Esperaba algo que sabía que Él no podía darme,
miraba esperando respuestas que estaba segura nunca llegarían, la gente nunca llega a tu vida a aclarar incógnitas, tú las creas a medida que aparecen personas a las cuales nunca llegas a comprender del todo, sobre todo cuando no acabas de comprenderte a ti mismo, esperé que dijera algo y de sus labios no salía ni un solo suspiro aunque pasarán horas, de los míos habían salido muchas más palabras de las que hubiera querido decir en realidad; pero hable con o sin motivos, me expresé y mostré lo que realmente era; aunque nunca lo aceptara era yo, con todos los defectos a flor de piel y sin miedo de verme expuesta como nunca me había sentido, sensible y bizarra, extraña y solitaria como descubrí que tenía que verme; por que tal como Él nadie tenía respuestas y yo, pues yo quería mucho más que su silencio.
Mallori Rendón Rosales.
