|Catorce|

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Jung observaba en silencio como el comandante Min reposaba su cabeza sobre su pecho desnudo, su respiración era tranquila y calmada mientras que su agradable aroma a frutos se mezclaba con el del alfa creando así una atmósfera más romántica e inti...

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Jung observaba en silencio como el comandante Min reposaba su cabeza sobre su pecho desnudo, su respiración era tranquila y calmada mientras que su agradable aroma a frutos se mezclaba con el del alfa creando así una atmósfera más romántica e intima dentro de la habitación del alfa. Porque sí, de alguna forma terminaron en la casa de Hoseok dejando un desastre por las escaleras y en la entrada de la habitación, las uñas cortas del omega dibujaron sobre la espalda del alfa una rojiza pintura erótica mientras que los labios del contrario se quedaron grabados en la piel del omega.

—Yoongi. —murmuró Hoseok paseando con suavidad su mano por el hombro del omega.

—No quiero escucharte, callate. —dijo el omega sorprendiendo al alfa.

—Hace unos momentos yo te pedía lo mismo y no lo hiciste, ¿Por qué debería obedecerte? —preguntó mientras formaba una sonrisa.

El omega, avergonzado, abrió la boca para luego acercar rápidamente su dentadura al pecho de Hoseok y morderlo con fuerza provocando que éste alejara su mano de su cuerpo dándole oportunidad al omega de rodar sobre el colchón y darle la espalda.

Hoseok acarició la zona afectada buscando la manera de aliviar el dolor en su piel, aún con la piel rojiza y la dentadura del omega marcada en ella no pudo evitar sonreír al pensar en un nuevo comentario para avergonzar al mayor y así poder deleitar a sus ojos con las mejillas rojas del omega mientras que el puchero que tanto amaba se formaba en sus rosados y suaves labios.

—¿Acaso intentas marcarme? —se burló Hoseok.

—¡Por supuesto que no! —exclamó el omega avergonzado. —Ni se te ocurra repetir una tontería así.

—Yoongi, escuchame, por favor. —pidió el alfa abrazando al omega por la espalada posicionando su mentón sobre la cabeza del omega. —Quiero que seas más que solo algo pasajero en mi vida.

No, eso no podía estar pasando, ¿En que momento el comandante se dejo llevar por sus instintos y dejó que el alfa lo dominara?. Se suponía que ahora mismo y, aprovechando su estadía en la casa de Jung, debería de estar buscando pruebas en su contra o algún documento con información que fuese de gran valor para la investigación y pudiese ser usada en su contra durante el juicio.

Internamente, comenzó a golpearse contra una pared mientras se reprochaba mil veces el no poder haber llevado de forma correcta el plan, por haber fallado no solamente a él sino que a todo el equipo con el que estaba trabajando. Y sobre todo, se estaba golpeando aun con más fuerza por tener el mismo sentimiento que el alfa.

Él no deseaba ser solo alguien más en la lista de Hoseok, quería sentirse amado y protegido por él. Quería desaparecer entre sus brazos, olvidarse de los problemas a su alrededor y del estrés, quería ser alguien importante para él, una persona que fuese esencial en su vida, a quien viera cada mañana junto a él y a quien besara antes de dormir. Quería ser su omega, solo que había un pequeño detalle.

—Vas a casarte dentro de dos semanas. —dijo el omega regresando sus pies a la tierra.

—¿Planeas que me case luego de haberle sido infiel a Taehyung? —cuestionó Hoseok tomando a Yoongi del hombro para darle la vuelta y que pudiese verlo.

—No creo que seas el tipo de persona a quien le importa eso. —respondió cuando estuvieron frente a frente nuevamente.

Solo en ese momento Yoongi pudo notar como su rostro se reflejaba en los ojos de Hoseok, estos tenían un hermoso brillo que no había visto jamás cuando el alfa estaba cerca de su promedio, cuando lo abrazaba o cuando simplemente hablaba de él. Fue ahí cuando sus preguntas desaparecieron de su mente en la que ahora solo se hallaban las sensaciones que le provocaban los labios de Hoseok sobre los suyos, concentrándose en como sus labios encajaban perfectamente con los del alfa como si hubiesen sido hechos solo para ser besados por él de aquella forma, suave y sin prisas buscando la forma de transmitirle todo lo que se callaba por simplemente no encontrar la forma correcta para formular una o muchas oraciones para decirle todo lo que sentía.

—Quedate conmigo, solo esta noche. —pidió, o más bien, suplicó Hoseok para luego abrazar a Yoongi con fuerza.

—Debo de regresar a mi trabajo. —intentó excusarse el omega. —Además, tú prometido podría volver en cualquier mo-

Y nuevamente, sus palabras fueron interrumpidas por los labios de Hoseok quitándole no solo las palabras sino que también el aliento, dejándolo en un pequeño estado de aturdimiento que duro solo por unos pocos segundos.

—¿Podrías olvidarte de eso?, el no volverá hasta mañana.

—Desearía poder hacerlo pero, es imposible. Esto esta mal, el habernos dejado llevar, el seguir juntos...el que yo sea más que un policía y tú a quien deba de dejar en la cárcel.

—A veces el destino esta aburrido y le gusta jugar un poco. —respondió Hoseok dejando un pequeño beso sobre la mejilla de Yoongi. —A mi eso no me importa, solo quiero estar contigo.

—¿Por qué?

—Porque no puedo dejar de pensar en ti, porque me vuelve loco la idea de imaginarte en otros brazos que no sean los mios, que alguien más te bese, que alguien más te ame. —confesó Hoseok enojado con sus propios sentimientos. —Permiteme estar a tú lado esta noche, si quieres olvidalo mañana pero, no vuelvas a aparecer en mi vida.

Yoongi suspiró con resignación.

—No puedo hacerlo. Olvida que esto paso, necesito concentrarme en mi trabajo.

Hoseok apretó en entrecejo con molestia al observar como el omega se levantaba de la cama y comenzaba a buscar su ropa listo para marcharse. Vistiéndose con la primera prenda de ropa que encontró dio un salto levantándose de la cama y cuando estuvo cerca nuevamente de Yoongi, lo tomó del brazo para luego atraerlo hacía él y abrazarlo con fuerza. Con fuerza y miedo a perderlo.

—Te juro que si las cosas fueran diferentes haría todo lo posible por estar juntos.

—Sueltame. —pidió el omega interponiendo sus manos entre sus cuerpos para alejarse.

—Por favor, dame una oportunidad para demostrarte que no soy lo que piensas.

Yoongi empujó a Hoseok con la fuerza suficiente para lograr romper el abrazo. Acomodo los botones de su camisa y miro de mal modo a Hoseok, definitivamente el alfa era una persona que podía mentir como si fuese algo de todos los días. 

—Tú y tú padre mataron al ministro porque sabían que los delataría durante su juicio. —acusó Yoongi con la furia deslumbrando en sus obscuros ojos.

—¿Cómo...? —susurró Hoseok sorprendido por la acusación del comandante. —Yoongi, yo no hice eso.

—¿Ah no? ¿Y qué me dices de la visita de Taehyung a México solamente para comprar estupefacientes?

El menor no supo que más decir o como reaccionar, definitivamente nada de lo que fuese a hacer para llamar la atención del omega serviría pues, este tenía una pésima visión de él.

—Y no creas que he olvidado como me amenazaste en tú oficina. Como ya te diste cuenta tengo mucha información en tú contra, no puedes decirme que no eres todo lo que pienso.

Hoseok solo se quedó con las palabras en la boca y, por primera vez en mucho tiempo, con el corazón destrozado por haber perdido a una persona que realmente comenzaba a ser importante para él. Sin embargo, algo le decía que el omega sentía lo mismo por él y que se aferraba a no creer de todo lo que lo acusó.

—Te demostrare que no es lo piensas. —murmuró para sí mismo luego de que Yoongi se marchó.

No perdería a Yoongi y si debía de enfrentarse a la justicia por estar junto a él, entonces lo haría.

 ❝𝚃𝚑𝚎 𝙿𝚘𝚕𝚒𝚌𝚎𝚖𝚊𝚗 & 𝚃𝚑𝚎 𝙲𝚛𝚒𝚖𝚒𝚗𝚊𝚕❞ ➻ 𝙷𝚘𝚙𝚎𝚐𝚊 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora