Enséñame //Mateo Palacios//Trueno

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Bariloche última noche

Y finalmente había llegado el último día de este hermoso viaje. Se me pasó volando la semana, no puedo creer que tanto espere esto y ahora ya se estaba por terminar.

Me levante de la cama con toda la paja del mundo y vi que no había nadie en la habitación así que aproveche para darme una ducha y cambiarme.
Me puse un jean ajustado negro junto a un pullover color crema y en los pies unas Nike deportivas blancas. Me peine un poco y me seque el pelo.
Ya lista salí de la habitación y me dirigí al bufete donde me encontré con algunos de mis compañeros, entre ellos Cata, Marcos y Mateo.

—¿y los demás?—pregunté acercándome a la mesa donde estaban estos.

—En la excursión, ya deben estar por venir—respondió Cata.

Mierda. Me había vuelto a quedar dormida y me había perdido la ultima excursión del viaje.

—¿y ustedes no fueron?—volví a preguntar sentándome al lado de Mateo ya que era el único espacio libre.

—Si hubiéramos ido no estaríamos acá—respondió el morocho con una sonrisa.

—¿por que no fueron?—pregunte mirando a mi amiga e ignorando el comentario de Mateo.

—Nos quedamos dormidos al igual que vos—respondió Cata.

Asentí y saqué mi celular para ver la hora, 12:30hs, ya no me convenía desayunar así que preferí esperar a que vuelvan los demás para comer.
Fui a WhatsApp y vi que tenía varios mensajes de mi familia y dos de Manu. Obviamente fui primero al chat de mi amigo.

Manucho💖

Bebaaa
A qué hora volves mañana?

Manuchoo
No tengo ni idea
Creo q tipo 1 del mediodía

Ahhh cheto
Así voy a buscarte

Daleee igual van a ir mis viejos

Ya se boba
Pero voy para tu casa
Que necesito que me pongas
al día 😉🥴

Jajajaja Dalee
Siii, tengo q contarte muchas
cosas🤭

Salí del chat de Manu y fui a contestar al grupo de la familia donde mi vieja estaba preguntando cómo me había despertado y si todo andaba bien, las mismas preguntas de siempre.
Una vez que les respondí apague el celular y lo guarde en el bolsillo.

—Voy a la habitación—les dije y me pare.

Para mi sorpresa esta vez Mateo no me estaba siguiendo como siempre, y seguramente sueñe muy histérica pero un poco me gusta esto de tenerlo encima todo el día. A veces se pone un poco pesado pero a la vez siento que después de todo sigo importándole y que de verdad quiere arreglar las cosas.

Llegué al cuarto y me saqué la ropa para volver a acostarme en la cama, tenía que aprovechar el tiempo al pedo para recuperarme. Por suerte no tenía nada de hambre así que no tenía pensado comer por lo que iba a poder dormir todo el día.

Cuando ya estaba por quedarme completamente dormida el ruido de la puerta hizo que abriera los ojos.

—¿Te desperté?—pregunto Mateo entrando a la habitación.