No tiene que ser tu nombre real.
—Cheng Xia.
El nombre era muy cálido y limpio.
—¿Estás bien con el Sado?
—... Estoy bien con lo que el señor Li quiera.
En ese momento, Li Zekun estaba honestamente decepcionado con esta persona. Había
pensado que podía escucharlo y tal vez... Hablar. Hablar por primera vez. Pero Li Zekun,
quién pensaba que era igual a los corderos que lo seguían por su apellido, trató al niño como
un “dominante experimentado”. Por supuesto, hizo un muy buen trabajo con el bondage.
Cuando finalmente terminaron, incluso lamió la sangre del interior de los muslos de Xia. Ser
un Dom puede considerarse incluso como una especie de talento y, cuando Li Zekun salió de
la cama, sonrió placenteramente al ver que sus propias piernas estaban blandas. Al mirar
hacia atrás, Cheng Xia ya estaba cansado y no podía abrir los ojos.
—Se ve realmente hermoso. —Se dijo a sí mismo, tomó más de 3,000 en efectivo de su
cartera y los puso sobre su almohada. Zekun no lleva mucho efectivo con él, pero tiene un
montón de billetes de tres mil, y una tarjeta roja cargada con millones.
Li Zekun no esperaba encontrarse con esta persona en el futuro. Después de más de dos
meses, cuando Li Zekun volvió a ir al pub, ya era finales de otoño y el cielo se estaba
enfriando lentamente. Li Zekun llevaba un suéter con capucha delgado y al llegar a la sala
privada, descubrió que el gerente había tratado de localizarlo desesperadamente.
—Joven Li, un cliente llamado Xia ha estado preguntando mucho por usted últimamente.
Li Zekun no está del todo familiarizado con este nombre, dijo fríamente:
—No estoy disponible para más juegos sexuales. Dile que puede alquilar una prostituta.
El gerente se rio.
—Bueno, al parecer fue usted el que hizo sentir a alguien como una... Vino a regresarle su
dinero.
Li Zekun se sorprendió de repente, el joven de la noche de karaoke apareció brillando en su
mente. Estaba un poco aturdido.
—¿Sabes dónde está?
Más tarde, realmente se las arregló para envolver a Cheng Xia bajo su telaraña. A la larga,
comenzaron a trabajar juntos. Li Zekun sintió que lo más interesante de Cheng Xia era que se atrevía a decir sus verdaderos sentimientos, lo que le gustaba y lo que lo hacía sentir mal. Le
preguntó por qué había decidido acostarse con él y Cheng Xia respondió:
—Porque tienes bonita voz.
Cheng Xia es la clase de joven que Li Zekun no había conocido nunca. Le gusta ver
caricaturas como "La casa de Mickey Mouse" y "Tom y Jerry". Cuando hablaban, siempre
tenía una sonrisa infantil y cuando follaban insultaba tanto como un adulto —si lo hacía bien
—. Nunca hablaba de sí mismo y le gustaba escuchar todas las anécdotas de Zekun. Era tan
brillante como un enorme sol, y el mundo entero de Li Zekun se volvió entonces
verdaderamente cálido.
Li Zekun pronto descubrió que, aunque su examen de ingreso a la universidad fue muy bueno
y había sido admitido en la Universidad Normal de Beijing... Cheng Xia tenía una
enfermedad de la sangre. Algo hereditario. Cuando Li Zekun supo esto, tomó su mano y su
expresión facial se derrumbó completamente. En ese momento, a Li Zekun realmente le
gustaba Cheng Xia. Lo amaba. También entendió que las primeras palabras de Cheng Xia
habían sido todas falsas. Cheng Xia, como su nombre, era amoroso y lleno de entusiasmo. Él
preferiría escuchar a contar sus problemas, y parecía estar dispuesto a ocultar su dolor que a
pedirle ayuda a los demás.
Desde la cabeza a sus pies, Cheng Xia es un pequeño adolescente infantil y estúpido. Se sabe
la canción de: "En el desierto de la esperanza". Cuando está aburrido sin duda hará algo
descabellado... En la madrugada, llamaría el nombre completo de Li Zekun y lo observaría
por horas y horas... Le gustaba el cereal, la leche dulce, las caricaturas... Era tan bueno.
Infinitamente bueno. Li Zekun solo le dijo una palabra al médico de la sala.
—Cúrelo. Cúrelo, por favor. Puedo pagar por ello.
Li Zekun una vez pensó que no se enamoraría de nadie y no esperaba que estuviera
equivocado.
Cada instante, después de la partida de Cheng Xia, Li Zekun pensaba que este bien podría ser
su castigo por tomar la médula ósea que otros también necesitaban. Puede atormentarse
también por otras razones porque siempre piensa en cada una de sus faltas... Como en la
primera noche de principios de otoño, cuando vio a Cheng Xia por primera vez y le gritó:
—¿En cuánto te vendes?
Li Zekun se despertó repentinamente a mitad de la noche, limpió el sudor frío de su frente,
suspiró y abrazó la almohada que antes le pertenecía a Xia. Ya no podía dormir y comenzó a
mirar por un pequeño espacio entre sus cortinas.
—Te extraño.
Li Zekun susurró eso débilmente y cerró los ojos de nuevo.
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Los diez años en que más te ame
Novela JuvenilUna pareja (He Zhisu y Jiang Wenxu) despues de estar diez años juntos, Jiang engaña a He con varios hombres. He Zhishu por otro lado esta viviendo una triste realidad, esta enfermo. Tiene leucemia. Y se lo oculta a Jiang Wenxu. Mientras He Zhisu hac...