Se echó a reír. —Es la cosa más linda que he visto nunca. Vas a estar apartando a los chicos con un palo. Tienes que saberlo.
—Lo sé —dije, y sentí un gruñido creciendo en mi garganta.
—¿Acabas de gruñir? —preguntó a través de su risa temblorosa—. ¡Mi hombre está pilladísimo!
—No soy el único, ¿verdad? —Señalé a su novia sentada en las gradas. Y estaba junto a Ashley. No miré de nuevo en esa dirección.
—¡Oh, Vic no está domado! —dijo en voz alta y olfateó mientras rodaba sus hombros—. Vic no está domado.
—¿Quién está domado? —preguntó Mark.
Lo ignoré y continué. —Hablar de uno mismo en tercera persona no lo hace menos cierto, Vic.
Mark se rió conmigo cuando Vic murmuró—: Ríanse, yuppies. Ríanse.
El entrenador nos reunió para comenzar y nos colocamos en posición de salida. Podía oír a _______ animándome silenciosamente en su cabeza. Sonreí mientras me colocaba. Nunca me había visto nadar. De hecho era bueno. Mucho. Nadar era algo que hacía de forma natural. Era rápido, limpio y eficiente.
Cuando el silbato sonó, salté al agua. Me sentí tranquilo aunque mis brazos y corazón latían con esfuerzo. Nadé y me presioné a mí mismo. No miré a los otros nadadores. No quería ni necesitaba ese tipo de motivación.
Quería nadar por mí.
Cuando finalmente volví a la plataforma, ni siquiera miré para ver en qué puesto había quedado. Simplemente salí y agarré una toalla. Ella se quedó sentada en el banco, su labio entre sus dientes, contemplando si interrumpía el estar con mis amigos. Sonreí y negué con la cabeza.
Ven aquí, preciosa.
Se abrió paso por las gradas cuidadosamente y se puso delante de mí. —Lo hiciste genial —dijo un poco sin aliento.
—¿Sí? —Eché un vistazo al tablero. Quedé segundo. Maldito Vic.
Estaba incitándome, tirando la primera piedra. Le di la espalda y oí el eco de su risa desde el otro lado de la piscina—. Supongo.
—No tenía ni idea de que pudieras nadar tan rápido.
—Me encanta —admití.
—Lo sé. Pero en tu cabeza simplemente es divertido. No te ves a ti mismo como si fueras impresionante en ello. No sabía que tú
Tragué saliva al ver la expresión de reverencia en su rostro. —¿Que yo qué?
—Eras así de increíble en todo —susurró.
Con la toalla envuelta sobre mis hombros se inclinó y me besó, chupando mi labio inferior. Pude saborear el agua de la piscina a través de la mente de _______.
—Santa madre —Nos giramos para encontrar a Vic mirándonos con curiosidad.
Me aclaré la garganta y comencé a secarme. —Así que, vamos a tener que irnos, Vic.
—¡No puedes! Acabas de llegar —se quejó, tirándole la toalla a un estudiante de primer año que murmuró un Hola, pero no fue más lejos—. ¡Amigo, no puedes irte!
—Tenemos que hacerlo. Lo siento. Tenemos muchas cosas que hacer.
Se burló y se volvió hacia _______. —¿Cuándo podremos ver tu hermosa cara por aquí otra vez?
—El primer día, estudiaré aquí.
—Impresionante. Hasta luego, amigo. —Golpeó mi puño mientras me despedía del resto del equipo y colaba a _______ en el vestuario. Era un gran no. Las cosas que hacía por esta chica.
Se sentó en el banco frente a mi taquilla y me di la ducha más rápida que jamás había tomado. Escuché los pensamientos de _______ mientras comprobaba su móvil una vez más. Le había enviado cuatro mensajes hoy a Eleanor y este era el tercer mensaje que recibía de Niall. Niall
Al parecer se enteró de la boda por su padre cuando se detuvo en casa hoy y estaba decidido a verla esta noche para hacerla entrar en razón. Me puse la ropa y di la vuelta a la esquina para encontrar su cara culpable enterrada en sus rodillas pegadas al pecho.
—¿Cómo puedo hacerle ver que estoy bien y que esto no es un error? —preguntó.
—¿Por qué tienes que explicárselo? —dije suavemente, y me senté en cuclillas frente a ella, bajando sus piernas.
—Porque fue mi amigo de toda la vida y esto no se trata de hacerme volver. De verdad piensa que me has engañado o algo. Está muy preocupado, lo sé.
Suspiré. No era que no confiase en ella. No era que estuviera celoso. Era el hecho de que sabía que estaría mirándola como si quisiera llevársela lejos y mi cuerpo iba a querer golpearle por ello. —Dile que quedaremos en casa de tu padre.
—¿En serio? —preguntó y me dio una pequeña sonrisa.
—Sí. —Me incliné y le besé la frente—. Lo que sea que haga feliz a mi chica.
—Simplemente no quiero que se preocupe. —Se levantó y me miró. Esa reverencia regresó—. Quiero que sepa que estoy bien. Que estoy a salvo y feliz contigo.
—Bien. Sin embargo sigues teniendo mucho que hacer. Y tengo que hacer un par de cosas antes de la boda.
Asintió. —Necesito algo de mi padre de todas formas. Me reuniré allí con él, seré rápida, conseguiré lo que necesito y estaré lista para irme.
—Suena bien.
Así que fuimos a casa de su padre una vez más. Esta vez para dejar que _______ y su ex tuvieran una charla sobre la boda. Una boda de la que no debería saberse hasta después. Suspiré y froté su rodilla cubierta de vaquero mientras nos dirigía a través de la ciudad. Sólo teníamos que pasar por este día. Mañana estaríamos casados y no seríamos una simple pareja. Sería real para todo el que lo viera.
Y ella sería toda mía. Que le dieran a todo aquel que quisiera su tiempo. Sería mía hasta que decidiéramos volver a la realidad.
ESTÁS LEYENDO
Atando Cabos (Harry Styles y tu)
RandomUltima Entrega _______ y Harry deberán atar todos los cabos sueltos de sus vidas y buscar una forma de estar completamente juntos y por sus cuentas. Con todo lo que ha pasado con Bish y el padre de _______, ella está casi reluctante a seguir adelant...