-"Kim SeokJin anhela encontrar el amor antes de envejecer y gracias al destino, de la forma y en el momento menos esperado lo encuentra".
✒One shot.
✒Historia de mi autoría.
✒Contiene escenas homosexuales/hombre×hombre.
✒Contenido romántico / Soft
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Kim SeokJin es un hombre de 27 años que trabajaba en un reconocido restaurante de Corea del sur. Es uno de los mejores chefs del lugar, conocido por sus deliciosos platillos. A parte de lo bien que cocinaba, a SeokJin se le conocía por ser un hombre amable, guapo y servicial, ganándose el mote de caballero. Pero a pesar de eso, SeokJin era un hombre solitario, tenía unos pocos amigos en los que verdaderamente confiaba y no solía tener demasiadas parejas debido al poco tiempo que su trabajo le dejaba. Si bien nunca ha sido dependiente de alguien más, le gustaría encontrar el amor, conocer a alguien que lo amara verdaderamente, con el cual compartir momentos hermosos, y quizá, pasar la vejez juntos.
SeokJin añoraba algo como eso, ya estaba cerca a los 30 y seguía soltero. Esperaba no tener que esperar mucho tiempo o de lo contrario, envejecería estando completamente solo y sin haber conocido el amor.
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SeokJin caminaba por las calles de Seúl observando a las personas pasar por su lado; algunos solos, otros acompañados de sus mascotas, y los más afortunados, con su pareja de la mano. SeokJin suspiró, pensando "dios, que complicado es esto del amor". Metiendo las manos dentro de los bolsillos de su gabardina se dirigió al cine. Compró un boleto y entró a la sala; ésta se encontraba casi vacía, apenas y había unas cuanta personas.
Sentándose en uno de los asientos del centro, se dispuso a ver la película que pasaba por la gran pantalla, eso, hasta que un chico que acababa de entrar, sentándose en la fila de su costado, llamó su atención.
Ambos se miraron y no pudieron evitar sonreírse.
Jin pensaba que ese chico era realmente lindo; su cabello era de un color plata, labios carnosos junto a unos pequeños hoyuelos que se vislumbraban en sus mejillas; y aquellos lentes redondos que tenía puestos hacían que sus facciones se marcaran mucho más. Era realmente guapo.
Por otro lado, Namjoon creía haber visto un mismísimo ángel en persona; aquel chico de cabellos castaños y labios gruesos, era realmente hermoso. Agradecía haber encontrado aquel boleto de cine y haber asistido al lugar. Sin duda aprovecharía a la salida para acercarse a él y hablarle, esperaba poder volverse amigo de aquel ser tan hermoso y, quizá, si tenía suerte, su pareja.
