Capítulo 2[SIN EDITAR]

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Tic toc, tic toc.

Abro los ojos de golpe. Me encuentro en una habitación oscura, no hay una ventana ni algún vago destello de luz.

Por alguna extraña razón estoy asustada de estar en la inmensa oscuridad y soledad, intento comprender como llegue hasta aqui escabulliendome en el interior de mi mente, concentrandome en lo que hice en el día para llegar a esta extraña situación.

Gimo frustrada al ver que no encuentro nada con lógica. Llevo mis manos a mi cabello removiendolo con violencia mientras cierro mis ojos por un momento, en el momento que los abro el panorama es totalmente diferente.

Estoy en un bosque desolado, entre los grandes arboles e inmensa cantidad de hojas y ramas que dependen de estos entra un destello de luz leve de la luna. Llevo mi vista hacía mi cuerpo y me doy cuenta de que estoy vestida con un delicado vestido color perla que esta salpicado con sangre por todos lados.

Trago saliva, ¿Pero qué mierda?

Y así como llego ese extraño escenario, se desvaneció dejándome caer en la oscuridad.

Mi pecho se contrajo de golpe y comencé a sentir pánico, el aire comienza a faltar y me decido por cerrar mis ojos con fuerza esperando el impacto.

Despierto de golpe sintiéndome demasiado acalorada y asustada. Me incorporo en la camilla del hospital mientras tomo repetidas y consecutivas bocanadas de aire.

Una vez me mi pulso disminuye a un estado normal pienso entre leer o dormir. Me inclino por la segunda opción.

-Mañana necesito tener fuerzas para irme de este maldito lugar.-susurro para mi misma, al mismo tiempo que apoyo mi cabeza en la almohada y cierro mis ojos para caer en brazos de algún dios sobrenatural.

Siento un líquido helado en mi cara, y abro mis ojos rápidamente encontrándome con una Elay con ojeras, pelo revuelto y un vaso de agua ya vacio en su mano.

-¡Oh por dios!- Exclama para luego abrazarme como si no me hubiese visto en años.-Me alivia tanto que estes bien Emi.- Sus ojos se hacen aguados y una pequeña lágrima desciende de su mejilla.

-Ya, que estoy bien. No fue nada grave, probablemente fue el shock del momento al ver toda esa sangre saliendo del cuerpo, como cuando casi me desmayo luego de fumar hierba.- Rio al recordar ese suceso. Elay ebosa una pequeña sonrisa.

-Ven, que ya te dieron el alta y mi cuerpo pide un baño urgente.- Me ayuda a levantarme y me tiende una muda de ropa limpia para que me me saque la bata blanca que me hace parecer un fantasma. Se lo agradezco con una sonrisa y me encierro en el baño de la habitación.

Una vez cambiada y firmar unos cuantos papeles, le agradecemos al personal y nos encaminamos fuera del hospital. Tengo mis dos brazos vendados y voy a tener que cuidar mucho mis movimientos si no quiero que se abran las heridas y se infecten.

Veo la moto de Elay y mi rostro pierde todo color en segundos, esta lo nota y me dice que vayamos en bus y luego vendría a buscar su moto al estacionamiento del hospital, lo que hace que en mi interior haya paz.

-Oye..-Me dice hablando más bajo de lo usual- No correras en el bosque ¿Verdad? No creo que estes en condiciones de otra caída.

-¿Bromeas? Claro que lo haré. Es una oportunidad única de enfrentarme con el malnacido que se burlo de mi hace dos años por perder la carrera.- Mi tono de voz es claro y firme, Elay asiente en silencio y no dice más en el camino, como si le molestara mi decisión.

Elay me dejo en mi casa y me despidió con un abrazo. Saco las llaves de mi bolsillo trasero y abro la puerta deseando no encontrarme con María, mi madre.

-¿Donde has estado? Dejalo, no me interesa. Eres igual a ÉL.- Las últimas 4 palabras las solto con veneno, como si en verdad me odiara.

Ahí esta mi progenitora. Una mujer llegando a los 50 años. Tez morena y algunas pequeñas arrugas. Su pelo enrulado le da un toque más juvenil y su carácter deja demasiado que desear.

La única razón para vivir con ella a mis 20 años de edad era lástima. La verdad es que tenia bastante dinero ahorrado para comprarme un departamento cerca de la casa de Elay que he estado viendo hace ya bastante tiempo.

Subo a mi cuarto sin decir ninguna palabra y una vez allí me tiro boca abajo a mi hermosa y preciada cama, la única que no me abandona nunca.

Mis ojos se van cerrando lentamente al encontrar comodidad en la cama, y me dejo caer a los brazos de... Nadie, yo no necesito a nadie para dormir.

Me despierto sobresaltada al escuchar el sonido particular del tono de llamada de Elay. Suspiró algo cansada y atiendo el teléfono.

-Oyeeeee-Alarga la e- se cancela la carrera de esta noche. Se dice que va a estar lleno de patrullas y gorrudos corruptos.¹
[¹Gorrudos corruptos: Oficiales de policía corruptos]

-Joooder.- Resoplo con desgano.- ¿Hay planes para esta noche?- La verdad es que tenía muchas ganas de salir y esta era mi noche para brillar, bailar y emborracharme hasta perder la consciencia.

-Claro que los hay amiga mia. Te quiero aquí en una hora, trae tu maquillaje que de los atuendos me encargo yo.- No la veo pero puedo jurar que esbozo una sonrisa.- Bye bye zorra.- Cuelga.

Me levanto de un salto de mi cama y meto mi pijama dentro de mi mochila, junto a dinero, hierba, y algunas otras sustancias, además de mi maquillaje. Me encamino al baño y me doy una ducha de 15 minutos. Al salir me debato por ponerme unos jeans ajustados color negro y una camiseta blanca con un arcoiris que me llega por arriba de mi ombligo.
Tomo mis llaves y mi celular, me cuelgo la mochila y salgo de mi casa sin tomarme la molestia de avisarle a mi madre de mi ausencia, luego de lo que había pasado hoy no tenía muchas ganas de hablar con ella.

Ya en casa de Elay, armo unos blunts mientras ella busca en todo su armario algunos vestidos ajustados.

-¿Qué tal este Emi?.- Me extiende un vestido gris al cuerpo con escote bastante pronunciado, puedo jurar que me llegaría apenas unos 7 u 8 dedos por debajo de mi trasero, pero me gustaba. Asentí con una sonrisa y ella me lo tiró en la cara.

-Cambiate de una vez mujer.- Siguió removiendo su armario para buscar un vestido adecuado para su figura.

Ya cambiadas, nos comenzamos a maquillar. Elay se había decidido por un vestido negro sin tiras con escote en forma de corazón pegado al cuerpo.
Una ves maquilladas nos peinamos y nos sacamos algunas fotos para subir a instagram.

Pedi prestada una de sus carteras y puse todas las sustancias ilegales ahí. Bajamos y nos dirigimos al auto de su hermano, siempre nos prestaba el auto cuando ibamos la fiesta. Una vez en marcha cerré todas las ventanas, puse LAMBO de C.R.O y prendi uno de los blunts, haciendo que el auto se llene de humo.

Una vez llegamos abrimos las puertas para salir y de esta salio una nube espesa de humo. Los que estaban fuera se quedaron viendonos, como si no pudieran creer que fumemos pareciendo "buenas chicas"

La casa era de dos pisos, blanca por fuera y parecía inmensa. Vaya dinero de Deadler

[Deadler=tranza, gente que vende droga]

Le sonreí a todos los que me dedicaban una mirada y les guiñe un ojo. Supe ahí que seria una buena noche.






Bueno gente, aca el segundo capitulo de lo que ahora va siendo este escrito ah. ¿Qué creen que pase en la fiesta?7u7. Muchísimas gracias por leer. Espero y esten disfrutando.
Como pueden ver, Emi y Elay no son las típicas ratas de laboratorio. Ninguna de las dos va a la universidad y aún asi tienen buenos empleos y disfrutan yendo de fiesta y fumando hierba. Además de que tienen mucha reputación con los chicos.
Estoy muy emocionada por seguir escribiendo, me gustaría hacerlo todo de golpe kshsks pero no es tan fácil.

Vidas cruzadas.© CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora