Al acostarme en la cama me enrrolle en mi sábanas que están muy calientitas y agarré a mi peluche favorito y lo abracé. Es raro que teniendo 18 años duerma con peluches —Me dije— pero no importa nadie lo sabe, solo Fer pero nunca sale nada de lo que pasa entre nosotras somos una tumbas.
Volví a pensar sobre Edgar y la posibilidad de dejarlo, luego recordé que no respondí sus mensajes.
¿COMO TE VA?
ESPERO QUE ESTES MUY BIEN, TE HECHO DE MENOS.
YA QUIERO VERTE.Me mandó el por mensaje.
YO IGUAL TE HECHO DE MENOS, ME VA MUY BIEN, IGUAL QUIERO VERTE, NO PUDE RESPONDER PORQUE HE TENIDO UN DIA MUY OCUPADO.
Le dije yo.
Al cabo de unos minutos el me devuelve el mensaje.
TE QUIERO, DESCANSA QUE MAÑANA HAY QUE MADRUGAR.Mis pensamientos vuelven, —¿Será correcto dejar a Edgar?— la verdad no hay nadie más, solo es que esto no está llendo a ningún lado, siempre es lo mismo ya me está aburriendo, él me quiere y se nota.
Al día siguiente Fer y yo nos fuimos a clases y estuvimos todo el día juntas porque Francisco tuvo prácticas y las dos estábamos solas, transcurrió el día normal y así estuvo los siguentes días todo normal, hasta que llegó el fin de semana y decidí ir a casa de mis papás y ver a Edgar. Llegué a casa y todo estuvo bien salimos y comimos, salí con unos amigos ese día, al día siguiente fui a ver a Edgar.
—Hola— Le dije a Edgar un poco confundida, pues no sabía que decisión tomar.
—Hola, Sofi— Me dijo él con una gran sonrisa en la boca y me abrazó —¿Como te ha ido?
—Muy bien— dije con la mirada abajo.Pasaron unos minutos fuimos a comer y estuvimos platicando. La verdad Edgar no es mala persona ni nada, pero no quiero que esté engañado, creyendo que lo quiero, bueno si lo quiero pero a como debe de ser.
—Quieria hablar contigo Edgar— le dije, con un tono preocupante por la cara que puso el, creo que así fue.
—Ah, está bien— respondió el demasiado serio —Pero te contaré algo antes.
—Esta bien
—Se que va a sonar raro—me dijo— pero soñé que me terminabas, la verdad creo que sí va a pasar esto, vas a decir que es algo tonto, pero lo soñé, ya decía yo porque tenía ese presentimiento.
—Lo siento— agaché la cabeza, era imposible mirar sus ojos, que son demasiados negros, un negro tan intenso que en este momento no podía voltear a verlo.
—¿Hay alguien más?—Me preguntó.
>>Claro que no, ¿Como puede pensar eso<<
—No, no, no hay nadie más, solo que creo que esto no está funcionando.
—Pero... ¿Por qué?.
—Es que, sé que va a sonar algo raro o comun, pero es que no eres tú, soy yo. O sea no hay ningún problema entre nosotros pero es lo mejor para ambos, necesitas a alguien que te quiera de verdad— Le dije, siento que sonó un poco feo, pero es la verdad, no supe cómo expresarme.
—¿Como? ¿No te entiendo Sofia?— Me dijo él, a nada de derramar lágrimas.Lo volteó a ver y veo que caen unas lágrimas por sus mejillas.
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Ni amor ni odio
Teen FictionSofía es una joven de 18 años que acaba de entrar a la universidad, se enamora de un joven mayor que ella, pero se ve involucrada en una relación demasiada tóxica y hace que se aleje de las cosas que quiere y de sus amigos igual, ella ya no sabe que...