Anaju
Mayo había llegado fuerte, el sofocante calor y la humedad de Barcelona hacen que gotas de sudor caigan por la cara de Ana Julieta. Aunque ya hacía más de dos años que vivía en Barcelona, no se acostumbraba al tráfico y mucho menos a depender del coche para casi todo. A pesar de que la chica había vivido en Madrid por años y el tráfico a horas punta debería de ser habitual para ella, no se acostumbraba a los atascos, allí pocas veces cogía el coche. Prefería ir andando o en transporte público ya que todo le quedaba bastante cerca, incluso pensó en vender su coche, menos mal que no lo hizo. Ahora le resultaba imposible ir en transporte público al trabajo ya que la empresa se encontraba a más de una hora en coche.
Debido al mal humor con el que se levantaba y las pocas ganas que tenía día sí y día también de enfrentarse a su peor enemigo, la autopista, no encendía la radio. Necesitaba silencio. Pero ese día le apeteció, justo escogió ese día como podría haber escogido cualquier otro. Al encenderla se encuentra con una entrevista y antes de que logre cambiarla, el transito avanza así que deja la radio en la emisora que está.
—Hoy tenemos con nosotros a Hugo Cobo el cual sacó su single "Soy yo" hace unas semanas. ¿Cómo estás Hugo?
Las gotas de sudor dejaron de caer, juraría que le había entrado frío de golpe. Bien sabía Ana Julieta por Samantha que el chico había fichado por una discográfica y que le iba estupendamente. No podía evitar sentirse orgullosa de él, estaba consiguiendo lo que siempre quiso. Pero a la vez, le dolía tener que enterarse por Sam cuando ellos dos acabaron de la mejor forma posible. La relación se mantuvo durante un tiempo, fueron varias veces las que se visitaron mutuamente, se querían, pero no fue suficiente, se necesitaban cerca y eso era imposible. Anaju instintivamente recuerda su última visita, su último beso, ese se acabó que le dolió más que cien puñales. De eso había pasado poco más de un año. El contacto se mantuvo, de hecho hablaban de vez en cuando, se ponían al día y prometían que cuando uno de los dos fuera a la ciudad del otro, se verían y tomarían un café; pero más de un año después, eso no había ocurrido, y Anaju había ido diversas veces a Madrid a visitar a su hermana.
—Estoy muy feliz de poder estar aquí presentando mi single.
Cuando oye su voz se le eriza la piel, o cambiaba la emisora o iba a llegar enferma al trabajo, pero cuando estaba a punto de darle al botón, el locutor pregunta y la curiosidad se apodera de la castaña.
—La canción ha pegado muy fuerte, a pesar de que lleva disponible solo tres semanas, ya cuenta con más de 3 millones de reproducciones en YouTube y más de 1 millón de escuchas en spotify. ¿Cómo pasas de ser completamente anónimo a ser un ídolo de masas en tan solo unas semanas?
—Ha pegado muy fuerte sí. — El chico ríe y Anaju esboza una sonrisa al oírlo tan feliz. —Yo lo llevo muy bien la verdad, yo he seguido yendo a hacer bolos a mí bar, he seguido paseando por el retiro cuando me agobiaba y mis amigos me mantienen con los pies en la tierra. Nada ha cambiado, excepto que de vez en cuando, me paran para pedirme fotos y felicitarme por mi música. Estaré eternamente agradecido a la gente que me ha ayudado a llegar hasta aquí porque soy la persona más feliz de la tierra.
—Bueno pues nos alegramos eternamente de que estés tan contento, que no se te borre esa sonrisa nunca y que sigas cumpliendo tu sueño. Volviendo a la canción, tiene una letra pícara. ¿Cuándo la escribiste?
—La escribí hará unos 4 años y la letra representa la situación que vivía con una chica por aquel entonces. — Y ahí estaba ella, ella era esa chica, de hecho había participado en la letra, le iba a pedir derechos. —De hecho, hay un par de versos que los propuso ella.
—Así me gusta Huguito. —Habla Anaju sola.
—Pues debemos agradecerle a esa chica por este temazo. Si nos estás escuchando, gracias. —Habla el locutor.
—Denada. — Vuelve a responder Ana Julieta como si estuviera allí.
—No creo que nos esté escuchando pero si, a veces la musa es más importante que la canción en sí.
Y ante sus palabras Anaju ya estaba llorando, menuda forma de mierda de empezar el día. A ver como coño remontaba ahora, piensa la castaña quitándose las lágrimas que comienzan a caer por sus mejillas.
—Bueno, Hugo. ¿Nos cantas un trocito de soy yo?
—Claro
Se acabó, escucharlo cantar no, eso sí que no podía. Anaju apaga la radio y se percata de que había entrado en trance, que llevaba tres minutos paralizada, que el tráfico había avanzado y que ahora era ella la que formaba la caravana. Pitidos de los coches de detrás suenan llamándole la atención.
A pesar del tráfico había llegado pronto a su puesto de trabajo y aun le quedaban quince minutos para fichar. Así que sin pensar mucho en lo que hace, llama a Sam.
—Sami. —Saluda la castaña
—Julieta. —Habla alto la rubia a la otra línea del teléfono. — ¿Qué te lleva a llamarme tan pronto hija? ¿Ha pasado algo?
—No, no ha pasado nada. Llamaba para preguntarte algo, bueno para que me hagas un favor, en realidad no sé lo que quiero que hagas, da igual déjalo, ya hablamos otro día.
A Sam no le costó hilar de lo que quería hablarle Anaju, las horas que eran y la entrevista en la radio, solo podía significar que lo había escuchado.
—Ana, Hugo está bien y está muy contento. No te preocupes por nada.
—No era eso. —Resopla la castaña sabiendo que si era eso.
— En vez de preguntarme a mí cada vez que quieres saber de él ¿Por qué no lo llamas?—La rubia espera respuesta de Anaju, pero esta se mantiene en silencio. —Le hará ilusión que lo felicites, al fin y al cabo sigues siendo una persona importante para él.
—Lo haría, pero no creo que sea lo adecuado.
—Anaju, es lo adecuado, te adora y te va a adorar toda su vida. Que no lo felicites y hagas como si no existiera le va a hacer más daño que si normalizas la situación. Hazme caso.
—Ya veré lo que hago. Te quiero mucho rubia
—Y yo a ti Ana Julieta, y yo a ti.
Al finalizar la llamada, Anaju va directa al chat de Hugo. La última vez que hablaron fue hace un mes, una conversación irrelevante que terminó a los cuatro mensajes, había sido él el que la inició y ella fue la que la dejó en visto tras un "jajaj". Escribe el mensaje
—Te he oído en la radio, enhorabuena por el temazo que te marcaste en su día. Me siento privilegiada de haber sido la primera en escucharlo.
Pero no lo envía, no es capaz de enviarlo y se queda ahí danzando en el limbo de los múltiples mensajes que se quisieron escribir, pero no enviaron.
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Y aquí está el penúltimo. Mañana tendréis el capítulo final y el epílogo. Espero que disfrutéis de este final igual que lo he disfrutado yo escribiendo.
Nos leemos
Zulter
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Luces de neón || Anahug
FanficLa función ha terminado y las luces de neón se han apagado, los aplausos han cedido y ella ya se encuentra entre bambalinas. Sola con sus pensamientos. El silencio habla más de lo que le gustaría en estos momentos y por eso decide que la música será...