Cap 4.1

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Yuuri solo corrio y descargo su ira en una colina. Para recordar a un Wolfram con vida, aun recordaba esa imagen del rubio en medio de esas hermosas rosas, y el viento levantando miles de petalos. Dando una magica escena.
Sin duda Wolfram era mas que bello. Estaba hipnotizado y mas cuando su mirada mostraba sensualidad, pero de momento cambia a inocencia, combinada con alegria y elegancia. Era algo que no podria describir jamas.
Pero al ver a este Wolfram, estaba tan maltratado, no lo reconocia. Era como mirar a un desconocido.
Fue ahi donde el cielo dio a conocer su dolor. Una gran tormenta se formo, los relampagos solo opacaban sus gritos.
Porque no se dio una mísera oportunidad. Porque no le miró, por que no hizo caso a su corazón y no a esos malditos conceptos de lo que era normal.

Después de descargar su odio a si mismo, llego con una motivación de recuperarlo. No para poseerlo, si no para que el sea feliz y volver a ver su sonrisa. Pero tambien sabía que jamas le escucharia decir su nombre con esa melodica voz, lo peor de todo ni un.. Te perdono... Ni un te amo.

Para Gwendal, ver a su hermano en ese estado. No sabia que decir, se retiro a su habitación.
Recordó cuando su hermanito ingreso a su habitación en una noche de tormenta, llorando. Fue ahi donde le acuño en sus brazos dandole protección. Le lleno  su cuarto con los peluches que tejia, para que no tuviera miedo. Recordo cuando venia a sus  brazos corriendo, gritando su nombre como Yental,ya que no sabia pronunciarlo. Recordó cuando nacio, y el pequeño lloraba y lloraba, tenia buenos pulmones.
Y cuando se lo dieron para mecerlo. Se quizo separar, pero el pequeño Wolfram agarro muy fuerte su dedo. Entonces un sentimiento de protección crecio en su interior.

Donde habia quedado eso.... cuando se lo llevaron, al menos hubiera revisado que hicieran bien su trabajo y no se aprovecharán para dañar a su hermanito. Nada de esto hubiera pasado. Era su incopetencia, jamás se lo perdonaría. En esa noche la luna fue testigo del desgarro de su alma y los pequeños rocios que fueron derramandos.

volverte a amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora