Epilogo ______

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—¡Oye, _______! —Me giré para encontrar a Misty—. Hola, chica. ¿Tienes los apuntes del señor Dean de la semana pasada? Fallé en mi examen final. —Rodó los ojos—. Dijo que podía compensarlo este verano con un trabajo, pero el hombre es un maldito nazi en lo que respecta a las cosas siendo redactadas correctamente, y mi computadora murió.

Sonreí. —Claro. Dame tu correo y te los enviaré.

—¡Gracias! ¡Eres mi héroe! —Me dio la información y me despedí.

Entrecerré los ojos por la brillante luz que me llegaba desde el sol que no había visto en horas. Cuando un enorme brazo cayó sobre mi hombro, sabía exactamente quién era. —Hola, Vic.

—¡Hola, _______! ¿Qué harán este fin de semana?

—Vamos a ir a un cumpleaños. Lo siento. No estaremos por aquí.

—¿El cumpleaños de quién?

—De mi Haddock —respondí incómodamente. Incluso después de todo este tiempo, y aunque éramos realmente cercanos estos días, era difícil explicárselo a las personas.

—Bien. —Alargó la palabra para darle efecto—. Dile a Harry que mevaya a buscar cuando lleguen. Quiero ir a ver la nueva película de Bond, y todos los demás ya la han visto.

—Está bien. Lo haré.

Besó mi mejilla. —Eres la mejor, ¿lo sabes?

—Sí. —Me reí.

—¡Te veo más tarde!

Lo observé alejarse y caminar a través del patio interior. Hacía tanto calor.

Le marqué a Haddock. Respondió al primer timbre. —Hola, _______.

—¿Aún está en pie lo de tu cumpleaños?

—¿Aún vas a venir a quedarte conmigo este fin de semana? —Podía decir que sonreía.

—Sí —acepté.

—Entonces sí, aún está en pie lo de mi cumpleaños. Si no hay más remedio.

—No lo hay —dije con una carcajada—. ¿Y cómo está Heather?

—Ah, lo está haciendo bien. Se está dando vueltas por todos lados, y comiendo todo el helado en la casa. —Se rió—. Me siento demasiado viejo como para ser padre de un recién nacido.

Sonreí. —Lo harás genial. —Haddock se imprimó en la última reunificación hace casi un año y ya iban a ser padres. Sí, ella era un poco más joven que él, pero nunca lo habíamos visto tan feliz. Y lo veíamos un montón. Fiel a su palabra, se mudó de regreso a Tennessee, e incluso pasábamos el rato con papá y Haddock juntos en las actividades familiares. Haddock seguía sin saber lo que papá sabía sobre él. Y planeábamos mantenerlo de esa forma. Se sentía culpable por muchas cosas, pero ya lo había recompensado. Salvó nuestras vidas.

—No puedo esperar para verte. —Su voz era baja y amable.

—Yo tampoco. Ha pasado casi un mes. Lo siento, hemos estado muy ocupados.

—No, está bien. Estás siguiendo tu vida. Sólo estoy feliz de que tú lo estés.

—Lo estoy —dije con seguridad.

—No dejes que el Consejo se meta contigo —dijo, su voz dura—. Esta reunificación será dura con todos, pero lo superarán. Eres la Vidente. No haría ningún mal que lo recuerden de vez en cuando.

—Trataré. Es difícil mantener el balance.

—Sí, pero haces un trabajo increíble. También Harry. Él es un buen balance para el consejo. Bueno, ya te dejo. Te veo mañana, y se cuidadosa al conducir, ¿de acuerdo?

Atando Cabos (Harry Styles y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora