O6: final

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Así fue como el corazón de Wooseok se rompió.

Valentía es lo que se necesita para ser capaz de tomar una mala decisión. Los que toman las buenas decisiones han escogido el camino fácil. Pero en cambio Wooseok tomó el más difícil laberinto sabiendo que nunca podría encontrar una salida. No era como si se pudiese juzgar las acciones del castaño, no, todos hemos tenido oportunidades distintas, y maneras de aprender distintas, haciendo que sea casi una realidad que no exista una verdad absoluta.

Wooseok decidió quedarse con Seungyoun

Por supuesto, Wooseok no era ingenuo, él sabía muy bien lo que implicaba haberse quedado junto a el mayor. Pero de alguna manera no le importaba, solo él podía ser juez en las acciones de su vida, solo él sabía lo que significaba haberse enamorado de Seungyoun, nadie en el mundo podría comprender porque las cosas más hermosas se desvanecen por su propia autoridad.

Solo Wooseok sabía lo que significaba amar a Seungyoun. No había aventura casual que pudiese tomar su lugar.

Solo Wooseok podía amar a Seungyoun de la manera que lo amaba.

El amor de Wooseok hacia Seungyoun funcionaba como una especie de purgatorio, donde no importaba cuantas faltas cometiese el pelinegro, todo sería exonerado y perdonado, haciendo posible que su amor se transportarse al cielo, haciendo que su amor por Seungyoun sea inmortal, sea eterno.

Luego de aquella noche Wooseok regreso al apartamento, con su corazón cosido con hilos de seda, pero latiendo con algo de fuerza, haciendo que a ratos sus labios dibujasen una triste sonrisa.

Wooseok volvió a aquella rutina. Donde sus pestañas descansaban sobre sus mejillas pero su corazón seguía alerta, siempre esperando por la llegada del mayor, siempre oliendo a alcohol y a tabaco. Pero siempre llegaba, tarde, pero llegaba.

Y eso era lo único que a Wooseok le importaba.

Todos los días eran distintos de alguna manera. Había días más difíciles donde Seungyoun menazaba a Wooseok con golpearlo, y otros como si Seungyoun nunca hubiese tomado una copa para luego disculparse mientras besaba cada espacio de su cuerpo.

Wooseok asistió a la boda de su hermano ese año, sin Seungyoun claramente. Pero el traje no tenía tela suficiente para cubrir aquellas marcas que se asomaban en su cuello, en sus mejillas irritadas, y esa sombra en su ojo que tuvo que insistirle a su mamá que se había tropezado con la puerta principal la noche anterior, en el fondo la mujeres sabía que su hijo mentía, pero sus ojos se cristalizarían si tocaba ese tema ese día, por lo que decidió callar, como Wooseok lo hacía.

Al igual que su familia, su mejor amigo se encontraba preocupado por la enfermiza relación del castaño con Seungyoun, pero cada vez que trataba de mencionarle algo a Wooseok, el solo asentía como si no estuviese ahí realmente, sabiendo que Yohan tenía razón, pero que no podía hacer nada al respecto.

Wooseok empezó una nueva dieta.

Su corazón dolía demasiado, no podía aliviar ese dolor, por lo que decidió combatir ese dolor con otro más fuerte.

Wooseok dejo de sentirse hermoso. Observaba su reflejo en aquel cristal, pero todo era demasiado borroso, no podía ver absolutamente nada, porque él se estaba volviendo nada.

Al igual que su corazón Wooseok se estaba desvaneciendo.

Seungyoun estaba cada vez más cambiado, su cabello estaba largo, sus brazos estaban cubiertos de tatuajes, su aliento a tabaco, y sus manos que solían ser cálidas se habían vuelto frías.

Las amenazas de Seungyoun dejaron de ser palabras de advertencia para convertirse en una terrible realidad.

Seungyoun volvió a golpear a Wooseok.

Ocurrió en víspera de navidad, mientras el castaño le suplicaba a su novio que se quedase esa noche en casa para la cena que llevaba dos días preparando. Esa noche Seungyoun se enojó, como nunca se había enojado, y antes que Wooseok pudiese cerrar sus ojos su mejilla dolía, su nariz sangraba, su abdomen se contraía, y su corazón se descocía.

Esa fue la primera noche de una rutina en la que Wooseok estaría atrapado por un largo tiempo.

El castaño se esforzaba para ocultar aquellas marcas que luego de un tiempo dejaron de doler.

Cuando Seungyoun golpeaba a Wooseok el no sentía nada. Solo cerraba los ojos esperando que todo acabase pronto.

Luego de un tiempo Wooseok empezó a sentirse culpable absurdamente. El castaño decidió buscar ayuda para Seungyoun, pero esto fue una terrible decisión. Por supuesto, Wooseok quería que Seungyoun mejorase, pero este no quería mejorar.

Seungyoun solo quería que Wooseok estuviese allí como una garantía, como una promesa de estabilidad, ya que era lo único estable en su vida.

Pero Wooseok estaba dejando de ser estable.

Su personalidad cambio drásticamente con el paso de los años. Lo único que no cambiaba era su amor por Seungyoun, la vacía esperanza de que mejorara, y su corazón cayendo en pedazos poco a poco.

Hubo un tiempo en el que Wooseok recibía mensajes de números desconocidos diciéndole que Seungyoun no lo amaba, que él amaba a alguien más, y su corazón perdió una pieza ese día, estaba desvaneciéndose de manera lenta y tortuosa, y Wooseok no sabía qué hacer.

Claro que pasaba por su mente la idea de dejar a Seungyoun e incluso le menciono esto al pelinegro que por supuesto no reaccionó de buena manera, y lo amenazó de muerte si llegaba a dejarle.

Porque Seungyoun le hacía sentir a Wooseok que en el mundo no había nadie más.

Wooseok con el tiempo empezó a creerle. No podía ir a ninguna parte ¿Quién podría amarlo si no era Seungyoun?

Wooseok no quería ver a Seungyoun enojado nuevamente.

Wooseok pensó que todo iba a mejorar cuando la noticia de que en su pancita llevaba una vida llegó a el. Pero lastimosamente no fue así. Seungyoun lo repudió e incluso le acusó diciéndole que no era de él, y que no quería nada que ver con niños.

El corazón de Wooseok dolía.

Pero también los golpes que recibió en su pancita.

Wooseok perdió al bebé.

Wooseok empezó a sentir odio por el mismo. No toleraba saber que existía de alguna manera, y comenzó a pensar que realmente merecía aquellos golpes. A veces eran suaves, y otras veces eran tan duros que lo dejaban inconsciente, lo cual era mejor para el porqué cuando perdía el conocimiento las cosas pasaban aún más rápido.

Eso era lo que Wooseok quería, que todo pasara rápido,

Y que Seungyoun llegara temprano.

Wooseok intentó suicidarse un par de veces pero no tuvo el coraje de hacerlo. De todas maneras él ya estaba muriendo. Wooseok estaba muriendo de la manera en la que muchas personas con corazón como el suyo mueren.

Wooseok estaba ayudando a Seungyoun. Eso es lo único que quería cumplir antes de que su corazón dejase de latir. Dejo de comer e invirtió gran cantidad de dinero en asegurarse que lo que más amaba en el mundo pudiese ser feliz. Aun si eso significase sacrificar su propia felicidad e incluso su vida.

Wooseok solo quería que Seungyoun fuese feliz.

Wooseok tal vez solo estaba muriendo poco a poco.

Una noche su corazón empezó a bombear de manera rápida e inconstante, mientras aquellos hilos que lo unían empezaron a desvanecerse.

El corazón de Wooseok finalmente se rompió.

Wooseok dejó de respirar, y por primera vez mientras Wooseok esperaba su sueño eterno, Seungyoun llegó temprano.

❝ NOT HEARTBROKEN ー SEUNGSEOK ❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora