Extra 18 (7).

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"Lo ves, te dije que el maestro estaba enfermo con un resfriado."

El pequeño Li Qing estaba sorprendido. "¿Acaso eres un adivino?"

"Los adivinos son unos estafadores, pequeño tonto." Qi Yu se sobó su suave cabello. "He estado observando el cielo en las noches."

"Es sorprendente... ¿Qué viste?" Li Qing lo miró con asombro.

"También vi..." Qi Yu lo jaló para levantarlo y dijo. "Te lo diré mientras caminamos."

No le dio oportunidad de dudar a Li Qing, los demás niños ya se estaban marchando de la academia y Qi Yu era como un caballo salvaje corriendo por la calle. Li Qing era tímido y nunca había estado en la calle sólo, Qi Yu era la única persona que conocía y no tuvo otra opción más que correr para alcanzarlo.

"¡Espera! Espérame..."

Qi Yu miraba a un lado y a otro, mientras Li Qing lo perseguía todo sudoroso.

"Caminas demasiado lento, me estás retrasando."

Qi Yu sentía curiosidad por todo a su alrededor y sólo podía pensar en jugar pero pensaba que Li Qing caminaba demasiado lento. Li Qing estaba jadeando, cuando Qi Yu lo regañó, se sintió ofendido y sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas.

"Nadie te dijo que me jalaras contigo, no te voy a volver a acompañar nunca más." Li Qing bajó la cabeza haciendo puchero. "Tú... tú llévame de regreso, ya no te voy a retrasar."

"¡Oye! No te estaba regañando, de verdad, no llores..."

Li Qing no estaba feliz y quería ignorarlo pero Qi Yu compró dos paquetes de fruta endulzada y los puso en sus manos.

"Dulces para ti, no llores, si la gente nos ve, van a pensar que te estoy vendiendo."

"Ya no quiero seguirte."

"Todos se han ido." Qi Yu había aprendido el tono juguetón de su padre el emperador cuando trataba de convencer a su pequeño padre. "¿No quieres saber que más vi en las estrellas?"

"¿Qué?" Li Qing era puro e inocente de corazón y se sintió atraído por la duda, sorbió dos veces y contuvo el llanto.

"Vi que tu naciste para ser mío." El rostro de Qi Yu no estaba sonrojado y no lucía nervioso. "Así que si no me sigues, ¿con quién más puedo hablar?"

"Estás mintiendo."

"No te estoy mintiendo, ¡tú eres un pequeño cachorro!" Qi Yu lo agarró de la mano y comenzó a caminar sin rumbo.

"Si estoy mintiendo, tienes que seguirme para descubrirlo."

Li Qing pensó que su razonamiento no tenía sentido pero no podía rechazarlo.

"¿Quieres comer?" Li Qing levantó las frutas endulzadas enfrente de él.

"Sólo hay dos paquetes, son todos para ti."

Li Qing finalmente sintió la ternura y consideración de ese pequeño tirano, vio que Qi Yu sacó una pata de pollo y disfrutaba el olor como si fuera un ladrón. Qi Yu lo arrastró para que vieran a unas personas haciendo malabares, había unos monos en el grupo de malabaristas, estaban amarrados del cuello y saltaban por aros de fuego o se trepaban a un balancín. Cuando el mono hacía el movimiento correcto, el cuidador de los monos le daba un poco de comida, si hacía las cosas mal, recibía un latigazo. Qi Yu observaba con interés pero Li Qing estaba asustado por el sonido del látigo.

Silent lover (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora