Capítulo 08.1

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-Estoy impaciente porque conozcas a mi madre.

-Pero yo ya conozco a tu madre cariño.- le respondí con una sonrisa mientras acaricio su mejilla, logrando que él me devuelva la sonrisa y eso no hizo más que derretirme.

-No me refiero a Esme, ella es más...- hizo una pausa como buscando las palabras adecuadas y tenía la idea de que quizás nuestra conversación no era tan privada como ciertamente nos gustaría, desventajas de estar en una casa de vampiros con súper sentidos.- mi madre adoptiva, pero mi madre, a la que me refiero, fue la que me convirtió, así que técnicamente si es mi madre, madre, solo que de esta nueva vida.

Mordí mi labio inferior sin saber que decir, Cedric rara vez habla de su vida antes de los Cullen, y nunca ha dado el más mínimo detalle de su vida humana, lo único es que fue convertido cerca de sus diecisiete o dieciocho años. No me quejaba, aunque ciertamente estábamos en desventaja, él sabía prácticamente todo de mi y yo casi nada de él, pero así como me contó sobre qué era un vampiro, sé que eventualmente me contara más cosas de su vida cuando este listo. Tome la decisión de prestarle toda mi atención, aunque no era algo difícil, siempre que Cedric estaba en una misma habitación que yo, él de manera irrevocable acaparaba mi completa y absoluta atención.

-¿Cuándo podré conocerla?- vi como su sonrisa se ensanchaba de ser posible, suspiré completamente encandilada.- Deja de ser tan encantador.- me queje mientras le daba un ligero empujón, que literal ni lo movió.

Se rio entre dientes antes de robarme un rápido y casto beso, hice un puchero por lo rápido que me besó, prácticamente ni lo sentí, y de nuevo se ríe en mi cara, le encanta usar sus habilidades sobrenaturales en mi contra.

-¿Te parezco encantador, vida mía?- su pregunta no necesitaba respuesta, pues él la sabía de sobra, además de que no colaboraría tan abiertamente para elevar su ego.- Dejare de molestarte por ahora, sólo no te enojes.- su condenada sonrisa evitaba cualquier patético intento de mi parte por enojarme, beso mi mejilla y yo me sonrojé como una tonta. Este hombre me mataría uno de estos días, mi corazón estaba como loco.

-Deja de hacer esas cosas, me desconcentras, mejor sígueme contando sobre tu madre.- comencé a decirle mientras me apartaba un poco de su lado por el bien de mi corazón, prácticamente me senté en el otro extremo de la cama de su habitación, pero que importaba.

Fruncí mi ceño al ver cómo contenía su risa y adoptaba una actitud más "seria".- Madre, está algo ocupada por unos problemas que está teniendo mi hermano, así que una vez los resuelva irá a Escocia, y luego vendrá a conocerte.

-¿Por qué irá primero a Escocia?- digo, ya que por su manera de hablar y la mueca casi imperceptible en sus labios me hace pensar que su madre está más cerca de lo que me imagino, pero aún así quiere ir al otro lado del mundo, eso no tiene mucho sentido.

-Mi madre es de Escocia, lleva como veinte años sin ir, así que le ha perdido la pista a su "descendencia".- el énfasis que hacía en la última palabra me desconcertó más que el hecho de enterarme que mi novio tenía otra madre de la cual desconocía su existencia.

-Ciertamente... mmm no entiendo.- logro decir un tanto apenada, me sentía tonta por no entender inmediatamente a que se refería.

Ahora si se rio, no intento disimular su risa.- Es bastante complicado cariño, incluso a mi se me complica.- soltó un suspiro antes de continuar hablando.- Técnicamente es la descendencia de su hermana, la única descendencia de mi madre es mi hermano, que es su hijo biológico, y ambos llevan bastantes siglos en este mundo, son mucho mayores que Carlisle.

"Mayores que Carlisle..."

Él tenía poco más de trescientos años, ¡Dios mío! Si que es impresionante.

𝕆𝕝𝕧𝕚𝕕𝕠 | 𝕷𝖆 𝕳𝖊𝖗𝖒𝖆𝖓𝖆 𝖉𝖊 𝕭𝖊𝖑𝖑𝖆 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora