My Evil Tentation •Taehyung My Daddy•

|SWEET| +18(?)

Dormí toda la tarde, perdí la noción del tiempo junto a ella, por lo que olvidé una reunión que había establecido con Mina.

* Llamada de Mina *

-- ¿Hola? -dije muy amigable.

-- ¿Donde estás? -dijo un poco enojada.

--Mmmm...en casa -conteste un poco dudoso por su tono de voz.

-- No te acordaste de nuestro asunto ¿verdad? -bajó la voz.

--¿Asunto?...¡Ay! Por Dios, Perdóname, me quedé dormido -toqué mi cabeza.

-- -Suspira- Llevo más de una hora esperando y la gente empieza a murmurar cosas. ¿Te parece correcto dejar plantada a tu prometida? - Ella tenía razón, alguien como yo no haría eso nunca, y mucho menos a la persona que amé desde niño.

¿Pero siento lo mismo ahora?

-- En serio lo siento, voy de inmediato para allá. - me levanté.

-- No lo hagas, no es necesario, yo estaré ahí en un momento.
               
                      *colgó*

NARRA T/N

Escuché a Taehyung hablando con Mina, me sentí engañada, bueno, al menos eso cuenta como engaño para mi, pero ¿que podía esperar? ella es su prometida y yo ni se lo que soy para él.
Al escuchar que la dejó plantada no pude evitar sonreir y sentir alegría ¡dios ! ¿Soy la mala de la historia?

Taehyung término su llamada, me levante y lo abracé.

— Buenos días -dije sonriente, sentía algo inexplicable en mi pecho, era demasiada felicidad o maldad.

— Buenas días. -dijo un poco cabizbajo.

— ¿Sucede algo? -pregunté "preocupada"

— No, nada

— Mmm bueno, si tu lo dices - me paré y me metí al baño.

Terminé de asearme en todo los sentidos.
Antes de abrir la puerta pensé ¿no es mala idea tomar el puesto de la mala? Es momento de jugar un poco.

Salí y taehyung aún seguia acostado en su cama.

— ¿Hasta que hora piensas dormir? -dije sentadome en la cama.

— Yo ya desayune, no hace daño dormir un rato más -se dio la vuelta dándome la espalda.

— O esperas que alguien venga a despertarte -dije viendo hacia un lado.

— ¿Y quien vendria a despertarme? -se dio la vuelta para ver mi expresión.

— No lo se... Tal vez...Mina - Murmuré sin dirigirle la mirada.

— ¿Que dices? -soltó una pequeña risa.

— Nada -respondí fría.

— Además, ella también puede despertarme -movió su posición.

Esta vez se encontraba acostado con la mirada hacia arriba y sus manos tocando su cabeza.

— ¿Y lo hace mejor que yo?
-dije sentandome sobre él

— ¿Que haces? -preguntó algo sorprendido, aunque siento que no debería hacerlo.

— Quiero despertarte, tienes que ir a recibir a tu prometida. -reí.