— ¿Cómo estas?
No podía decirle a Jungkook la misma respuesta, aunque fuera la centésima vez que me lo preguntaba en el día.
— Un poco abrumada por tus preguntas.
— Esto es en serio.
— Lo sé, por eso también soy honesta. — le contesté y me quedo viendo como si me creciera otro ojo.
— ¿Qué voy a hacer contigo...?
Dio un suspiro y despachó a la deidad del río Han, que no era nada más que un niño de unos escasos 13 años con cabello violeta. Mingyu lo había traído para ver si podía curarme, pero no había pasado nada... solo me había visto por una hora con una mirada tan aterradora que creí morir del miedo en ese momento.
Pero al menos Jungkook ya no estaba tan territorial en el salón, había recibido visitas de más deidades que pronto me sentí mareada por el conjunto de poder.
— Jungkook no te desgastes con esta situación, ya sabes la respuesta y la doctora Iseul unnie ya nos advirtió.
— Ella quiere que te entregue al gobierno en bandeja de plata, es una loca y se ganó el título de medica en una máquina de pinzas. ¡¿Como puedo dejarte con esos hijos de puta?! — su voz se volvía un puchero al quejarse de lo mismo y yo me abracé más a mi manta. — ¡Primero le cortaría las bolas al ministro!
— No puedo creer lo mal hablado que eres... ¿con esa misma boca planeas darme besitos?
Entrecerré mi ceño intentando hacer que se relajara un poco pero solo creé el efecto contrario.
— Kim Hanam, esto es en serio, no es un juego de niños. Hasta no sacar esa porquería de tu cuello no voy a aceptar más bromas de mal gusto...
Yo me crucé de brazos y me recosté en el sillón haciéndome un ovillo. Viéndolo con ojos comprensivos.
— Me hiciste una promesa.
— No la olvide.
— Pero pareces olvidar que sigo aquí... si el gobierno quiere tanto que recuerde entonces no me mataran por ahora. Solo intentemos pensar con cabeza fría. — tomé su mano apoyada en el borde del asiento y entrelacé nuestros dedos intentando llamar su atención. — tendremos tiempo después para salir de esto.
— ¿Como puedes estar tan tranquila? No puedes pedirme que te deje sufrir por un jodido virus y siga con mi vida normal, las cosas no funcionan así para mí. Nadie se mete conmigo... mucho menos contigo y se sale con la suya.
— Ya, entiendo, pero estoy dispuesta a tomar el riesgo si es necesario... incluso aceptaré tu cortejo de una vez si lo olvidas un rato.
El dejó de ver sus papeles para verme sin ánimo, casi como con reproche.
— Eso se llama chantaje y lastima mi orgullo.
— Pues lastima el mío saber que ya no te interesa que sea tu pareja. Has planeado este cortejo por años y lo has dejado de lado por mis problemas de humana. No suena muy justo.
— Hanie...
— Te amo. Esta situación es estresante pero no voy a arriesgarme a que pase otra cosa y pierda el momento de decírtelo... o que tengamos que retener lo que sentimos. — sonaba necesitada, pero también necesitaba de mimos, no sabía si el virus me hacía más sensible pero últimamente me costaba mucho seguir sin recibir una cantidad considerada de cariño diario. — no voy a esperar más. Independientemente de lo que suceda mañana.
El dejó su pluma a un lado y con su mano libre me acerco en un beso un poco demandante, casi desesperado, como un grito de guerra antes del enfrentamiento. Me tomo de la cintura con cuidado y sin esfuerzo me cargo hasta nuestra habitación ignorando los guardias en el pasillo.
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𝕽𝖆𝖎𝖓 ♛ JJK¹
Fiksi Penggemar❝ Tú viniste a mi como una cálida lluvia de primavera y me despertaste de mi largo sueño ❞ Ella despierta del coma, en un mundo que está en las puertas de su fin y él parece ocultarle cosas, incluso su verdadera naturaleza. ¿Como creerle? El rey de...