es hora, lamento posibles decepciones ajsja
Voldemort estaba, sin pensarlo demasiado, indignado e insultado.
Su lindo y extremadamente molesto chico tenía exactamente ya una semana de tener dieciocho años, y por supuesto que no perdió el tiempo en abalanzarse sobre el Lord en el momento en que ambos habían tenido un tiempo a solas.
Claro, Voldemort no se contuvo. Para nada. De verdad, él no trató a su chico con cuidado la primera vez que lo hicieron, no esperó a que se acostumbrara a él, no trató ni por su maldita vida tratar de relajarlo con suaves besos ni se concentró principalmente en complacer a su chico en vez de a sí mismo. No importa cuánto lo moleste su chico con ello, Voldemort jamás habría hecho tal barbaridad.
Excepto que, viéndose a sí mismo, sí lo hizo, así que realmente, todas sus acciones desde que se dió cuenta que había actuado tan mal, tenía que resolverlo.
Por supuesto, una sola vez no sería suficiente para arreglar tan gran problema, así que Voldemort aprovechó cada oportunidad que tenía, en cualquier momento y en cualquier lugar. Voldemort se juró a sí mismo que no estaba actuando como un maldito adolescente hormonado que claramente su chico sí era.
—Tom...— el gemido ahogado de su chico lo distrajo brevemente de sus pensamientos, haciéndolo agregar un tercer dedo y sonreír con suficiencia ante el fuerte gemido que obtuvo en respuesta. Los ojos entreabiertos de su chico lo miraban nublados de excitación y Voldemort sintió que su miembro se agitaba en sus pantalones ante la exquisita vista. Harry se deslizó con desesperación hacia los largos dedos dentro de él, tirando las pocas cosas que aún estaban en el escritorio debajo de él—. Por favor, Tom...
Su chico estaba completamente desnudo sobre el escritorio de su oficina en el Ministerio de Magia, su túnica y uniforme de Hufflepuff descuidadamente en el suelo y su cabello aún más desordenado que de costumbre, dándole una imagen bastante apetecible cuando se le sumaba casi todo su rostro sonrojado, con algunas mordidas (de un orgulloso Lord) en su pecho sudoroso y sus labios rojos e hinchados, ya sea de besos o de mordérselo, a Voldemort no le interesaba. Una de las manos de sus chicos se aferraba al borde del escritorio como si su vida dependiera de ello, mientras que con la otra sostenía levemente su pene, acariciándose con fuerza cuando el placer lo nublaba, gimiendo con molestia y lástima cuando Voldemort detenía todo movimiento cuando se acercaba lo suficiente al orgasmo.
—¿Necesitas algo, chico?
—Beso— su chico levantó levemente su cabeza mientras comenzaba a masturbarse, apretándose alrededor de los dedos que lo abrían sin demasiada prisa para su gusto. Voldemort le sonrió y sin prisa se inclinó hacia él, besándolo profundamente y disfrutando el sabor de su chico, casi ignorando que su propia erección dolía y la incomodidad de su ropa interior humedeciéndose cada vez más con su propio pre-semen. Su chico aprovechó el momento para soltar el escritorio y agarrar el cuello del Lord, acercándolo aún más, levantando las caderas y restregándose contra él sin ninguna vergüenza—. Vamos, Tom, por favor— jadeó, separándose del beso y manteniéndolo cerca—, por favor...
Voldemort gruñó y con un pequeño pensamiento se bajó los pantalones junto con la ropa interior hasta las rodillas mientras sacaba sus dedos del interior de su chico, acercándose todo lo posible al escritorio y luego deslizando más cerca al necesitado adolescente, quien sin dificultad alguna rodeó con sus piernas la cintura del Lord, satisfecho con la nueva cercanía. Voldemort tragó un poco de saliva y con facilidad se deslizó dentro de su chico, disfrutando la calidez y el leve estrechamiento. Su chico gimió satisfecho cuando entró por completo y Voldemort suspiró levemente.
Y luego recordó lo malditamente suave que fue, y comenzó a moverse con rapidez, recibiendo en respuesta gemidos agudos de su chico y unas uñas clavándose en sus hombros aún vestidos con una camisa negra. Sus manos apretaban con fuerza la cintura de su chico para mantenerlo en su lugar mientras se inclinó y mordió uno de los pezones rosas, disfrutando por completo del grito agudo que recibió y la mano estirando de su cabello con fuerza, sin intención verdadera de alejarlo.
Una serie TomTomTom inundó sus oídos mientras embestía con fuerza contra su chico, cada vez golpeando con éxito la próstata. Era excitante, la combinación de los golpes húmedos de sus pieles, la voz de su chico gimiendo su nombre con ímpetu y la calidez húmeda que lo rodeaba con persistencia lograba ponerlo al límite, y realmente disfrutaba correrse en él, pero, por supuesto, todo lo bueno parece tener un final.
Dos golpes secos sonaron en la puerta de su oficina, y Voldemort se detuvo brevemente ante la idea de que alguien entrase en ese momento y viera a su chico en su escritorio, gimiendo de placer y en uno de sus mejores momentos. Un ardor en su pecho hizo brillar sus ojos rojos, que desapareció tan rápido como escuchó el casi inaudible gemido de queja de su chico.
—¿Qué?— habló con normalidad, sonando tan aburrido como siempre.
—Las pociones requeridas están guardadas en sus respectivos lugares— la aburrida voz de Severus Snape se escuchó con claridad a pesar de la gruesa puerta que los dividía, y su chico se tensó bajo él con los ojos abiertos de par en par al reconocerlo. Voldemort sonrió y comenzó nuevamente a moverse, lento y con fuerza, obligando a Harry a taparse la boca con una mano con fuerza, cerrando los ojos fuertemente con cada nueva embestida—, y el imbécil del profesor defensa logró, nuevamente, casi asesinar a tres Ravenclaw y dos Hufflepuff, solamente hoy.
Voldemort quería reír, si era sincero. Mientras aumentaba su ritmo a la vez que disfrutaba del pánico y del deseo claramente obvio en su chico, agradeció de tener a Severus como una de sus manos derechas, en especial porque al hombre nunca le había gustado desperdiciar palabras y tiempo con gente, ni siquiera con el mismo Señor Oscuro.
—Me ocuparé de ello, Severus.
No obtuvo respuesta, y a pesar de que no lo aceptaría de nadie, Severus era una excepción a su regla. Sintiendo más que oyendo a su fiel seguidor alejándose por el silencioso pasillo, volvió completamente su atención al jadeante chico bajo él, sacando con un poco de brusquedad la mano que lo privaba de los sonidos de placer que causaba. Su chico gimió con fuerza cuando Voldemort volvió a penetrarlo con rapidez y no tardó en correrse cuando sintió los dientes del Lord mordiendo sin muchos cuidados un lugar en su cuello que lograba ponerlo al límite con rapidez.
Voldemort gruñó mientras embistió dos veces más antes de correrse dentro de su chico, lamiendo la mordida hecha hace pocos segundos. Su chico gimió suavemente sintiéndose sobre-estimulado ante las caricias. El Lord se detuvo en el cuello de su chico unos segundos antes de alejarse y contemplar la vista del Hufflepuff, que se veía desecho y satisfecho sobre el escritorio de madera oscura, y su trasero goteando el semen de Voldemort.
Voldemort sonrió con suficiencia ante la vista, y su chico lo miró, aún jadeando levemente y con el cariño, la diversión y la vergüenza brillando en sus ojos verdes.
Casi se le borró la sonrisa mientras lo ayudaba a limpiarse con una pequeña toalla que transfiguró, dándose cuenta lo fácil que le era leer ahora los sentimientos de su chico, y aún lo más fácil que era igualarlos sin siquiera intentarlo.
(Mientras tanto, en los terrenos de Hogwarts, cierto Maestro de Pociones parecía querer asesinar a cualquier pobre alma que se atreviera a cruzarse en su camino hacia las mazmorras, donde definitivamente bebería una botella entera de su mejor whisky y trataría de olvidar por completo ese día, recordándose a sí mismo que no puede simplemente matar a uno de los magos más poderosos que conoció jamás por estarse acostando con su hijo.)
bueno, este fic es casi completamente autocomplaciente, por lo que los capítulos son totalmente randoms ajsjaj; si quieren leer alguna situación en específico de estos lindos chicos, pueden dejarlo en los comentarios y, en algún momento (lo juro, tarde o temprano), lo escribiré uwu
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Lord Amor [Harrymort]
FanficHarry James Potter, de diecisiete años y de, por Merlín, Hufflepuff, es quien lleva la correa del Señor Oscuro. O donde Voldemort es el alma gemela de Harry, y viceversa. ! Actualizaciones irregulares, escribo esto por mi pobre corazón harrymort ham...