Se puede ver a una multitud portando vestimentas negras dentro de un cementerio, entre toda esa gente el llanto de una pequeña niña de cabellera rosada logra destacarse, es apenas una infante de 6 años que llora desconsoladamente, a espaldas de ella una pareja junto a otra niña de cabellera morada, ojos color miel al igual que los de su madre teniendo misma edad que la pequeña rosada, los 3 con un semblante serio.
–... Y ahora nos despedimos de la pareja Haruno, fueron grandes personas que se esforzaron por ayudar a otros y jamás se sintieron superiores a pesar de su riqueza, sabemos que le dieron hermosos recuerdos y enseñanzas a su hija Sakura Haruno – el hombre encargado de dirigir el funeral habla de manera tranquila, ya acostumbrado a ese tipo de sucesos.
Al finalizar la palabras de aquel hombre todos comenzaron a irse por direcciones distintas quedando solo la pequeña y la familia de 3. El hombre al percatarse que ya no había nadie se acercó a Sakura quien aún seguía llorando – pequeña, debemos irnos, ahora tú vendrás con nosotros, te cuidaremos bien, tendrás una hermana, tu prima Kumiko, ya verás que te acoplaras poco a poco a nuestra familia, por favor, tranquila pequeña, debemos irnos a casa – le habló de manera tranquilizadora.
Las palabras de su tío lograron darle un poco de consuelo, aún con pesar abrió sus ojos completamente llorosos dejando ver ese color jade tan característico, lo miró por unos segundos, después tomando la mano de él se alejaron de ahí.
~~~~~~~~ 9 años después ~~~~~~~~~
Una mañana como cualquier otra Sakura estaba dentro de su habitación, ya era todo una chica de 15 años, su cabello rosado había crecido con el tiempo llegando hasta la altura de sus muslos el cual solía llevar atado en unas largas trenzas. También llevaba gafas, algo anticuadas y de grosor algo innecesario que no dejaban distinguir su rostro fácilmente. Frente a ella una chica de la misma edad con cabellera larga morada y ojos miel se daba a la tarea de aplicar cosas en su rostro, ambas con el mismo uniforme, pero portandolo de manera distinta. Kumiko lo suele llevarlo de manera provocadora, dejando ver sus piernas y el inicio de su pecho de manera leve, siendo consciente de las reglas de la escuela. En cambio para Sakura era diferente, usando un uniforme extremadamente grande con el cuello de su camisa puesto hasta el último botón y una falda casi hasta sus tobillos, sobra decir que las zapatillas también eran anticuadas. Kumiko solía encargarse del arreglo personal de Sakura cada mañana, ella principalmente había decidido desde que eran pequeñas que debía o no usar. Este día no sería la excepción.
– Cada vez que te miro pienso lo mismo, quién diría que desde pequeña serías tan lamentable, mira que perder a tus padres de esa manera, debes de sentirte afortunada por tenernos – expresó Kumiko sin dejarle hablar mientras continuaba aplicando pequeños puntos en forma de pecas al rededor de su rostro con un delineador, convenciendola de que le sentaban bien en ella – pero no te preocupes que por eso te cuidamos bien, ¿cierto? aún así no debes olvidar que mientras estemos en la escuela no puedes hablarme, ya sabes, cosas de estatus eso sí no olvides pasar por mis tareas en la biblioteca, dejaré mis libretas en el estante de siempre, y también sabes que no debo repetirte que no debes quitarte las gafas, las chicas inventan rumores sobre el color de tus ojos, así que no llames demasiado la atención – ella hablaba de manera dulce pero fría al dirigirse a Sakura aunado a un gran aire de superioridad – ¿te quedó claro? No es como que seas tonta o algo así.
–Si-si-si, no-no te preocupes Kumiko, yo cuidaré de tu imagen – la chica peli rosa contestó de manera nerviosa a su prima, con notorio miedo.
–Por supuesto, me lo debes, además sólo quiero que pases desparecibida de esa gente que puede lastimarte, ya has sufrido tanto que no mereces más dolor – expresaba Kumiko mientras tomaba una de las trenzas en sus manos – por cierto, no preocupes a papá ni lo aburras con tus problemas, incluso si algo sucede en la escuela él no tiene por qué enterarse, ya hace mucho por ti al mantenerte como para que lo preocupes – le decía la ojimiel con un dulce tono de voz fingido.
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La música que nos unió
RomanceSakura Haruno es una joven que pierde a sus padres a una corta edad, así que se queda a vivir con sus tíos, su prima y tía por envidia la tratan mal a escondidas del tío de Sakura, la obligan a hacer cosas que no quiere y se aseguran de bajar su aut...