Capítulo 62 _______

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—No conmigo —dije suavemente. El brazo de Harry me rodeó y tiró de mí hacia él, besándome la sien.

—Ya cambiará de parecer —me dijo, tranquilizador, pero la calma nunca llegó. Estaba a punto de entrar en pánico cuando finalmente lo sentí hundirse en mi piel. Lo miré y él había estado sintiendo lo mismo. Sus cejas se arquearon.

Debes estar muy cansada. No me di cuenta de lo enojada que estabas al respecto.

Tampoco yo.

Sacudí la cabeza y continué. —Llamaremos a Peter después y veremos qué pasa con la búsqueda.

—Entre tanto —dijo Liam juguetón, tirando de Lynne hacia su regazo—, tenemos que ser miserables en la playa. —Le mordisqueó el hombro—. Con una habitación para nosotros. ¿Cómo sobreviviremos?

—Cierra el pico, Liam —bromeó Harry.

Todo el mundo se rió. Entonces papá tiró de Fiona hacia él y se recostó en la silla con ella recostada sobre su pecho. Era dulce y bueno ver a papá ser normal otra vez. También era dulce con Fiona del modo en que los hombres Virtuoso eran para su otra mitad. Me hacía feliz saber que no solo papá tendría una buena vida por haberse encontrado mutuamente, sino que Fiona también la tendría. Él dijo—: ¿Entonces esperamos aquí hasta escuchar de Peter y Zayn? ¿Eso es todo?

—Comenzaré a llamar y enviar mensajes de texto a los otros clanes para ver si alguien sabe algo, o pueda haber escuchado algo incluso cuando no comprendieran lo que estaban escuchando. Puede que pensaran que no era nada, pero seguiremos buscando. —Miré a Bish, que ya me estaba mirando—. Tenemos que hacerlo.

Tragó saliva visiblemente y apretó la mano de Jen con fuerza, como si rogara con sus ojos que por favor encontraran un modo de detener la visión.

Asentí un poco. Detendría esa visión. Sin importar lo que pasara, me aseguraría de detenerla.

Una vez que nos sentamos y almorzamos, decidimos ir a la playa a nadar. Alquilamos unas tablas de surf, y Harry, Liam, Lynne y yo surfeamos mientras Bish y papá se sentaban con Jen y Fiona en las tumbonas al sol. Olvidé casi todo lo que él me había enseñado, o al menos mi cuerpo lo había hecho, porque era prácticamente imposible estarme en pie sobre la tabla. Me caí cada vez que intentaba deslizarme, y puede que haya puesto mala cara de vez en cuando.

Harry y yo nos fuimos a acostar sobre las toallas de playa mientras Liam y Lynne surfeaban. Tracé con el dedo la forma de la estrella del tatuaje sobre el hombro de Harry mientras él se adormecía a mi lado, cuando escuchamos el grito de Lynne. Se levantó como un resorte y ambos corrimos hacia donde Liam la estaba cargando, poniéndola sobre la arena. Él le sostenía un pie sobre su regazo mientras intentaba sanar el corte que se había hecho con una concha. Le había cortado el pie desde el dedo gordo hasta el talón. Me estremeció cuando la sangre manchó la arena debajo de ellos.

Los demás también se apresuraron, y observaron a Liam concentrándose. Él la miró y bufó. —¿Por qué no está funcionando?

Observé la herida y vi que no se estaba sanando. Y entonces lo estuvo. Él suspiró en voz alta y le frotó la pierna para tranquilizarla. —Debo haber estado muy estresado —dijo en voz alta, pero su mente decía: ¡Qué demonios! Pensé que iba a pasar lo mismo que con lo de su mejilla.

Lynne se sentó y lo regañó con la mirada. —Detente. Estoy bien.

Liam pasó su pulgar por la cicatriz en su mejilla y suspiró. —Eres hermosa, incluso con esto.

—Liam, deja de culparte.

Él se encogió de hombros como si la estuviera apaciguando, pero no tenía planes de hacerlo. Intervine.

—¿Por qué no vamos todos a tomar una siesta? De hecho, estoy bastante cansada.

—Sí, claro —dijo Liam y sonrió traviesamente—. Todos sabemos por qué quieres arrastrar a mi primo de vuelta a esa habitación, _______ Jacobson.

Lo miré fijamente y Harry le golpeó el hombro. —Cállate —siseó y miró a mi papá.

—El Sr. Masters también sabe por qué quieres —bromeó Liam y esquivó el movimiento de Harry.

—Liam —se quejó papá y rodó los ojos—. Esa es una buena idea. De hecho, estoy bastante cansado. ¿Quieren que nos encontremos para la cena?

Harry alzó la mano. —La verdad es que el tipo con el que reservé las habitaciones me dijo que hay un sitio con comida marina estupenda justo al doblar la esquina. Podemos ir ahí si quieren.

—¡Sí! —dijo Jen y sonrió, rogándole a Bish—. ¡Ay, he estado muriendo por algo de pastel de cangrejo!

Él levantó los labios en una media sonrisa. Conocía esa sonrisa. Solía usarla conmigo cuando era pequeña y pensaba que estaba siendo adorable. Y lo había visto usarla con Maria cuando ella le había pedido bailar en la Reunificación. Y ahora la estaba usando con Jen porque hasta yo tenía que admitir que ella estaba siendo adorable. Lucía tan feliz y casi tonta. Simplemente no era Jen, y era bueno verla relajarse y ser capaz de ser joven otra vez.

—Sí, probémoslo —accedió él. Ella chilló un poco. Chilló y saltó para abrazarlo por el cuello. La sostuvo contra sí con facilidad y me miró por encima del hombro. Tenía la sonrisa más grande, y era increíble.

Así que eso hicimos, y esa noche en el restaurante, papá nos dio grandes noticias. Debo haber estado demasiado concentrada en Harry para prestarle atención a los pensamientos de alguien más, porque estaba un poco conmocionada. —Así que —comenzó, e hizo este sonido como si supiera que no nos gustaría—, he decidido ir a vivir con el clan de la familia de Fiona por un tiempo.

Bish fue el primero en responder. —¿Pero por qué? Estaremos.

Detuvo sus pensamientos antes decir que estaría viviendo justo al lado, e inmediatamente usó el truco de Harry para evitar que Jen viera la casa. Sus pensamientos relacionados con un proyecto de arte en el que estaba trabajando destellaron a través de su mente, la de Jen y la mía.

Estaba pensando en la terminación de los árboles en su caballete con un rayo de luz desde el sol. En qué pincelada usaría.

Jen lo miró, enarcando una ceja curiosamente. Él solo sonrió y se volteó a papá, frunciéndole el ceño. —¿Por qué te vas?

—Bueno para empezar, no creo que sea adecuado para ella tener que dejar a su familia así.

Fiona se metió. —Te lo dije, es tradición. Es solo el modo en que siempre hemos hecho las cosas. Los seguiré viendo, solo que no todo el tiempo.

Él tomo su mano en la suya. —Entiendo, pero Bish y _______ están continuando con sus vidas. Estoy listo para seguir con la mía. Podemos viajar, ver a tu familia y quedarnos un tiempo, entonces regresaremos en un par de meses. Solo que me gustaría llegar a conocer a tu familia, saber de dónde vienes.

Ella se sonrojó con placer. —Y de veras te amo por eso.

Él sonrió. —Entonces, nos iremos —anunció—. Imagino que Zayn o quienquiera que esté intentando llegar hasta nosotros no podrá hacerlo si estamos con su familia. Ni siquiera sabrá que estamos allí. Y tú —me dijo—, bueno, eres perfectamente capaz de patearle el trasero a cualquiera, así que no creo que tenga que preocuparme.

Me reí. Por mucho que odiara que se marchara, tenía razón en cuanto a lo de no estar ahí, y era realmente dulce el que quisiera conocer a su familia. En su mente estaba el que no quería que ella perdiera contacto con su madre como yo lo había hecho con la mía.

Atando Cabos (Harry Styles y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora