El acto de bienvenida por fin había terminado ¡Ya era hora no! estuve encerrada en la sala de música 1 hora y media. Ahora todos los alumnos del instituto tenían que espera que toque el timbre para ir a sus respectivas salas, ruego que en mi sala no haya ninguno de esos nuevos becados, tener que convivir con ellos no es agradable, ellos no tienen lo que yo
tengo......."Dinero".
Si el dinero, para mí aquello es mi única felicidad. Si tienes dinero puedes tener todo lo que quieres; ropa, zapatos, colonias, accesorios, autos..etc, es todo lo que nos hace feliz a la mujeres ¿Que a caso necesito algo mas?, claro que no. Y si pudiera pedir algo, pediría que mi madre viviera nuevamente, pero no me gusta recordar ni hablar de aquello, es mi punto débil.
El timbre tocó y resonó por todo el pasillo, ahora nos tocaba clase de canto, amo esa clase, debo admitir que amo cada clase a la que asisto, ya que hago todo lo que me gusta. Si tuviera profesores solo para mi y nadie mas sería mucho mejor.
Fui una de las primeras en llegar a la sala, veía a casa uno de los alumnos que entraban a la sala, me senté en la ultima fila, me sentía mas cómoda allí. Jamás pensé que fuéramos tanto, apenas hace un tiempo atrás eramos 10 ahora ya eramos el triple de este. Mi vid hubiera sido feliz si ellos no hubieran entrado por aquella puerta, la tal chica ruda becada y aquel chico que necesitaba urgentemente un GPS para encontrar un baño. Suspire resignada, tendría que soportarlo.
Odiaba tener que sociabilizar con gente que no era de mi misma clase, pueden decirme egocéntrica, egoísta, o simplemente mala onda, pero no me interesa en lo mas mínimo. Se me quedaron mirando ¿Que a caso les debían algo?. Se sentaron en un puesto más delante mio.
Todos guardaron silencio en cuanto entro la profesora Lucia a la sala.
-Buenos días muchachos, como están - preguntó, todos respondieron con un "Hola, bien", típico - veo que hay unos hermosos rostros nuevos - ¿Hermosos? si como no - señorita ________, felicitaciones, cantó muy hermoso, las clases de canto le han servido mucho.
-Gracias señora Lucia - agradecí, tenía razón sus clases me habían servido demasiado.
-Bueno hoy día les daré un trabajo, será en parejas - ¡Perfecto! otro trabajo sola - Si usted señorita __________ no consigue pareja, puedo hacerlo sola - me autorizo, de todas maneras siempre hacía mis trabajos sola, y era mucho mejor - este trabajo consiste en crear una canción con banda y todo incluido - explicaba - solo tendrán dos semanas, ustedes ya son profesionales, lo tendrán hecho en unas cuantas horas.
- La letra sera a elección de uno o usted dirá el tema - pregunto la nueva becada.
- Será a elección de ustedes - respondió - espero que todos traigan su trabajo, es con nota y muy importante, los que lo hagan mejor y se desempeñen bien serán elegidos para cantar en un acto, donde vendrán personas importantes, a sí que muchachos esfuerce-sen por ser los mejores - tengo que ganar, es el momento perfecto para que aquellas personas vean mi talento y me conviertan en toda una famosa cantante y bailarina, esos son mis mayores sueños.
Pensé que la clase de canto iba a hacer mucho más entretenida, pero me equivoque, la señora Lucia solo hablaba de las pre-historia de la música, sus problemas, que su marido le pone los cuernos..etc ¿A caso eso nos importa?.
La hora de almuerzo se hacía presente, agarre mi bandeja y me senté en una de las mesas vacías que había.
-Valla _________ tu mejor amiga la "soledad" siempre está acompañándote - me dijo sarcástico Christian, un compañero de sala, un verdadero y completo payaso e inmaduro.
-Que a caso te ha gustado mi amiga la "Soledad" - pregunte sarcástica.
-Me encantaría conocerla si fuera visible - articulo llevando una manzana a su boca - y tu amiga Britany porque no ha venido, a caso se le ha roto una uña - ¿Gracioso no?
- Porque no la llamas y le preguntas a ella - le sugerí.
-No sabes cuanto admiro tus estados de ánimo - rió - creo que tu amiga la "soledad" - movió sus dedos sarcástico - no esta siendo una buena influencia para ti.
-Eres un estúpido Christian - golpee su brazo - ahora entiendo por que duras tan poco con las chicas - reí.
-Hey, me haz dado en el orgullo - tiro una servilleta hacía mí.
-Bueno, bueno, iré al baño - me pare de la mesa y deje mi bandeja.
Iba saliendo del casino, cuando chocó con un estúpido ciego.
