_______ soltó a Jim y él asintió hacia mí antes de tomar la mano de Fiona. Eran la pareja relajada de entre nosotros. Se alejaron caminando tranquilamente, Bish y Jen los siguieron pocos segundos después de despedirse de _______. Ella se dio la vuelta con una pequeña sonrisa. Su pulsera de estrellas tintineó mientras se frotaba el brazo. El aire del océano era cálido, pero constante y había mucho.
Extendí una mano hacia ella y la tomó de buena gana. Agarré la bolsa de la parte posterior de la camioneta y fuimos a la puerta de la cabaña que alquilé. Era una comunidad de condominios cerrada, con algunas cabañas justo en la playa. Parecía seguro para nuestra situación, pero aún romántico y lo suficientemente aislado para una luna de miel. Era bastante perfecta a pesar de ser de último minuto.
La puerta se abrió con un clic, y _______ encendió las luces con un movimiento de su mano hacia la pequeña sala de estar. Puse la bolsa en el suelo del vestíbulo. Sólo había un dormitorio y la puerta se hallaba abierta de par en par, atrayente. Cerré la puerta principal y me pregunté cuánto tiempo íbamos a bailar alrededor de lo obvio, antes de iniciar el avance hacia esa incómoda habitación.
Pero la subestimé una vez más. Me sorprendió bastante al entrar en la habitación, sin mirar alrededor. Se quitó los zapatos en la puerta. Sus Converse. Les sonreí antes de mirarla a la cara de nuevo. Estaba justo contra mi pecho y me tomó la mano, poniéndola sobre su mejilla. Me incliné, besándola lenta y dulcemente. Pensé en mi estrategia. Debería tomar las cosas muy lento y aunque ella se hallaba en calma, quería mantenerla de esa manera. Si empezaba a enloquecer yo enloquecería. Sólo de pensar en ella enloqueciendo me volvió loco. La imprimación en mi pecho comenzó a zumbar. Me decía que tenía que cuidar de ella, que tenía que asegurarme de que se sentía perfectamente cómoda y —tomó mi cara y me miró de cerca. —Detente.
Luego se levantó de puntillas para besar mi boca y reí para mis adentros. Yo me estaba comportando como la chica. Sonrió contra mi boca y me eché hacia atrás un par de centímetros para verla.
—Te amo —le dije, con sus manos aún en mi cara. Mis manos descansaban en sus caderas, reclamando el primer pedazo de ella de la noche—. No necesito decirte esto, lo sé, pero si hay algo que tengas que decir o hacer, como pedirme que pare, en cualquier momento, dilo.
Asintió y me apresuré para reclamar sus labios una vez más. Sus manos se hallaban frescas contra mis mejillas. Cuando abrió la boca para mí, puso fin a cualquier determinación que tenía.
La empujé suavemente para caminar hacia atrás mientras la guiaba al dormitorio de la casa. La luz se mantuvo fuera y ni siquiera sabía de qué color eran las paredes o la cama, pero no importaba. Cuando llegamos al final de la cama, me debatí sobre cómo quería quitarle ese vestido. Me agaché y besé su hombro desnudo. Mis manos tomaron la decisión por mí y tomaron el dobladillo del vestido para sacarlo. Hice una pausa sólo por un latido para asegurarme que _______ permanecía en la misma frecuencia conmigo. Cuando levantó sus brazos, un ligero gruñido escapó de mi garganta. No podía verla, pero sabía que sonreía.
Lo tiré suavemente por encima de su cabeza y lo arrojé detrás de mí. Me extendí para tomarla de sus costados, los encontré mientras tomaba su boca de nuevo. Ya se encontraba desabrochando mi camisa antes de que pudiera siquiera pensar en ello. La dejé y no la ayudé. Metí la mano en el bolsillo del pantalón, sacando el objeto familiar que siempre mantenía conmigo, y lo puse en la mesita de noche. Cuando llegó al botón de mis pantalones negros, no pude evitar que mi respiración se cortara. Los dejó caer y salí de ellos al dar un paso más cerca de ella.
Dejé de pensar. Dejando que la forma en que mi cuerpo la quería y conocía me guiara. Su corazón en mi pecho, al lado del mío, latiendo constantemente, su felicidad y satisfacción recubriendo mi lengua. Estaba en todas partes. Me ahogaba en ella, era un hombre moribundo, contento de asfixiarme por todo el tiempo que pudiera mantener mis labios sobre los suyos.
Mis manos recorrieron el camino desde el frente de su vientre a la espalda, mientras mis labios se movían para besar un lado de su cuello. Inclinó la cabeza hacia atrás, y me dio acceso completo a su piel, sus dedos clavándose en mis hombros. Moví los labios a lo largo de su garganta, y luego más bajo de lo que nunca estuve y besé el lugar correcto por encima de su sujetador. Si el poco ruido que hizo fue una indicación, diría que lo disfrutaba.
Apenas habíamos empezado y ya era el mejor día de toda mi condenada vida.
Sus dedos se engancharon en la banda de la cintura de mis bóxers mientras mi boca se movía de nuevo hacia ella, como un imán. La besé con firmeza. Nunca me cansaría de esto. Mientras sentía sus dedos bajar mi bóxer, sentí un golpe de ego porque ella me deseaba tanto como yo la quería.
La abracé contra mí para quitar el sujetador y no encontré ningún broche en la parte posterior. —Frontal —susurró. Tragué saliva, agradeciéndole a quien fuera que le hubiera puesto ese condenado sujetador. Por alguna razón, un broche "frontal" sonaba un centenar de veces más sexy.
Sólo podía distinguir su rostro y silueta ahora que mis ojos se acostumbraron a la habitación oscura. Podía oír las olas fuera y no había alumbrado público, pero la luna lucía brillante.
Mantuve los ojos en los suyos mientras dejaba que mis dedos ágiles encontraran el broche que estaba a punto de cambiar mi mundo. Sus ojos se clavaron en los míos y cuando el cierre hizo clic, no se inmutó. Los besos adquirieron un nuevo significado después de eso, las caricias alcanzando niveles increíbles, y el hormigueo y tarareo en la piel de mi cuerpo llegando finalmente a nuevas alturas. Y sabía que ella se encontraba ahí conmigo, en la misma página, sintiendo las mismas cosas y entendiéndolas como lo que eran.
—Te amo con todo lo que soy —me oí susurrar antes de recostarla suavemente y luego seguirla.
—Te amo, Harry. —Dijo mi nombre con un suspiro—. Oh, mi —Se quedó sin aliento cuando mi lengua tocó su clavícula.
—Una vez te dije que no dijeras mi nombre así porque me distraía demasiado —reflexioné y reí—. Pero ahora te pido que lo digas de nuevo.
Me atrajo hacia ella, presionando sus labios contra mi oído. —Harry —susurró y luego mordió el lóbulo de mi oreja, haciéndome gemir.
—Sí —alabé—. Ah, diablos. —No la sentía tratar de presionar en mi mente todavía, pero sabía exactamente lo que quería—. Bebé, escucha. Quiero que esta primera vez solo seamos nosotros. —Sentí su confusión—. Lo que quiero decir es que guardemos la mutualización para otro momento. Esta vez sólo quiero sentirte a ti, y sólo a ti.
Sentí su visto bueno. —Te amo —me dijo—. Te amo mucho.
—Ah, yo también te amo, nena —gruñí. Y luego dejamos de hablar.
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Atando Cabos (Harry Styles y tu)
RandomUltima Entrega _______ y Harry deberán atar todos los cabos sueltos de sus vidas y buscar una forma de estar completamente juntos y por sus cuentas. Con todo lo que ha pasado con Bish y el padre de _______, ella está casi reluctante a seguir adelant...