Capítulo 16

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Nathalia se ríe y hace un comentario chistoso.

—Esto representa el amor que te tengo, Juan Pablo— dijo sonrojada entre risas mostrando el hilo.

Seguimos caminado en la exposición, entramos a un cuarto que estaba nombrado como "comienzo", habían cientos de flores y pude notar cómo el rostro de Nathalia se alegraba por ver tantos colores, formas y texturas.

Nathalia Martínez S.

Al decirle a Juan "Esto representa el amor que te tengo, Juan Pablo" bromeando, mi corazón empezó a latir rápido y pensé "me encantó decirlo pero no como si fuera un juego". Solo sé que tendré un nuevo amigo después de todo.

Al llegar al último cuarto que estaba nombrado como "D/Efectos" en donde se encontraban había objetos rotos por doquier como: espejos, fotografías, pétalos de flores que dolorosamente hacían sentir balas perdidas y dolor en el ambiente.

—Aquí lo único que los une es el hilo rojo que llevan en el dedo meñique, porque por más que su "amor" sea inestable como una montaña rusa con subidas y bajadas, el amor siempre va a estar ahí— señaló a nuestros dedos— conectado entre ustedes por medio de ese hilo "invisible"— dijo la chica del Staff retirando el hilo rojo de nuestros meñiques.

Sentí una fuerte presión en mi, no sabía muy bien de donde provenía pero al mirar a Juan Pablo noté que solo me miraba con ojo de amor, sí "amor" ese amor inocente de dos niños cuando se ven el uno al otro por primera vez, ese "amor" que solo lo había sentido pocas veces en mi vida, esa gran historia la sabrán después.

Juan decidió caminar hacia mi y abrazarme, duro solo unos segundo junto a mi, se sentía tan bien tenerlo cerca.

—Gracias Juan, necesitaba un abrazo y más como los tuyos.

—¿Por qué lo dices?— preguntó.

—Porque son reconfortantes...—no sabía que decir— y-ya sabes, esos abrazos que... — decidí cambiar el tema— te va a encantar el último sitio y este es elegido por mi.

—Ya anocheció, solo diré... ¡Sorprendentemente!— dijo caminado hacia el ascensor.

Estábamos él y yo en un ascensor muy amplio, había un poco de tensión en el ambiente hasta que llegamos al auto.

—¿Preparado?— pregunté alegremente— no te emociones mucho, solo es un lugar que me gusta visitar cuando no he tenido un buen día.

—Más que listo Nath, ilumíname— se puso el hoodie encima por el clima frío de Medellín.

El último sitio se llama alto de Las Palmas en donde se puede ver todo Medellín.

El último sitio se llama alto de Las Palmas en donde se puede ver todo Medellín

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—Ya llegamos— parqueé el auto y bajamos de el.

—Esto es impresionante, se puede ver todo desde aquí— decía asombrado por la cantidad de luces.

DORADA | Juan Pablo Isaza P.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora