La cazadora de brujas [DREAMCATCHER]

CAPITULO 09

CAPITULO 09

La pelinegra se levantó de su cama empujando a Gahyeon un poco, no era su intención pero necesitaba hacerlo rápido, una vez que se puso de pie totalmente. Se acercó a Dami y tomó su mano jalandola. Ambas salieron de la habitación.

—¿Dónde está el libro? —. Preguntó SuA de manera desesperada.

—Tranquila, SuA suéltame, me lastimas —. Le respondió Dami tratando de soltarse del agarre de la mayor. Las demás chicas salieron y tomaron a la chica para tratar de calmarla.

—SuA, cálmate —. Siyeon tomó su rostro entre sus manos para hacer que la mirara a la cara. —¿Qué es lo que pasa? —.

—Siyeon, debemos abrir el portal, otra vez… la araña la tiene —. 

Siyeon miró a SuA, la mirada de la mayor se veía tan asustada. La abrazó pero SuA se alejó de inmediato.

—Dami, tuve un sueño y debemos hacerlo rápido, ha recuperado su fuerza. Mi pesadilla, en mi pesadilla aparecían ustedes sujetándome y Yoohyeon estaba ahi, pero ya no era la misma... ya estaba poseída —. La pelinegra habló tan rápido que no dió tiempo de asimilar su información. Dami la miró confusa pero era obvio de que se trataba así que tomó la mano de SuA y caminó con ella hasta la biblioteca.

Una vez adentro, agarraron el libro y Dami lo abrió un poco más de la mitad, vió a SuA acercarse a ella y volvió a leer el libro.

—Puede ser peligroso sí aún no estan recuperadas todas, probablemente piensas que exagero y que solo estuvimos paradas pero mentalmente estamos exhaustas... SuA se que tienes prisa al igual que JiU pero al menos ella no está como tú... Solo tuviste una pesadilla, tranquila —. Dami cerró el libro y lo dejó en la mesa, giró su vista a SuA quien se encontraba con la mirada baja, viendo al piso. —Espera al amanecer, trataré de que mañana a primera hora abramos el portal pero por ahora duerme, descansa y deja descansar a las demás —. 

Dami palmeó el hombro izquierdo de SuA y salió de la biblioteca dejándola ahí de pie. La pelinegra se dió la vuelta para ir a su habitación y hacer caso de lo que le había dicho la menor. Pero justo cuando iba salir se detuvo por un segundo y se regresó para adentro de la biblioteca. Tomó el libro en sus manos y salió de ahí. 

Ya no había nadie, todas habían regresado a sus habitaciones. La joven no entró a la suya, al contrario camino por el pasillo y bajó las escaleras a paso lento y silencioso. Llegó hasta la sala y se sentó en unos de los sillones no sin antes prender una vela y alumbrar, abrió el libro en el índice y con su dedo fue señalando cada uno de los títulos hasta encontrar algo que le sirva. 

Su dedo se detuvo en un título llamativo. 

"PORTALES" 

Buscó la página exacta y una vez que lo hizo comenzó a leer: