"¡Estúpido Ángel!" »YM« 💜

• 24: Idiota •

El rubio se encontraba algo perdido, veía como lentamente su unica amistad más sincera que había tenido hasta ahora se desplomaba lentamente dejando atrás los recuerdos.

Yoongi había tratado de detener a su amiga mientras ella subía las escaleras, la detenía para que le escuchará quería hablar con ella, pero está se negaba ante cualquier comunicación con el mayor.

Corrió a encerrarse en su habitación, seguido a unos paso más atrás por un  Yoongi desesperado sin tener la más mínima idea de que hacer.

-Sunni- llamaba constantemente tocándole la puerta para que está le abriera.

La castaña se encontraba tirada en el piso del otro lado de la puerta, recostada en ella, se vía terrible algo desmaquillada, tenía el pelo suelto, había tirado la gomita elástica lejos de ella por la furia que tenia cuando entro su habitación cerrando la puerta, con los ojos llorosos, no tenía ninguna intención de abrir la puerta a su amigo.

Hacia presión para bloquear la puerta e impedir que el mayor entrara.

-Largate de aquí, no quiero saber nada de ti.

-Sunni, por favor, podemos hablar de esto- mencionaba el chico.

Sin tener alguna respuesta del otro lado de la puerta, decidió sentarse  dejando caer su cabeza en la puerta de madera fina, esperando para poder tener una oportunidad para hablar con ella.

Tenían diferentes soluciones para el problema, pero estaban  en las mismas situaciones.

Uno necesitaba del otro.

Los dos amigos no comprendían lo que era tenerse el uno al otro, no habían experimentado una pelea tan grave como está, tal vez esta sea el motivo suficiente por la cual Sunni le costó demasiado comprender está pequeña discusión, volviéndose en un gran problema.

Desde que eran amigos en el preescolar, ninguno de los dos había peleado por algo así, como algunos dicen, la primera vez nunca se olvida, está era la primera vez para ella, y le dolía, más de lo que se iba a imaginar que le dolería.

Yoongi por su parte seguía tirado en el piso, se sentía perdido, sin ganas de levantarse, ni siquiera hacia un pequeño esfuerzo por enderezarse y seguir intentando. Se sentía vacío como si alguien le hubiera quitado una parte de él.

Algo deprimido con la mirada fría, frotó su cara con sus manos para tratar de despavilar.

Sin hacer algún esfuerzo levanto la mano y con los nudillos de sus dos dedos de su mano tocó la puerta.

Esta vez no insistió con que le abra la puerta, tocó la puerta para luego cerrar los ojos y empezar a dialogar con ella.

-Lo siento, por ser un idiota- aclaro para luego seguir hablando. - A veces no mido mis palabras y no soy conciente de lo que puedo llegar a herrir a los demás con ellas, se que no merezco tenerte a alguien como vos.

-No,  eso no es el problema.

-Claro que sí- dijo decididamente el rubio.

-Sos un idiota- formuló la chica desde el otro lado mientras trataba de ocultar de alguna u otra forma su voz, la cual estaba a milésimas de segundos de que se quebrada para luego ser acompañado de un río de lágrimas que bajarán rápidamente por la cara de la chica, como si fuera un cascada.

-Si...- dijo firmemente otra vez, pero en esta ocasion, lo hizo soltando una pequeña sonrisa, no lo negaba.

Todo lo que había hecho por todas las personas que conoció, fue solo por el, se dejaba llevar por su egocentrismo dejando se lado los sentimientos de las demás personas.