Tapé mis oídos a la vez que lloraba sin parar. No quería escuchar aquel horrible acto de sufrimiento.
---Y el último ---. Sus palabras apenas se lograban escuchar entre el mar de gritos y llantos de dolor y agonía desesperante. Yo, entre mis lágrimas, lo vi, todo, sin poder evitarlo.
5 dedos decía el castigo... y 5 dedos fueron los cortados. 3 de un lado y 2 del ojo. De sus pies seguía brotando la sangre.
---No te muevas, iré a buscar algo para que no te desangres.
No pasaron ni 5 minutos cuando volvió con un hierro al rojo vivo.
---¡NO POR FAVOR! ¡NO NO NO! ¡MÁTAME DE UNA JODIDA VEZ PERO YA NO MÁS, POR FAVOR!
Pero aquellos pedidos por piedad fueron totalmente ignorados. Lila no se podía mover, la había atado en una cama que Alya había ayudado a traer. Estaba totalmente inmovilizada, la pobre no tenía oportunidad.
Uno por uno, fue sellando con el hierro cada uno de los lugares sangrantes. Todo era una sinfonía de agonía, hasta que repentinamente se silenció.
---¿Qué? No me jodas, ya se desmayó ---mencionó con desprecio---. Mierda, creí que dudaría más, así no es divertido.
En un momento, tomó una pistola entre los objetos que había traído para el juego, y le disparó sin dudar en la sien.
Ahogué un grito. Eso me había tomado desprevenida. Estaba en pánico, me congelé en mi lugar, sin saber qué hacer o decir.
---Bueno... ahora, sigamos con el juego querida Marinette... ---dijo acercándose peligrosamente a mí--- vamos a ver si tú puedes resistir más.
ESTÁS LEYENDO
Mi dulce tortura [Adrinette]
Terror«"Nunca confíes en una cara bonita" Eso era lo que siempre solía decir mi madre, pero claro, nunca le hice caso. Me dije a mí misma ¿qué tiene de malo tener una cita a ciegas? ¿qué puede salir mal? Pues... todo...» Marinette Dupain Chen, una joven d...