Gogui

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Mi nombre es Gogui, tengo aproximadamente un año de edad, la selva donde vivo es muy muy bonita. Mi familia es algo pequeña porque solo tengo, a mi padre, mi madre y dos hermanos. Mi madre se llama Meni, mi padre Druc, mi hermano mayor Tix, mi hermana Nani, yo soy el hermano e hijo menor. Hace un par de días, mis padres son dijeron, que íbamos a tener un hermanito o hermanita, se veían muy felices, mis hermanos y yo también nos alegramos, nos emocionamos mucho, porque los próximos juegos en las lianas, serian en pares y no impares. Así por fin, podre dejar de ser el hermano menor y me dejaran de proteger, ahora voy a tener una nueva responsabilidad, tendré que cuidar de mi hermanito, aun no la conozco y ya deseo que este aquí conmigo, para poder expresarle la enorme emoción de que ya quiero que nazca que la quiero mucho.

La llevare a recorrer la gran selva, iremos a bañarnos al rio, el agua es perfecta cuando hace mucho calor, le enseñare a trepar por las lianas, subiremos a las grandes copas de los árboles, le enseñare mi árbol secreto, es muy grande, me gusta mucho subir a el y más por el atardecer, pareciera que la selva se tiñe como de un tono entre amarillo, naranja y rojo. Mamá me regaña porque luego me alejo mucha de casa, es que cuando comienza a irse el sol, empiezan a parecer unos puntitos blancos, a veces parece que son de varios colores, unos rojos, azules, amarillos, pero en realidad son más blanco y después corro por llegar a casa y cuando llego, todo el cielo se llena de esos puntitos. También llevare a mi hermanito a recolectar fruta, le enseñare, como reconoce cual es la fruta más rica.

Mis tíos, tías, primos y abuelos con buenas monos, no se meten con nadie, la única pelea o disgusto de mamá, fue cuando discutió con tus hermanos y después me dijeron que mi abuelo Kaiza había muerto, durante casi una semana nadie se hablaba, toda mi familia estaba triste, yo también me sentí, triste muy triste, el me abrazaba e incluso me llegaba a dormir en sus brazos, me despertaba pasándome una hojita en mi nariz haciendo destornudar. Algunos días jugaba con el abuelo durante el día, un día le conté a mamá que mi abuelo Kaiza me había dicho que le digiera que no estuviera triste y que recordara lo que un día le dijo de niña, "en algún momento llegara el día en que no pueda estar contigo y lo que tienes que hacer es cerrar los ojos e imaginar, cuando llegabas corriendo y llorando porque se te habías lastimado o golpeado y te mantenía abrazada hasta cesar tu llanto". Ese día mi mamá se enojó mucho conmigo, me dijo que era imposible, porque el abuelo Kaiza estaba muerto, le conteste, ¡mamá no miento vi al abuelo y juegue con él!, mamá se dio la vuelta llorando y salió de la casa por el atardecer.Por la noche todos dormíamos, se comenzó a escuchar como gritaban las aves, las termitas corrían rápidamente por los troncos de los árboles, las mambo negras (serpientes) se camuflaban en las ramas de los árboles más frondosas y rápidamente Druc y Meni (mis padres) se asomaron, yo medio adormilado los seguí, hacía mucho frio ese día, vi como mi padre cayo y después mi mamá me miro y me dijo ¡Gogui gogui corran! corrí por mis hermanos pero alguien me sujeto con tanta fuerza que no podía zafarme, yo gritaba: ¡no déjenme, déjenme! grite con todas mis fuerzas, al igual sujetaron a Tix y a Nani.


Cuando nos bajaron, había como unas cajas nos metieron a los tres, a Tix, a Nani y a mí, estábamos muy apretados, mamá y papá estaban tirados, mamá como pudo, extendió su mana y son sonrió. Nos arrojaron a otra caja, pero esta vez no se veía nada, debajo se escuchaba un sonido raro, comenzamos a movernos, no paramos de pedir ayuda, estamos muy espantados, nos quedamos dormidor y cuando despertamos, estábamos en distintas cajas, después supe que esas cajas se llamaban jaulas, a mi lado estaban mis hermanos.

Al paso de unos días, nos metían una cosa afilada, eso dolía, le llamaban jeringa. Apenas teníamos espacio suficiente para sentarnos, pararnos, acostarnos y para poder darnos una vuelta. Prendían y apagaban una a luz, de donde nos tenían encerrados, un día sacaron a mi hermano Tix le enterraron una jeringa, lo devolvieron a su jaula, pasaron unos días y decían estos primates son capaces de desarrollar cierta inmunidad al nuevo virus coronavirus de tipo 2 causante del síndrome respiratorio agudo severo (SRAS-CoV-2). Una mujer, le dijo a otro hombre denle unos juguetes y unos espejos, de vez en cuando nos daban una rebanada de manzana o de plátano, al paso de unos días, le volvieron a poner otra inyección a Tix, pero esta vez nos dijo que se sentía muy mal, que le dolía la cabeza, sus brazos, que no tenía fuerza para poder levarse, que tenía sed, las personas los sacaron y le volvieron a poner otra inyección, esos seres lo aventaron regresándolo a la jaula, se fueron y apagaron la luz, Tix nos decía Nani, Tix no puedo respirar, no puedo respirar, empezamos a gritar ¡ Tix no puede respirar! ¡ayuda! por varias horas, pero nadie nos escuchó Tix murió.

 Esa noche, me soñé sentado en la copa de mi árbol favorito viendo cómo se metía el sol y el cielo llenándose de esos puntitos de colores, me despertó al escuchar ni nombre, mi hermana Nani se aferraba a la jaula no quería salir, pero le hicieron lo mismo que a mi hermano Tix, ella murió. Decían que existía algo, que emergió por primera vez en la provincia de Hubei, en el centro de China, ya que se había expandido a todos los continentes, también conocido como covid-19, que se trata de una infección respiratoria que comienza con fiebre y tos seca y que provocar falta de aire. Que muchas personas estaban muriendo, por eso tenían que hacer lo más rápido posible por buscar la cura, ya que ese virus estaba cobrando más vidas de lo esperado, que la sociedad estaba en crisis, muchos se estaban matando ellos mismos, no había hospitales con las cosas necesarias, que ellos mismos me podía morir y que este virus cada vez tomaba mayor impacto en la sociedad. También decían que, a nivel internacional, había dado recordaciones para evitar cierto contagio, todo esto lo decían mientras se llevaban a mi hermana Nani, que tenían que hacerle una autopsia. 

Yo estaba desperado, tenía tiempo que no veía a mis padres, quería regresar a la selva, a mi hogar natal, ahí murió mi abuelo Kaiza, los extrañaba mucho, comprendí que con nosotros los monos, nos hacen experimentos, para salvar ello a su propia especie y después me toco a mí, me hicieron lo mismo, me aferre con todas mis fuerzas a la jaula, pero fue inútil mis suplicas, pase por lo mismo que mis hermanos Tix y Nani mientras más me costaba respirar, me preguntaba, ¿porque nos habían separado de nuestra familia?, ¿qué daño les habíamos causado?, nosotros no sabíamos que ellos existían, ¿porque no ayudaron a mis padres cuando ellos los vieron tirados en la selva?, a pesar de ver nuestro sufrimiento nos seguían inyectando, ¿porque nos mataban?, ¿porque nosotros?, nunca más volveré a ver a mis madres, a mi querida selva, a mi atardecer en mi árbol favorito, al cielo llenarse de esos puntidos, ni a mi hermanito, si lo único que nosotros hacíamos y queríamos era vivír.

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De la selva a una jaulaWhere stories live. Discover now