Sakura no iba a salir de la cocina, no con esa bestia de Sasuke en la mesa esperando a ser atendido.
Estaba cansada de sentirse humillada frente a todos por culpa de las coqueterías del Uchiha.
Sí, también es cierto que se lo estaba tomando muy apecho, pero luego en la calle murmuraban cosas cuando ella caminaba y se sentía demasiada avergonzada por ello.
Así que había hecho todo lo posible por evitar a ese azabache pervertido que lo estaba esperando.
-Hija, hay más clientes allá afuera. Si quieres, yo me hago cargo de Sasuke -Habló su madre enternecida, fan en secreto de esa futura parejita.
-Si él fuera dulce yo no estaría en esta situación mamá -Se quejó Sakura, tomando coraje.
Sólo debía actuar como si Sasuke no estuviera allí.
La mujer sonrió tomando su anotador antes de salir de la cocina, acercándose al azabache para tomarle el pedido.
Y Sakura sabía que ese chico se estaba esforzando por agradarle a su familia. Iba cada maldita semana y llevaba flores para su madre.
Demasiado esfuerzo para una calentura, pensó.
Ino bufó acomodándose su delantal antes de empujarlo con fuerza, provocando que Sakura quedase a la vista de todos.
La peli-rosa evitó a toda costa los ojos de Sasuke y se acercó a la mesa de las ancianas de siempre, para tomarles el pedido.
Debía actuar normal, sólo eso.
-¡Señora Haruno! -La voz de Sasuke resonó por toda la cafetería, y Sakura cerró los ojos, rezándole a los dioses.
-¿Si? -Oyó a su madre preguntar, seguramente desde la barra.
No pensaba girarse a mirarla, ni ella, ni a Sasuke.
-¿Está segura de que no es panadera?.
No, no otra vez, rogó Sakura.
-No, cariño, ¿Por qué? -¿Acaso su era cómplice?
-Porque no puedo dejar de ver el bizcocho que trabaja de mesero.
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𝐋𝐎𝐒 𝐏𝐈𝐑𝐎𝐏𝐎𝐒 𝐃𝐄 𝐒𝐀𝐒𝐔𝐊𝐄 ❝ ❞ ˢᵃˢᵘˢᵃᵏᵘ
Losowe❝Sakura está a la espera de su príncipe azul❞