Hasta que te conocí...

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Musica a todo volumen, alcohol, ambiente, ritmo, amigos, eso y más era lo que se encontraba en aquel karaoke.
La mayoría de las representaciones de países se encontraban allí, disfrutando del ambiente tan agradable y divertido.

Era una tradición que después de cada junta de ONU, se fueran a algún bar-karaoke para poder sacar todo el estrés y frustración que producen dichas juntas; y está de más decir que algunos lo estaban disfrutando.
No era para nada raro que algunos ya estuvieran ebrios.

Algunos de los cuales ya estaban al borde el coma etílico eran Rusia, Alemania e Irlanda; de no ser por qué soltaban leves balbuceos cualquiera pensaría que estaban muertos.

— Car rien n'est gratuit dans la vie... —

Oh, justo alguien está cantando

— Jamais on ne rediraaaa! Que la course aux étoiles —

Era Francia, quien también se encontraba afectada por el alcohol

— ÇA N'EST PAS POUR MOI!! —

Desafino un poco, pero igual a nadie parecía importarle, después de todo, no estaban muy lejos de como se encontraba la francesa.

En algunas de las mesas del fondo se hallaban la mayoría de los latinos; bebiendo y algunos llorando.

¡Y a díwa de whoy lo eshtraño weon! —

Se desplomó el chileno en la mesa mientras lloraba más fuerte. Oh pobre de él, el alcohol le trajo recuerdos de una de las personas que más amó, pero que ya no está con el.

¡Y el hijo de su pinshi madrwe she shevó la mita' de mi terrwitorrio! —

Gritó el mexicano

Pero en cuanto lo vea le voy a partir su madre —

Habló más calmado, pero con el seño aún fruncido

¿Y por qué no le cantas a ese boludo? —

Habló el argentino con un tono tranquilo, puesto que él no había bebido nada esa noche. Si que ser el conductor designado apesta.

Ah claro, cantarle a la persona que me traicionó —

Bufo el mexicano

¡No sonso boludo! —

Le respondió al mismo tiempo que le daba un sape

— Cantale algo así como una indirecta —

— ¿Una indirecta? —

— Si —

Se quedó pensando unos momentos; era una muy buena idea recalcarle a Estados Unidos lo malo que fue en aquella época, además que siempre lo hacía ¿por qué no dedicarle una canción está vez?

Se paró con decisión y fue hasta el lugar donde se encontraba la máquina para seleccionar canciones.

Y yo lo decía de joda... —

Hasta que te conocí [Usamex]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora