La noche es joven

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Andrew se colgó un bolso en la espalda, me agarró la mano y me condujo hacia el edificio. Antes de entrar, saludó con la mano al vigilante de la puerta principal y este lo saludó de vuelta. Él no decía nada, sólo sonreía, pero se quedaba callado cuando le preguntaba qué era ese sitio, así que para salir de dudas quise preguntárselo al vigilante directamente, él me respondería.

-Buenas noches señor, ¿me podría decir qué es éste lu...-Fui interrumpida por la mano de Andrew, la cual tapó mi boca.

-No le arruines la sorpresa, George.-Le dijo Andrew al señor y luego me levantó y me llevó cargada hacia adentro.

El interior del edificio era bastante común, excepto tal vez el hecho de que debían ser apartamentos residenciales bastante costosos, por como estaba decorado todo.

-Andrew, ¿a dónde se supone que me estás llevando?-Pregunté yo.-Más te vale que no estés intentando secuestrarme.

Él rió y dijo:

-No prometo nada.

Entramos en el ascensor. Estábamos solos ahí dentro. Andrew me puso abajo de nuevo y presionó el botón del último piso.

Intercambiamos una mirada y Andrew dio unos pasos rápidos hacia mi y acercándome a él con sus manos al rededor de mis caderas, se acercó a mis labios para besarme.

-No te pases de listo, Andy. Primero tengo que ver si me gusta la sorpresa.-Dije sonriendo con mi rostro separado por poco del suyo.

Él también sonrió.

-¿Así juegas, eh?-Respondió él a su vez.

En ese momento el ascensor se detuvo en un piso dejando entrar a un señor bastante robusto que presionó el botón de planta baja. Nos incorporamos inmediatamente.

Muy bien, ven a arruinarnos el momento señor Obesidad, no veo por qué no.-Pensé.

Llegamos al último piso y nos bajamos del ascensor, el cual se cerró a nuestras espaldas con el señor gordo adentro.
El lugar estaba completamente oscuro, hasta que Andrew encontró los interruptores de luz y los encendió. Había un pequeño corredor que daba a una única puerta grande. Miré a Andrew con curiosidad y él me sonrió, caminó hasta la puerta y la abrió. Me acerqué y entré en aquel lugar, el cual también estaba algo oscuro, pero al igual que antes, Andrew encendió las luces.

Era como un salón de fiesta, bastante amplio, aunque parecía en mantenimiento, porque una pared estaba pintada a medias y a la otra aún le faltaba bastante pintura. Habían algunos potes de pintura y brochas en las esquinas. También había un equipo de música en el otro extremo.

-Wow, ¿qué es éste lugar?-Pregunté después de haber examinado el sitio con los ojos.

-¿Qué crees que es?-Respondió él apoyado con el cuerpo a la puerta.

-Como un salón de fiestas en remodelación.

-Bingo.

Luego se acercó y tiró su morral en el suelo, contra una pared, lo abrió y de ahí sacó una gran manta. Puso la manta extendida en el suelo en toda la mitad del salón, luego me dijo.

-Tienes que ver esto, acuéstate ahí.

-Mmhh...-Dije levantando una ceja.

-Vamos, confía en mí.-Replicó.

Rodé mis ojos y accedí, me acosté sobre la manta, la cual por cierto estaba muy cómoda. Cuando lo hice, noté que el techo estaba cubierto por luces navideñas organizadas en fila, pero estaban apagadas. Andrew apagó la luz y se dirigió hacia una esquina, ahí se agachó y supongo que fue para conectar algo porque un segundo después las luces del techo se encendieron.

It's a good morning Mr. GarfieldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora