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Habían pasado cuatro días desde que Peter desapareció. Es obvio que las noticias se hicieron eco de la noticia al instante. Todos intentaban encontrar al Omega que se había esfumado por arte de magia el martes. La última vez que su familia vio al chico fue cuando había salido camino a la escuela, como hacía todos los días lectivos. Su familia no sabía donde podría estar, ya habían llamado a todos los familiares y amigos de todo el estado y fuera de él, pero el chico no estaba en ningún lado. Todos los días, el telediario ya tenía una pequeña sección para él. Todo el país se conmovió por la noticia del chico desaparecido y todo el mundo estaba totalmente angustiado.

Pero el más angustiado era el propio Peter. Había pasado cuatro días y no tenía ninguna noticia del exterior de estas cuatro paredes en donde estaba escondido. Había perdido la noción del tiempo, porque en estos cuatro días no había entrado nadie a la habitación. La única persona que vio después de a Tony fue a un guarda que solo le venía a traer un cubo vacío, obviamente para hacer sus necesidades. El cual no tuvo que utilizar mucho, ya que no ingirió ninguna comida durante su estancia ahí.

Peter ahora mismo estaba muy debilitado, no creía que aguantaría mucho más. Ya ni se podía mantener sentado, estaba tumbado de lado. En posición fetal y esperando la hora de su muerte. Ya ni abría los ojos, no le hacía falta ver nada si no había luz. Desde hace tiempo que no expulsaba tantas feromonas como hace unos días, ya eran casi inexistentes. No se movió de esa posición desde el día anterior. Estaba sediento, iba a morir de deshidratación, de hambre. No quería irse así, pero era mejor así que apalizado sin duda.

Es obvio que escuchó cuando la puerta se abrió, pero ni se inmutó. Notó una presencia en el cuarto, pero no le dio importancia. Supo que encendió la luz al ver como sus parpados se iluminaban. Notó feromonas, otro Alfa. Este era diferente. Sus feromonas eran muy distintas a las de Tony y el rubio, mientras que las de ellos eran muy rudas y descontroladas, unas que expulsaban para oprimir y dominar al Omega. Este no, este venía de una manera pacífica y tranquila. Se movía a paso lento y con feromonas que hacían que Peter se tranquilizara mucho.

El Alfa se agachó despacio, no quería hacer ningún movimiento brusco para no asustar al chico. Acercó su mano hasta el hombro del Omega y lo tocó suavemente. El contrario no hizo ningún movimiento. Aún así, el hombre acarició la zona y zarandeando de una manera suave el cuerpo de quien tenía en frente.

- Oye, vamos levántate.- la voz del Alfa fue suave, no quería asustarlo.

Peter abrió muy despacio los ojos. Y realmente ya no sabía donde estaba, el lugar se veía demasiado tranquilo como para poder ser ese antro donde estaba encerrado. Y el hombre le trataba con demasiada delicadeza como para ser un secuestrador. ¿Había muerto?

Cuando sus ojos pudieron enfocarse correctamente vio a un hombre justamente frente a él. Elevó su mirada y era un hombre musculoso, con el pelo largo suelto por los hombros, ojos de un color azulado grisáceo y un vello facial muy bien cuidado. Peter frunció el ceño y no se pudo explicar lo que estaba pasando.

- ¿Jesu... cristo?- fue lo único que salió de la boca de Peter después de casi cinco días sin haber dicho literalmente nada.

Bucky levantó una ceja en señal de confusión. ¿El chico pensaba que él era Jesucristo? Eso significa que el chico realmente piensa que esta muerto. No pudo evitar reírse suavemente, de todas las cosas que le habían dicho en toda su vida, esa era la mejor.

- ¿Qué? Eh no, no soy Jesucristo y tú no estas muerto. Por favor, siéntate no puedes comer tumbado.

- ¿Comer?

- Sí...

Bucky ni terminó de formular la oración cuando el Omega se había incorporado. Tenía demasiada hambre como para parecer desinteresado por la comida. En menos de lo que canta un gallo, Peter ya estaba sentado, con su espalda recta y apoyada en la espalda.

Fue en ese momento que se dio cuenta que el hombre venía con un bolsa de plástico verde. Y es cuando comenzó a hurgar en ella para poder inmediatamente sacar una botella de agua de medio litro. Algo que cualquiera podría comprar, pero en ese momento para el pequeño Omega era oro líquido.

Bucky le quitó el tapón a la botella para pasarsela al chico, este la cogió lentamente. No quería parecer desesperado. Pero en cuanto la llevó a su boca, toda la botella se la había tragado de un sorbo. Ni siquiera a Bucky le dio tiempo a coger otra cosa de la bolsa cuando ya se la había terminado.

Cuando el Alfa ya se dio la vuelta hacia Peter, este ya había terminado toda la botella de agua y ahora respiraba algo agitado. Esto le causó cierta ternura pero pena a la vez.

Bucky, sin apartar la vista del chico le paso algo de comer. Era un bocadillo de jamón envuelto en papel de aluminio. Enseguida Peter lo cogió también despacio y lo desenvolvió con gusto.

- Come despacio y mastica bien, te saciaras más. No se cuando será la próxima vez que me vuelvan a dejar traerte algo.

Peter le miró y asintió. Y sin dudar comenzó a comer como le había dicho el Alfa. Mientras Bucky se sentaba en el suelo frente al Omega pero cerca. Alargó despacio su brazo izquierdo hacia el chico, más exactamente a su cabeza. El chico por acto reflejo encogió su cuello girándolo levemente y cerrando sus ojos. Era nada más que un acto defensivo sin más, solo por si acaso. Recordó que el Alfa rubio, cuyo nombre desconocía, directamente vino de malas y muy rudamente a por él. Mientras que Tony al principio vino de buenas y delicadamente para después llenarlo de golpes.

Pero Bucky solo quería llegar a su cabello castaño y acariciarlo con la mayor suavidad posible. Pero Peter desde hacia tiempo que no sentía algo de cariño humano, es así que se dejó acariciar y no desperdició el momento de cariño y se dejo llevar un poco.

Dejó de comer por un momento, solo durante el tiempo que las caricias siguieron. Sus ojos seguían cerrados pero esta vez con delicadeza, no fruncidos.

Bucky bajo sus caricias hasta la mejilla del chico, donde Peter no dudó en acunar su cara en la palma de él y restregarse ahí. Entonces después de unos días el Omega expulsó unas feromonas, de manera suave y eran deliciosas. Justo como le había advertido Tony.

La gran mano del de pelo largo bajo hasta el cuello del más pequeño, este por inercia lo estiró, como si fuera un gato. Bucky entendió eso como que realmente le gustaba lo que le hacía y que quería más y así lo hizo. Le rascó suavemente el cuello y por la parte de la papada. Peter no evitaba gozarlo y lo dio a entender abriendo la boca de placer con una sonrisa y echando los ojos hacia atrás.

Ese gesto al Alfa le sacó una sonrisa, pero se le quitó cuando vio las marcas rojas del cuello de cuando sus compañeros habían entrado a la habitación. Acarició suavemente las marcas con su pulgar y después apartó la mano del chico.

Peter volvió a la realidad y sacudió su cabeza, eso fue un gran orgasmo para él.

Los dos se miraron fijamente a los ojos, pero de una manera muy extraña. Peter sabía que estaba siendo secuestrado por ese hombre, pero lo trataba muy diferente a los demás. Y Bucky sabía que Peter era su rehén, pero no podía evitar pensar en lo bonito que era.

Pero los dos sabía que no podían bajar la guardia.

De repente las feromonas de Peter impregnaron la habitación poco a poco y a Bucky le pareció la mejor sensación que había notado nunca.

¿Eso era olor a ciruela?

Mi Vida A Tus Pies ~ allxPeterParkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora