Capítulo 46 _______

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Mamá me miró para ver si revelaría su secreto o no. Me volteé, dejando que mi frente descansara en la barbilla de Harry. Si ella esperaba mi ayuda, podía olvidarse de ello. Con el tiempo, dijo—: Solía tener una tienda de flores en la ciudad.

—Todavía la tengo —dijo, y se cruzó de brazos.

—Bueno, no has contestado a mi pregunta —continuó papá—, ¿qué estás haciendo aquí?

—No me importa que hayas seguido adelante tan rápidamente — dijo sarcásticamente. Rodé los ojos a pesar de tenerlos cerrados. La mujerera increíble—. ¡Algunos de nosotros simplemente hacemos todo lo posible aquí! Algunos de nosotros no podemos seguir adelante tan rápidamente.

Papá se rió entre dientes, sin ningún rastro de humor. —Has seguido adelante bastante rápido para todos nosotros.

—Además —dijo, como si no hubiera dicho nada—, no tengo a dónde ir. Ya no tengo dinero y

—¿Dónde está la pulsera que te di? —dije en voz baja. No fue porque no me sintiera enojada, sino porque estaba a punto de explotar—. ¿Dónde está la herencia familiar que debías devolver?

Frunció los labios. —Una chica debe comer, _______. No importa lo pequeña que sea su figura. Y tener un lugar para dormir, ya que su familia la echó a la calle como un perro.

Antes de que pudiera decir una palabra, papá explotó—: No. No, Sarah. No tratas a las personas de esa forma sin ningún tipo de remordimiento, y luego vuelves llorando cuando se te acaban las agallas para tu viaje de auto-descubrimiento.

—Eh —murmuró Niall junto a mí—. ¿Quieres ir a algún lugar conmigo, _______, y hablar? ¿Para que dejen salir todo de su lucha mientras no estamos? —Lo miré y me sonrió de una manera conciliadora—. Solos tú y yo.

Me sentí abrumada y desvié la mirada con enojo. Por primera vez en mucho tiempo, me sentí como que si fuera demasiado. Sus pensamientos, mis sentimientos, su rabia, los sentimientos de Harry. Mi madre y Haddock comenzaron discutir. Ella lo llamaba todo tipo de nombres, preguntando qué negocio tenía en su casa. Él a su vez recibió los insultos e intentó calmarla, pero era evidente que también estaba enojado. Mi padre se encontraba confundido, y seguía preguntando qué pasaba. Mi mundo se sentía como si se estuviera desmoronando justo frente a mis pies, pero no había manera de que diera un paso atrás y lo salvara.

Y cuando mi madre le preguntó con tono insinuante por qué Haddock estaba allí para verme, la cara de disgusto de Haddock fue suficiente para borrar cualquier idea de ello. Su enojo se desbordó. — Nunca

—Ella es mi hija. Mírala. Se parece a mí. Y tiene buen gusto para los hombres —se burló de nuestra dirección.

Mi padre la interrumpió, su voz peligrosa. —No vuelvas a hablar de mi hija de esa manera. Puede parecerse a ti, Sarah, pero no es nada como tú.

Caminó hacia él y le dio una bofetada en la cara. El silencio atónito del patio sofocaba mis sentidos. Él no se resistió, se quedó allí, conteniendo su ira.

—¡Mamá! —le grité.

Se volvió y me miró. —¡Cállate, _______!

La repentina ráfaga de ira de mi padre por lo que hizo fue la última gota en mi mente mientras me saturaba y desmayaba. No estaba preocupada. Sabía que Harry me atraparía, y lo hizo. Di la bienvenida al indulto de sus mentes, de sus pensamientos; todo enojo, dispuesto a reclamarme. En ese momento, no quería nada más que oscuridad.

Me hallaba en mi habitación. Lo sabía ya que olía igual que siempre.

Harry me llevó allí después de mi incapacidad para controlar mis emociones y el efecto que tenían en mi cabeza. Suspiré. Incluso luego de todo lo que pasamos, aún me sentía tan impotente a veces.

Sentí sus labios contra mi frente. Abrí los ojos para encontrarlo mirándome mientras sostenía mi cabeza en su regazo. —Lo siento —dije sin convicción.

—Está bien —aseguró, y me sonrió con suficiencia. La lámpara al lado de mi cama era la única luz en la habitación—. Los hizo callar a todos, eso de seguro.

Escuchaba sus pensamientos en la plata baja. —¿Todavía están aquí?

Asintió. —Sí. Nadie se quería ir.

Exhalé en una rabieta. No quería lidiar con ellos. Cualquiera de ellos.

¡Era el día antes de mi boda! Puede que haya hecho un puchero, a tope.

Sus labios se inclinaron hacia un lado en una sonrisa torcida.

—Hombre, eso es lindo. —Y entonces, cambió completamente las marchas, luciendo culpable mientras jugaba con el bolsillo delantero de mis pantalones vaqueros. Dejó que su dedo se deslizara a lo largo de la costura del bolsillo antes de decir—: Lo siento. No debería haber incitado a Niall. Sólo lo empeoré todo.

Atando Cabos (Harry Styles y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora