FUBUKI ━━ inazuma eleven

1 0 ¦ e n f e r m e d a d e s

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one short
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— Vuelvo en un minuto. — pronunciaste al momento de alejarte del albino mientras dejabas un DVD el cual mantenía estampado la portada de tu película favorita, Fubuki solo se limitó a asentir para después seguir viendo la pantalla de la televisión.

  Te levantaste del sofá de la sala en la cual se encontraban, para dirigirte hacia el baño. Era miércoles, un día en el que ambos se juntaban para ver películas de cualquier tipo, ya que lo importante para ambos era solamente el tener un tiempo de caridad. Ambos se conocían desde hacía muchos años atrás, cuando ambos jugaban fútbol en el club del instituto de Hokkaido, te alegraba tener a alguien como el a tu lado.

  Cuando finalmente había llegado al baño, te dirigiste el lavadero en donde allí colocaste un poco de agua en tu rostro, estabas sintiéndote nerviosa y no sabías cual era la razón.

— Maldición. — pronunciaste entre dientes, mientras dirigías una mano sobre tu pecho, aquella área comenzaba a latir fuertemente.

  Al instante tu brazo izquierdo comenzó a hormiguear, lo que procoxo que tu pánico comenzará a sobresalir. Te apoyaste sobre aquel lavadero, mientras intentabas dirigirte hacia la puerta cercana, en un intento desesperado por deslizar el picaporte. Lamentablemente no habias logrado acercarte lo suficiente, por lo que caíste al suelo escuchando un último sonido antes de perder la consciencia completamente.

  Fubuki se encontraba bebiendo un poco de gaseosa mientras comenzaba a ver la película, aunque al mismo tiempo había como es que su piel se estremecía por lo que simplemente su preocupación había surgido.

  Ya habían pasado varios minutos y aún no salías del baño, lo que causó que el albino simplemente se alejara del televisor ya que nunca te tardabas demasiado en el baño. Rápidamente se acercó al baño con una ligera sonrisa tratando de que sus pensamientos negativos no atacarán su mente, toco un par de veces la puerta del baño esperando atentamente escuchar tu voz suave.

— (T/N) ¿estas bien?. — cuestionó con un toque de pavor en su voz, tras no escuchar ninguna voz de tu parte su pánico habia incrementado.

  Tomo el picaporte de la puerta para intentar abrirla, pero no logro ningún resultado favorable ya que la puerta estaba completamente cerrada desde dentro. Quizás ni habias escuchado del todo su voz, por lo que simplemente comenzó a tocar suavemente la puerta.

— (T/N). — llamó nuevamente intentando escuchar algún sonido de tu parte, cualquier sonido le haría saber que estabas bien en realidad.

  Tras no escuchar absolutamente nada de tu parte, comenzó a observar a sus alrededores en busca de algo que lo ayudará a abrir su puerta del baño.

— ¡(T/N)! ¡¿Estas allí?!. — exclamó Fubuki mientras intentaba girar el picaporte nuevamente, en un intento fallido.

  Cuando el albino no escucho ninguna respuesta se alejó de la puerta unos pocos metros, mientras tomaba el picaporte, para después darle una fuerte patada la cual finalmente logró abrir la puerta del baño. Fue allí cuando sin siquiera pensarlo encontró tu cuerpo en el suelo, desesperado se acercó a ti hasta quedar a tu lado. Giro tu cuerpo, ya que estabas boca abajo, hasta que finalmente dirigió su oreja hasta tu pecho encontrado solamente unos pequeños latidos inaudible, lo que lo alerto aún más.

— Todo va a estar bien, cariño. — formuló el albino para después levantarte del suelo con mucho cuidado. — por favor no me dejes. — murmuró con un sentimiento amargo inundando todo su cuerpo,  no podría dejarte ir después de que habían convivido más de diez años.