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Al salir del baño, veo a Carla metida en la cama, dormida. Al meterme y taparme puedo ver que no lleva nada puesto, ver su cuerpo desnudo enciende en mi, un deseo incontrolable de querer despertarla.

-¿Amor? ¿Estás despierta?

No obtengo respuesta, así que intuyo que sí. Me abracé a ella, en silencio la observaba, -Es normal que se duerma -Pensé-. Me ha encantado que viniera, que condujera hasta aquí sólo por estar conmigo, es la prueba de que cuando quieres, puedes.. mientras la acaricio con cuidado de no despertarla me pierdo en su respiración, tan relajada, tan en calma.. Hacía que mis ojos se cerraran. Cerré los ojos y lo último que recuerdo es el olor de su piel.

Me desperté de golpe. -Mierda, me he dormido.. Pensé-. Volteé mi cabeza hacía la izquierda y María seguía dormida, me acomodé y me abrace a su espalda, le puse el brazo encima del pecho, la pierna por encima de la suya, y mi cara en su nuca, respirando su olor. Me atrincheré ahí y agradecí a la vida. Nada me reconforta más que sentirla ahí.

Cuando ya no podía quedarme más rato en la cama, comencé a besar su nuca, abriéndome paso entre su cuello a besos, sin respuesta. Sigue dormida.. Así que me levanté y me metí en la ducha. Me resultaba gracioso estar ahí, entre sus cosas, oliendo su perfume, cubriéndome con su albornoz. Al salir, no esta en la cama.

Así que en sigilo avanzo hasta el comedor y la veo ahí parada,con un camisón muy corto, tan provocativa.. me acerco a ella por la espalda, rodeo su cintura, la giro, y la beso.

-Está mañana te he intentado despertar para acabar lo que nos dejamos pendientes anoche..- Le dije con descaro-.

-¡Hola! Tú debes de ser Carla ¿No?-Me dice una voz desconocida.

Solté de golpe a María, la miré a la cara, ella estaba pálida mirándome con los ojos,con sus ojos muy abiertos, yo me giré a esa voz desconocida y veo un señora mayor, moviendo con la cuchara el café.

-Carla, Te presento a Paqui, mi madre..-Me decía María muerta de vergüenza-.

-Encantada, voy a poner me algo de ropa y vuelvo. -Le dije mientras salía corriendo en busca de ropa y muerta de vergüenza-.

Fui corriendo a la habitación a ponerme algo de ropa y peinarme un poco, la verdad es que estaba nerviosa, no por conocer a su madre, sino por qué seguro que escuchó lo que le dije a su hija antes de besarla. Mientras buscaba en el armario de María algo que ponerme, las escuchaba hablar de fondo.

-Mamá, no puedes entrar con tu llave sin llamar..

-Ya ves tú, ni que yo me vaya asustar ahora.. -Decía refunfuñando mientras sorbía café-.

-No es que te asustes, es que me gusta tener intimidad.

-Si llego a saber que estabas.. ya sabes.. ocupada, no entro.

-¡Mamá! -Le dije entrando en cólera-. Ahora vuelvo, ponte cómoda.

Me fui a la habitación a ver si Carla necesitaba ayuda. Cuando entré no estaba ahí así que fui al baño a buscarla..

-Amor, lo siento.. Tiene llaves y ha entrado sin avisar. -Le dije apenada a Carla-.

-No te preocupes, a mi no me importa, es sólo que me ha pillado metiéndote mano..-Le dije riendo nerviosa-.

-Ya ya, cuando me has dicho eso, he cerrado los ojos pensando.. ¡Mierda! -Me dijo María sonriendo nerviosa-.

-Me podías haber avisado tía.. -Le dije mientras me peinaba riendo-.

Cuestión de pielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora