Punto de vista de Alex.
Odio las comidas familiares, son las típicas comidas que tienes que fingir que todo absolutamente todo en tu vida va bien, así se caiga en pedazos y tengas ganas de tirarte por un balcón.
Pues así me encontraba yo ahora, deseando estaba que mi madre se dignara a echar a los buitres de mis tíos de casa para coger a Gia e irnos a buscar a lxs demás. Y si eso no sucedía pronto lo haríamos igualmente. Miré el reloj de la sala y perfecto marcaba las 5:00 p.m, nos vamos.
— Vámonos a Gia.— me levanto de la silla y Gia hace lo mismo.
— ¿adónde vas Alex? — dice mi tío.
— a dejar de fingir que tu presencia en mi casa me agrada. — digo cogiendo las llaves de mi auto y mi hermana y yo salimos de casa hacia el lugar de siempre donde estaban todos, incluida Sam. Ella al verme se alegra y yo me dirijo a ella para darle un fuerte abrazo la había extrañado y eso que el viernes pasé la noche con ella.
Cuando entierro mi cara en su cuello mientras rodeo mis brazos en su cintura el olor a vainilla de su perfume me inunda las fosas nasales y me encanta.
¿alguna vez habéis sentido que se volvéis totalmente dependientes de una persona que aunque solo creas que es por una cosa es por muchas más? Yo me había vuelto dependiente de ella, de sus caricias, de sus sonrisas hacia mi, de su perfume y de sus labios. Porque no es solamente sexo, para mí es muchas cosas más.
— Nuestra primera vez fue en secundaria en el baño del instituto, casi nos pilla el profesor de matemáticas— Todos ríen cuando Nicholas cuenta su primera vez con Gisela.
— Ah y se nos olvidó la protección dato importante, aunque como tomaba las pastillas anticonceptivas pues no nos asustamos del todo — agregó ella riendo. Ni loco le doy detalles de mi vida privada a los locos estos, una cosa es que sepan y otra muy distinta es dar detalles.
— ¿Y tú Sam?— le pregunta Ariadna — ¿Como fue tu primera vez? — la chica que está a mi lado sentada se reincorpora en su asiento y carraspea.
— Pues con Brandon. De aquellas veces cuando no se comportaba como un capullo conmigo, pues lo hicimos — mira hacia el suelo — Me llevó a cenar y fue todo un caballero, ya aquí todos saben lo muy enamorada que estaba de él y pues... nada que ver con baños de colegios ni coches en la montaña ni nada — ríe nerviosa.
El simple pensamiento de ella en los brazos de Brandon otra vez me molestaba, no la quiero con nadie más. La quiero en mi cama, conmigo sin nadie para siempre.
Después de esa quedada las chicas se fueron todas juntas para hacer su noche y mañana de chicas, así que no podría quedar con Sam esta noche ya que eso hacía en su casa. Así que recurrimos al plan B, Hayley.
— ¿Que hay Hayley? — digo cuando la línea del teléfono se descuelga.
— Hola Alex. — dice animadamente
— ¿Quieres quedar esta noche?
— Te hacía ocupado.
— Venga nena. Para ti siempre tengo algo de tiempo
— Está bien, a las 8 en el Green.
— Bye. — Algo muy dentro de mí me estaba diciendo que estaba traicionando a Sam pero no somos nada, lo que tenemos es un juego. No nos une ninguna especie de relación amorosa y ni siquiera tenemos sentimientos el uno por el otro así que no hay de que preocuparse y mucho menos sentir que traiciono a alguien.
Punto de vista de Gia.
Todas andábamos en casa de Sam, pues hoy era nuestra noche y mañana de chicas que es tradición una vez al mes. Mientras nos arreglábamos para ir a tomar algo conversábamos animadamente sobre las ganas que tenemos de que acabe la universidad de una vez por todas.
Mi atuendo era bastante normal, llevaba unos vaqueros negros, una camiseta de red negra, botas altas negras y una chaqueta de cuero blanca.
Miro a Sam que estaba en el espejo maquillándose.
— ¡AH JODER LEYLA QUE ME VAS A SALTAR UN OJO! — dice Teresa separándose De la Morena de pelo rizado la cual la maquillaba.
Sam llevaba una falda de cuero negra con unas botas parecidas a las mías y exactamente una camiseta igual que la mía, sin embargo su chaqueta era de cuero roja.
— ¡Ya basta que me vas a dejar tuerta! — vuelve gritar Tere huyendo de Leyla mientras Ari intentaba que Tere se quedase quieta y Marta y Sandra miraban todo riéndose.
Yo vuelvo mi concentración a mi mejor amiga que ya se ha hecho un perfecto eye-liner. Ni volviendo a nacer me sale así.
— Oye, ¿qué tal todo con Alex? — ella me mira sin comprender muy bien a qué ha venido esa pregunta — solo quiero asegurarme de que no tengo que matarlo.
— Todo está bien — me sonríe y eso me garantiza que están bien — pero de todas formas no somos nada, aunque nos pasase algo no tendrías porqué matarlo.
— No lo mataré si realmente me aseguras que no te hace daño — me mira seria — de lo contrario le saco los ojos.
— Eres lo mejor — dice riendo y luego me abraza.
— Bien Girls. Vamos allá — dice Marta abriendo la puerta para salir hacia la calle.
Nos montamos en tres coches diferentes y nuestro camino se desvió hacia ese disco-bar, al llegar todas entramos animadas y lo primero que hicimos fue bebernos cuatro rondas de chupitos seguidas.
—¡Vamos a Bailar! — grita Patricia y coge de la mano a Daniela para que la siga. Yo tomo la mano de Sam para que me siga pero la veo totalmente rígida mirando a un punto fijo, sin moverse. Miro su cara y veo como su mirada se cristaliza. Cuando giré a mis espaldas lo comprendí todo mucho mejor.
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El Que Se Enamora Pierde [EN EDICIÓN]
Ficção Adolescente«Ten cuidado con jugar con el fuego, porque te puedes quemar o enamorar, y si te enamoras... ¡Pierdes!» Samantha era una chica que aparentemente estaba sola, lo único que le quedaban eran sus abuelos. En su penúltimo año de universidad el chico de...