-San, recoge eso, por favor.
Me acerqué corriendo hacia el lugar qué había sido señalado por ella, la miré con una sonrisa y se lo entregué e; la mano. Era su collar más preciado y caro, suponía que se había caído de su cuello accidentalmente.
Pero el collar fue lanzada a mi cara, desconcentrándome.
-Te he dicho que lo recojas. No que me lo des. ¿Hace falta una nueva clase o qué?
Le miré aterrado mientras me arrodillaba y hacia una reverencia. Las clases no eran clases normales.
Ella me pegaba mientras me explicaba cada una de las cosas que quería que cumpliese. El recoger la ropa fue enseñado a base de pegarme con un palo de madera en la espalda.
Nunca entendí que hice mal para que ella fuera así, nunca le encontré la razón o simplemente una explicación. Siempre había estado a su lado y había hecho cada una de las cosas que me pedía.
Pero al parecer no era suficiente para ella.
-No, más no. Prometo obedecer y serle bueno y de buen uso -dije mientras hacía otra reverencia y me levantaba del suelo.
-Eso espero, San. No seas un desastre cómo lo es el de mi amiga.
No había ningún día en el que la señorita Hyemin no viniese a casa a pasar el día junto la señora.
Mi señora, Choi Heesok, era una mujer seria y estricta. Le gustaba mandar y que no le mandasen, odiaba a los débiles. Algo de lo que me enteré anteriormente es que yo estaba elegido para ser activo, pero por desgracia ella pagó para que fuese al revés. Nunca me demostró cariño, nunca supe que era.
¿Quizás eran aquellos golpes lo que la gente denomina cómo cariño?
-No. No seré de mal uso para usted.
-Es tu deber -Heesok miró el reloj plateado de su muñeca y sonrió con malicia.- Hora de la pastilla.
Por fuera estaba serio, pero por dentro estaba llorando. La pastilla solo significaba una cosa.
Abusar de mí.
Al día siguiente de haber tomado la pastilla despertaba desnudo en mi cama. También tenía marcas de dedos en mi cara y cuello. Odiaba aquella pastilla. El hecho de no saber qué ocurría me desconcertaba. Pero antes de todo, tomo cuatro pastillas al día, según Heesok para que el efecto sea más fuerte. Antes me mareaba, me desmayaba y ni despertaba en un día entero. Pero ya mi organismo se había acostumbrado.
El timbre sonó y me dirigí con prisa hacia la entrada, para cumplir mi obligación, abrir la puerta a la persona que quiere entrar, evidentemente con cuidado de no meter a ninguna persona de bajo rango en la casa.
Pero mi sorpresa fue grata al ver a Hyemin con dos hombres.
Uno de estos hombres, era el guardaespaldas de ella mientras que el otro...
Era un chico de mi edad, aparentemente desmayado. Hyemin no parecía contenta, más bien se podía observar su enfado desde la distancia.
-Señorita...
Pero fui empujado contra la pared con fuerza. Observé cómo el guarda y ella entraban a paso rápido. Les seguí aún intrigado por quién sería aquel chico.
-Ya no seguiré tu consejo. Wooyoung se ha desmayado y he tenido que llamar a Jungkook para que te lo traiga, ¿cuánto va a pasar hasta que despierte?
Miré desde la puerta con atención.
-Se tiene que acostumbrar, dentro de poco verás que tendrá un aspecto como drogado, pero se mueve. Te hará caso. Todas lo estamos haciendo, no querrás ser la excepción, Hyemin -habló Heesok.-San, prepara un té para las dos!
Asentí, no sin antes ver como Jungkook depositaba el cuerpo de aquel chico en el sofa.
Wooyoung. Sonreí.
Me dirigí a la cocina a paso rápido, no quería hacer esperar a las señoras.
-¿Qué tal, San? Hace tiempo que no te veo -habló Jungkook adentrándose en la cocina.
-Hola, Jungkook. Sí, lo mismo digo. Estoy bien, aunque no recuerdo cuánto llevo sin ver el sol.
Jungkook me miró curioso mientras yo realizaba los tés.
-¿Cuánto llevas sin salir?
-Más de cuatro meses seguro -hablé mientras hervía las frambuesas l taza de azúcar, el cuarto de taza de agua y el jugo de los cuatro limones en la cacerola.
Jungkook me miró sorprendido.
-Hyemin está loca.¿Cómo va a tener a alguien encerrado durante cuatro meses?
Sonreí. Jungkook era el activo de la relación y de las mejores personas que había conocido en mucho tiempo. Lo conocí la primera vez que me desmayé, Hyemin le llamó ya que ese es su trabajo. Era una especie de guardaespaldas y policía. Servía a muchas casas y es que cuando había un problema se solía acudir a él.
-No hablemos de eso. ¿Cómo está Wheein?
El cuerpo de Jungkook se tensó. Decidí ignorar aquello para prestar toda mi atención el la bebida.
-Hoy salió a dar una vuelta. Le dije que no me tenía que preguntar, pero es muy cabezota...-dijo Jungkook sonriendo.
-Hace tiempo que no la veo...-murmuré.-¿Cómo es ese tal Wooyoung? Según mi señora es un desgraciado.
Jungkook comenzó a reír por eso.
-Wooyoung es valiente. Le está plantando cara a Hyemin, yo también lo haría. Siempre se escuchan sus gritos en mi casa, es acojonante. Me da pena que ya no esté la Hyemin de siempre... Heesok la ha cambiado muchísimo.
Asentí mientras terminaba los últimos pasos de la preparación del té.
-¡San, trae de una vez el té, joder!
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NO CONTROL ;woosan
Fiksi Penggemar❝En el año 3025, las almas gemelas son elegidas al momento de nacer. Pero no todo es amor, una de las personas tiene el poder de hacer lo que quiera con la otra mediante una pastilla, mientras la otra no puede negarse. La relación homosexual está pr...